El Teatro Rialto vuelve a abrirnos sus puertas para encontrarnos con Inés León. Breves minutos con la estrella del musical son suficientes para reconocer su grandeza, cercanía y talento.
¿Quién es Inés León?
Inés León (Badajoz, 1979) es una polifacética actriz que cuenta con una exquisita formación y una carrera envidiable. Se licencia en Arte Dramático en la ESAD de Córdoba en 2003. En su amplia carrera es reseñable su capacidad de cautivar al público en obras muy variadas como We Will Rock You, Clandestino Cabaret o Punto de Partida, espectáculo en homenaje a Rocío Jurado. Sus trabajos más recientes incluyen la aparición en la serie Sin límites, disponible en Amazon Prime y TVE, y el papel de Rosie en la deslumbrante nueva versión de Mamma Mia!. En 2011 le fue concedido el Premio de Teatro Musical a Mejor Actriz por su papel en Te quiero eres perfecto…ya te cambiaré, galardones de los que ha sido presentadora hasta en cuatro ocasiones.
Pregunta: Echando un ojo a tu carrera se puede ver que no has dejado de formarte en ningún momento. ¿Crees que la formación tiene que ser continua en la carrera de una actriz?
Respuesta: Necesario para trabajar no, porque hay muchos actores que tienen el haber suficiente como para estar en activo. Pero, sí. Cuando adquieres una técnica puedes desarrollar mucho mejor todo lo que llevas dentro y, por supuesto, es necesario actualizarse. Además, esta profesión tiene tantas cosas que hacer y que aprender con tantos maestros que te falta tiempo y dinero para poder saciar tus inquietudes.
P: Hablando de maestros y de gente que te aporta algo en tu carrera, dame algún nombre de alguien que te haya cambiado en tu trayectoria.
R: Yo he tenido muchos maestros en mi vida, a veces no profesores, sino compañeros o directores. Cuando yo estudié, Paco Piñeiro y Federico Verne fueron los que más disciplina me enseñaron, que es la base de todo esto. Luego he ido encontrándome a maestros como Augusto Fernández, casi todos mis compañeros han sido referentes. Siempre busco estar con gente que pueda aportarme algo.
P: Ya sabiendo qué personas te han cambiado como actriz, ¿podrías decirme qué obras también lo han hecho?
R: Es una pregunta muy difícil. Cada vez que te sumerges en una obra, sobre todo cuando tiene un texto importante, hay algo en tu cabeza que cambia, te transformas. Cuando acabas terminas siendo otra persona. Por suerte he hecho muchas cosas y sería difícil elegir, pero We Will Rock You fue uno de los musicales más difíciles que he hecho, me marcó mucho. Luego, hace poquito el homenaje que hice a Rocío Jurado en Punto de Partida por la dificultad que tenía me enseñó muchísimo.
P: Ya que mencionas Punto de Partida. ¿Es una gran responsabilidad contar una historia mediante las canciones de Rocío Jurado?
R: Para mí no lo es. No soy una persona que se eche mucha responsabilidad al hacer las cosas. Era complicado, la responsabilidad consistía en no saber si ese día iba a poder. Yo siempre tengo la confianza de saber que cuando hago algo sé que voy a poder. Pero, en Punto de Partida, había un abismo increíble, es muy difícil meterte tú sola a cantar esas canciones tan complicadas que si no se hacen con la emoción correcta no van a ningún lado. Como yo no imitaba a Rocío Jurado -además, porque yo no soy buena imitadora- no sentía responsabilidad. Era solo el vértigo que sentías antes de empezar cada función.
P: ¿Hay algún musical que no hayas hecho y se te haya quedado la espinita clavada?
R: Muchos, porque soy un culo inquieto. Bueno, me he quedado muchas veces a las puertas de Mamma Mia!, que era un musical que siempre había querido hacer. Sobre todo, Los Miserables, hacer de Madame Thénardier sería fantástico. Algún día también me gustaría hacer de Úrsula en La Sirenita. Me apetece hacer de enamorada o de princesa porque yo también soy débil, pero no se ve. Siempre va por delante mi fuerza, mi energía o mi físico. Pero me gustaría hacer de princesa enamorada. ¿Por qué no?
P: ¿Qué tiene el cabaret que te encanta?
R: Uf, es que eso no te lo puedo decir, no podría explicarlo. El cabaret es una cosa que sale de dentro. Es canalla, descarado, sinvergüenza. Puedes ser quien quieras ser. Yo siempre trato bien al público pero el cabaret te permite sacar de ellos lo mejor y lo peor. Te da una habilidad que es una de las mayores drogas que hay. Puedes mirar a la gente y darles la vuelta, llevarles a donde tú quieres que vayan y que salgan de allí diciendo: ¡Madre mía! El cabaret es enorme.
P: Háblame de cómo fue producir totalmente sola tu show Pa’ la Habana.
R: Pues, es un viaje difícil que te enseña muchísimas cosas. Sobre todo porque yo no sabía cómo se hacía eso. También por las dificultades externas que no te esperas. Pero, estoy muy contenta porque aprendí muchísimo y tuve la valentía de hacerlo. Es una de las cosas que llevo por bandera: cuando tengo que hacer algo voy a por ello. Entonces, ya sé una opción más para el futuro, el show está ahí aparcado, no lo he descartado. Cuando tenga tiempo, fuerza y ganas volveré a ello, porque ahora tengo muchos trabajos.
P: Además de por tu gran carrera se te conoce por ser la encargada de presentar los PTM, aunque esta edición no pudo ser. ¿Es duro ponerse delante de toda la profesión y presentar los premios?
