La 13ª edición del festival concluye tras una semana de conciertos, charlas y películas
Invitados como C. Tangana, Gaspar Noé, Ira Sachs o Irène Jacob llenan el vacío de Liv Ullmann, en Hollywood luchando junto a sus compañeros del Sindicato de Actores.
Ya se declaró en la rueda de prensa de presentación del festival que su programación iba a ser de lo más atrevida. Así se ha podido comprobar a lo largo de la semana en Ses Voltes, la Sala Rívoli, el HM Palma Blanc y La Misericòrdia. La 13ª edición del Atlàntida ha consolidado un festival que no duda en poner el foco en cuestiones que, dentro del circuito comercial, no ocupan el espacio que les debería corresponder. Es una propuesta valiente y diversa. En el discurso que dio inicio al festival en la gala de inauguración, el director del festival, con un mensaje reivindicativo, se ganó el aplauso de las cerca de 700 personas que estaban en el patio de La Misericòrdia. “No daremos ni un paso atrás con la censura”, advirtió Jaume Ripoll. El mensaje del alma del festival abrió el telón a la poderosa puesta en escena de la cantante catalana Queralt Lahoz.
Esta edición del Atlántida giraba en torno a la memoria, tanto la histórica como la propiamente humana. A la orilla del río Sena transcurría En el Adamant. El documental, que ganó el Oso de oro de Berlín, recoge el testimonio de varios internos de un centro de día mientras uno con ínfulas de escritor o cantante conviven en la barcaza flotante.
Al final, acaban organizando un festival de cine con títulos como Fellini 8 ½ o La rosa púrpura de El Cairo. La croata Safe Place, que se ha llevado el premio a la Mejor Película de la Sección Oficial Internacional, escenifica la preocupación familiar al ver las tendencias suicidas de uno de ellos. La incomprensión del personal hospitalario obliga a madre y hermano a tratar por su propia cuenta el problema mental de su allegado.
La ganadora del Premio Jurado de la Crítica ACCEC, Aurora’s Sunrise, se detiene en contar el genocidio armenio de principios de siglo XX a manos de los turcos a partir de la cautivadora figura de Aurora Mardiganian. Intercalando imágenes de archivo cedidas por las instituciones del país caucásico, de la película Auction of Souls (1919) y una lograda animación consigue pasar de los cadáveres de las estepas armenias hasta los glamurosos teatros de Nueva York y Los Ángeles donde la protagonista destapa la opresión turca. En materia de conflictos políticos, January se remonta a 1991 y a la desintegración de la URSS. En Letonia un grupo de jóvenes sueñan con convertirse en reputados cineastas, pero la violencia derivada del proceso de independencia de su país marcará su futuro más próximo. Otro grupo de jóvenes que se enfrentan a la Historia de su hogar son los estudiantes israelíes de Delegation. Con un tono que dista de ser dramático entremezcla las excursiones a los campos de concentración de Polonia con la convivencia entre estudiantes durante un viaje escolar.
Invitaciones y charlas
Con tal de dirigir una mirada al pasado, en esta edición se homenajearon a personalidades del país como Terenci Moix y otras internacionales de la talla de Umberto Eco y Michelangelo Antonioni. En la tarde del intelectual italiano Andreu Jaume, editor de las últimas obras de Eco en España, no dudó en explicar la grandísima magnitud de uno de los genios del siglo XX antes de la proyección de Umberto Eco: La biblioteca del mundo. En este documental, aparecen como testimonios la esposa, hijos y colaboradores de Eco. Asimismo, no faltan las lúcidas e ingeniosas declaraciones del profesor. El autor de El nombre de la rosa manifiesta que llegó a odiar la novela. “Odio El nombre de la rosa, las anteriores novelas que he escrito son mucho mejores”. Con imágenes de bibliotecas europeas, que invitan a pasarse horas y horas, se va desmenuzando la trayectoria de Umberto Eco. Sin dejar de hablar de Italia, la viuda y productora de Antonioni visitó el Rívoli describiendo sus primeras impresiones y experiencias con el cineasta. Con la rocambolesca historia de El reportero, protagonizada por un reportero de guerra encarnado en la piel de Jack Nicholson, se le brindó su particular tributo. En el film del transalpino tiene un papel breve, como recepcionista de hotel, Joan Gaspart. El ex presidente del Barça y mano derecha de Josep Lluís Núñez recibe a Jack Nicholson en su misión de dejar Barcelona sin rastro alguno.
Los tres platos fuertes de esta edición llegaron en forma de grandes invitaciones y propuestas atrevidas. Desde la dirección del festival se avisó de que Slow, ganadora del Festival de Sundance, era de lo más destacado del certamen. La coproducción lituana, sueca y española atraviesa los diferentes pasos del enamoramiento resistiéndose a alcanzar el último paso y cuestionando el modelo funcional de pareja. La directora de la película estuvo presente en la ovación del público una vez finalizada la proyección. Con la visita de Ira Sachs y Gaspar Noé, el Atlántida vivió dos episodios memorables. El estadounidense estrenó en España la fascinante Passages. Una actuación soberbia de Ben Whishaw lidera una película en que los cambiantes vínculos de un triángulo amoroso conllevan tensiones y revelaciones.

La Misericòrdia vio como C. Tangana entregaba el galardón Master of Cinema a Gaspar Noé. El cantante confesó que su relación con la cocaína “cambió después desde que vio las películas de Gaspar Noé”. Por su parte, el director argentino, asentado en Francia, bromeó con el espacio donde se iba a mostrar la cinta. “Es curioso como una película como esta se va a ver en un antiguo monasterio jesuita del siglo XVII”. Tras las declaraciones, los asistentes, gafas 3D puestas, pudieron ver Love. Noé con su transgresora obra, no exenta de fuerte contenido sexual y donde no faltaron música, discotecas y droga, logra plasmar la desesperación de un joven tras recibir una llamada de la madre de su ex pareja.
La gala de clausura se celebró con un fuerte despliegue policial alrededor de la colina de La Misericòrdia y La Rambla. Algunas imprecisiones de la organización dificultaron la cobertura de la ceremonia por parte de este medio. La reina Letizia entregó a Irène Jacob el premio Master of Cinema. Acompañada por Miquel Iceta y varios políticos de Baleares, pudieron ver Creatura, la proyección que cerró el festival.