Fiona siempre tuvo mejor relación con Frank porque se veía reflejada en el
A lo largo de la serie Shameless, queda claro que ninguno de los padres de los Gallagher es un buen modelo a seguir. Ambos son alcohólicos, drogadictos y completamente irresponsables. Sin embargo, si bien Frank y Mónica les han causado enormes problemas a sus hijos, curiosamente, Frank suele llevarse mejor con ellos. Incluida Fiona, mientras que Mónica genera más rechazo.
Fiona y sus hermanos
Fiona, la protagonista, es la hija mayor de seis hermanos. Al ser abandonados por sus padres en plena infancia, es ella quien asume el rol de madre, haciéndose cargo de sus hermanos en un hogar caótico. Todos los Gallagher más o menos conocen la situación y saben que sus padres no son los adultos responsables que debían ser y los castigan por ello.

Fiona y su padre
No obstante, a lo largo de la serie se percibe que Fiona, a pesar de ser la más dura en su trato hacia sus padres, mantiene un vínculo algo más afectivo con su padre. Asumiendo la responsabilidad de sus problemas en numerosas ocasiones.
Frank como padre
Una razón importante es la presencia, aunque disfuncional, de Frank. A diferencia de Mónica que desaparece durante largas temporadas, volviendo nada más que cuando tiene el agua al cuello, Frank sigue rondando por la casa, entrando y saliendo, por lo que los hijos terminan acostumbrándose a su presencia. Con Mónica no tienen ningún tipo de expectativa de afecto o responsabilidad.

En el caso de Frank, por pequeña que sea, les queda alguna esperanza de que cambie sus comportamientos o de que entre en razón. Particularmente Fiona se muestra compasiva con su padre, ayudándolo, aunque también rechaza su comportamiento y lo condena abiertamente.
Reflejo de Fiona en Frank
Otro factor clave es el reflejo que Fiona ve en Frank de sí misma. Por un lado, lo odia y no quiere ser como él, pero por otro no puede evitar sentir que comparte con él más de lo que desearía.
Durante la temporada en la que se hace adicta a la bebida una de las premisas que se pueden intuir en su comportamiento es su resentimiento con Frank debido a que le estaba “dando la razón”. Porque estaba comportándose como él y estaba asumiendo que su destino era terminar como él. Aunque hay consenso en la literatura científica sobre la heredabilidad del alcoholismo, es difícil identificar si esta adicción viene dada por componentes genéticos. Sin embargo, el factor psicosocial sí que representa un papel importante en el curso de la adicción. Por lo que el inicio precoz en la ingesta de alcohol o la normalización del abuso de este tipo de sustancia pueden facilitar el desarrollo del alcoholismo.

Por eso no es sorpresa observar como tanto Fiona como Lip atraviesan problemas con la bebida a lo largo de la serie. Y ambos piensan que se están viendo arrastrados hacia el mismo destino que su padre al que tanto rencor guardan.
Fiona como madre
Otro matiz interesante es cómo Fiona intenta proteger a sus hermanos para que no idealicen a Frank. Sabe que si se encariñan con él, terminarán decepcionados, como le pasó a ella. Sin embargo, cuando Fiona cae en su propio pozo, y su adicción le impide cuidar de sus hermanos como solía hacerlo, estos se sienten traicionados.
Aunque comprenden que Fiona tiene un problema y reconocen todo lo que ha hecho por ellos, no pueden evitar sentir esa pérdida de la figura que los cuidaba. Esto refuerza la culpa de Fiona y su sensación de estar convirtiéndose en lo que más teme.
Estudios como el publicado en Journal of family Psychology publicado en 2017, el trauma infantil vivido en por las madres impacta en su estilo de crianza, y al fin y al cabo Fiona estaba haciendo de madre para todos sus hermanos. Pero ella muestra que este ciclo es posible de romper. Fiona toma el control de su vida, lucha por dejar la bebida y prioriza su bienestar, no solo por el bien de sus hermanos, sino por el suyo propio. Por eso demuestra que no está condenada a repetir la historia de Frank.
La favorita de Frank
Al ser la hija mayor Frank también presenta una clara preferencia por ella, comparando al resto de niños con su hermana y viéndola en sus alucinaciones cuando consume droga. Esto crea entre ambos una relación compleja, de dependencia emocional, donde Fiona lucha constantemente por no replicar los peores patrones que ve en su padre. Además de hacerla cuestionar su relación con sus hermanos a los que ha cuidado mucho más que sus propios padres, aunque muchas veces no lo tomen en consideración.
Su relación demuestra la dificultad de la ruptura con el pasado, pero también la lucha por una nueva oportunidad en la vida.