R: Esta edición ha sido muy difícil, es la primera vez en mi vida que he tenido que dejar de hacer funciones. Tuve que decir que no a la gala porque me ha pillado en una época difícil y mi cuerpo dijo: ya no puedes más. Tuve que tomar una decisión muy dura porque a mi los premios me vuelven loca. Por otro lado, para mí no es difícil presentarlos. Es lo que te decía de la comedia y el cabaret, yo tengo algo y me gusta mucho exponerme. También tengo un punto canalla que hace que me dé igual quien esté delante. No tengo ninguna presión porque yo trato a todos como compañeros: directores, actores, productores…
P: ¿Te parece que Madrid está en una edad de oro del Teatro Musical?
R: Absolutamente, después del confinamiento ha empezado todo a resurgir. Todo el mundo empezó a sacar los proyectos que tenían en mente y, de repente, esto ha sido una locura. Mi familia siempre me ha dejado claro que, en esta profesión, cuantos más seamos mejor y cuanto mejores seamos todos mejor. Si es cierto que habrá gente que se vaya quedando un poco atrás, pero así nos ponemos todos las pilas. Estamos en un tiempo maravilloso que espero que siga así y mucho más.
P: ¿Qué nos trae nuevo esta versión de Mamma Mia!?
R: Está renovado. Mucha gente -y es lógico- lo compara con el anterior, pero lo bonito de este musical es que se ha actualizado. Tiene un código más actual. La interpretación es mucho más natural: no se busca una interpretación exacta, que al final termina por encorsetarte. Es una gran oportunidad la que tenemos, al poder cambiar un poco el musical hace que el público se vuelva loco. Nosotros estamos vivos todas las funciones, surgen cosas nuevas cada día. Las coreografías de Iker Karrera son una barbaridad, a mi me tiene loca. Tengo la espalda hecha polvo, pero lo doy todo porque yo soy bailarina. En el final de la función se cae el teatro.
P: ¿Qué le aportas tú al personaje de Rosie y qué te aporta ella?
R: Ha sido fácil encontrarnos. Estoy en un momento de mi vida muy similar a en el que está Rosie. Ella tiene una sinvergüencería maravillosa, le da igual, puede decir lo que ella quiera. Puede ser muy bruta y después ponerse un poco tontorrona. Ella a mi me ha aportado mucha inocencia, la que saca cuando aparece el amor y se vuelve a convertir en una niña. Yo no suelo tenerlo pero es bonito vivirlo también.
P: ¿Qué otro personaje de la obra te gusta?
R: Yo siempre había intentado interpretar a Tanya, yo he sido muy Tanya en mi vida. Ahora no, ya no lo soy tanto. Pero, siempre he querido hacer a Donna, me identifiqué con ella. Porque hay veces que encuentras cosas de ti misma en los personajes que quieres expresar. Siempre he pensado que quería interpretar a Donna, siempre ha sido un personaje que he tenido muchas ganas de hacer.
P: ¿Cómo es trabajar con Juan Carlos Fisher como director?
R: Yo no le conocía y tiene algo que me encanta. Juan Carlos se ríe muchísimo, es una persona muy agradecida para reír y, yo, como alguien se ría ya estoy ahí dándolo todo. Entonces, en ese sentido ha sido una relación muy fácil. Él me ha dejado hacer y construir este tipo de Rosie que yo hago y que a él le encantó. Siempre ha estado trabajando conmigo y ha sido todo una maravilla.
P: ¿Qué tiene de especial el triangulo Inés León – Mariola Peña – Verónica Ronda?
R: Para empezar, somos tres tías bien puestas que estamos trabajando siempre: aportándonos, ayudándonos… Nos damos algo todos los días y eso, a la hora de trabajar es estupendo, porque solo tienes que escuchar a tu compañera y ya tienes lo tuyo, nos complementamos muy bien. Somos tres artistas con mucha suerte porque tenemos el ego muy domado. Somos muy de tierra, como digo yo. Eso es lo mejor que te puede pasar en este oficio y se transmite al público.
P: ¿Y tu relación dentro del escenario con Lluís Canet?
R: Bueno, dentro y fuera. Lluís es lo que ves: un tío sencillo, humilde, currante… Congeniamos mucho, tenemos el mismo código, la misma manera de trabajar y hay veces que eso te pasa y solo queda disfrutar. Para nosotros es muy fácil, no hay nada más que salir a trabajar y a disfrutar todo el rato. Es lo mismo con todo el elenco, disfrutamos muchísimo.
P: ¿Cómo calificarías el recibimiento que os ha dado el público?
R: Yo desde el primer día pensaba que se caía el teatro. Ya no se escuchaban ni los micrófonos, todo eran gritos, daba igual lo que dijéramos ya. Era tal la euforia que yo pensaba: ¡esto es un festival, esto ni los Rollings! La acogida es impresionante, nos emociona todos los días porque no llegamos a entender cómo genera tanta euforia. No solo por nosotros, también por el musical y las canciones de ABBA. Nosotros lo que hacemos es aportar y hacer que le llegue a la gente.
Cabaretera y folclórica, como ella misma se define, Inés León es una de las grandes figuras del teatro musical. Una mujer cuya fuerza y carisma inundan el teatro cada vez que se sube al escenario. Embaucadora, canalla, conmovedora, se trata de una actriz total, poderosa en escena como pocos seres lo son. Se quedará con usted, le hará reír y llorar, volver a ser un niño, sentirse un gigante; puede hacer lo que ella desee. En conclusión: no se la pueden perder, es imposible encontrar algo similar.