La decimoctava edición del festival arranca con una mesa redonda en torno al legado de Stieg Larsson y su impacto en el thriller contemporáneo
El municipio de Getafe inauguró la decimoctava edición de Getafe Negro, el festival literario que cada otoño convierte la ciudad en punto de encuentro para los amantes de la novela negra.
La jornada de apertura reunió a escritores, críticos y traductores en torno a una mesa redonda dedicada a repensar el thriller contemporáneo a partir del fenómeno Millennium, la trilogía del sueco Stieg Larsson que marcó un antes y un después en el género. Entre análisis sobre su legado y reflexiones sobre el futuro del género negro, la conversación confirmó que la huella de Millennium sigue tan viva como el propio festival.
Festival Getafe Negro
Getafe volvió a teñirse de negro. La decimoctava edición del Festival Getafe Negro, que se consolida como una de las grandes citas literarias de otoño, abrió el pasado lunes su jornada inaugural de conferencias con una mesa redonda dedicada a repensar el thriller contemporáneo a partir del fenómeno Millennium, la saga del sueco Stieg Larsson que marcó un antes y un después en la novela criminal.
En el Espacio Mercado de Getafe, el público llenó la sala para escuchar a Martin Lexell, uno de los traductores de Millennium al español; Susana Rodríguez, crítica, especialista en novela negra y organizadora de Pamplona Negra; Carlos Zenón, escritor y director de BCNegra; y Lorenzo Silva, autor y alma del propio festival. Este último aprovechó para destacar la importancia del evento para el municipio madrileño: “Lo que tiene valor del festival es que es un patrimonio de la ciudad, de los vecinos de Getafe, para proyectar la ciudad a través de la cultura”.
Un fenómeno que trascendió el papel
La conversación se movió entre la nostalgia y la reflexión sobre cómo la trilogía nórdica cambió la manera de leer, editar y escribir thrillers en el siglo XXI. Maica Rivera, directora del festival, guió una conversación que trató de explorar tanto el fenómeno literario Millennium como su impacto cultural y editorial. Esto último, Silva lo describió como “la constatación de que algo inesperado había pasado”.
En pocas palabras, Lexell consiguió resumir la magnitud del fenómeno: “Todos los días veía a gente leyendo Millennium en el metro”. No hizo falta más para comprender que aquella saga había trascendido el papel y se había convertido en un referente compartido. En ese sentido, Lexell destacó el punto de inflexión que supuso la trilogía en el sector de la traducción, señalando que “la saga abrió muchas puertas y demostró que una literatura en un idioma tan raro como el sueco podía ser universal”.
Los personajes que cambiaron el thriller
Para Silva, el verdadero poder de Larsson está en sus personajes ya que, según él, “consiguió crear un arquetipo del siglo XXI”. En ese sentido, también afirmó que los autores “no somos inmunes a Larsson, algo nos ha dejado”. La fuerza de esos protagonistas no reside solo en la trama, sino en la manera en la que hablan al lector y lo sitúan frente a dilemas morales complejos, transformando la experiencia de la novela negra contemporánea.
En la misma línea que Silva, Rodríguez destacó la revolución que supuso Lisbeth Salander, “un personaje femenino fuerte e independiente, completamente alejado de los estereotipos tradicionales”. Su figura transformó la manera de entender los roles femeninos en el thriller y la novela negra, marcando un antes y un después en el género. Rodríguez y el resto de los ponentes coincidieron en que este personaje abrió la puerta a tratar temas fundamentales de la novela negra contemporánea, como la violencia de género y los abusos de poder. Esto es algo que Rodríguez calificó como un gesto “muy valiente” por parte de Larsson.
El legado de la novela negra y la mitología de Larsson
La figura de Stieg Larsson y el universo de Millennium siguen marcando la conversación sobre la novela negra contemporánea. Durante el encuentro, Carlos Zanón reflexionó sobre el impacto de la saga y su peculiar mitología: “Los libros nos llegaban con una mitología: Larsson había muerto. Nos llegaron los libros de forma mítica, no había un autor que te tuviese que caer bien”. Esa ausencia del autor, coincidieron los ponentes, contribuyó a reforzar el poder de sus historias. Los personajes, encabezados por Lisbeth Salander, adquirieron vida propia y construyeron un universo literario que trascendió a su creador.
Más allá del fenómeno editorial, Zanón recordó el sentido último de la literatura: “La literatura es intentar entender el mundo e intentar entenderte tú”. En este sentido, Millennium no solo se lee como un thriller absorbente, sino como una obra que explora la violencia, los abusos de poder y las tensiones morales de la sociedad contemporánea.
Por su parte, Rodríguez se mostró optimista sobre el futuro del género negro, a pesar de la saturación editorial actual. “No creo que vaya a haber una afección porque cada vez se incorpora un nuevo consumidor del género negro. Estos clásicos siguen teniendo público, un nuevo público”, afirmó.
La crítica destacó además cómo el género ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. Los audiolibros, los ebooks y las adaptaciones en plataformas de streaming han permitido que la novela negra llegue a nuevas audiencias y se consolide en múltiples formatos. Esta evolución demuestra que el género sigue vivo, en transformación constante y con una capacidad de conectar con las inquietudes de cada época.
