El icónico DJ sudafricano aterrizó en Madrid por segunda vez en su carrera, en un set emocionante ante casi 10.000 personas, en el estreno, con claros y oscuros, del campus de la Universidad Autónoma como nueva ubicación para la música electrónica
Este 26 de septiembre, la UAM (Universidad Autónoma de Madrid) se transformaba, por primera vez, en un experimento musical. De un aforo aproximado de 11.000 asistentes, fueron casi 10.000 los que se animaron a escuchar a Black Coffee, el icónico DJ de house sudafricano, en la nueva ubicación de la capital para eventos de música electrónica.
Un festival, desde las 18:00 hasta las 2:30, organizado en torno al maestro del afrohouse, en el que acudieron otros grandes artistas como segundos espadas, con los sets de DJ Bee, 2 Nomads junto a Argu, Shoba, Lola Bozzano, Parallelle y DJ Tennis. Su actuación en Madrid, siendo la segunda vez que acude a pinchar a la capital desde que lo hiciera en el Brunch Electronik 2024, tuvo su precuela en Valencia el pasado 11 de julio, donde también las marcas organizadoras Zamna, Wrapped Live y Beat Nation conjugaron este show especial.
Un set hipnótico para hacer debutar a la UAM como casa de la electrónica
Una producción técnica espectacular, con un sonido envolvente y un sistema de iluminación vibrante, acompañó el set de un Black Coffee que siguió su estela musical habitual, donde el deep house se alternaba con su afro house característico, introduciendo algún tinte más cercano al techno a la altura del cierre. Un final de set que sorprendió a todos con un remix frenético, uniendo acordes y ritmos de clásicos, como One More Time, Music sounds better o Billie Jean. Se escucharon, como no, los clásicos de Black Coffee como The Rapture Pt. III, además de otros temas emotivos como Innerbloom de RÜFÜS DU SOL.
El escenario era amplio y primaba el valor horizontal para facilitar la movilidad dentro de un backstage de tres capas. La ubicación en cuadrilátero de la pista daba lugar a tres barras diferentes y dos zonas VIP, aunque la estructura del recinto era más que básica. El público respiraba heterogeneidad, con asistentes de todas las edades, desde universitarios hasta adultos, y también de varios países diferentes como Reino Unido, Holanda, Dinamarca o Brasil, entre otros que pudimos consultar desde este medio.
Un estreno con claros y oscuros
Todo ello en una prueba musical de alta importancia dentro de la industria, en busca de nuevas ubicaciones a salvo de los problemas de exceso de ruido, como ha ocurrido con IFEMA y su producto al aire libre. Aún así, el estreno se saldó con claros y oscuros, ya que se produjeron algunos fallos de organización, probablemente debidos a la novedad implícita en el uso primigenio de este nuevo espacio de eventos.
También se produjeron grandes dificultades para los asistentes para volver, complicaciones en las salidas con tráfico constante y opacado de servicio de taxis y VTC, y pocas alternativas en cuanto al transporte público (al terminar el evento a las 2h30 y no estar disponible el cercanías). Las lanzaderas oficiales de regreso, organizadas por VIVETIX (por 10 euros te dejaba en Plaza Castilla o Atocha), aunque funcionaron correctamente, solo salían desde las 3:00, por lo que los asistentes que quisieran irse antes tuvieron que esperar, como mínimo, 30 minutos desde que se cerró el festival.
La historia de superación de Black Coffee
Tras su visita por la capital, Black Coffee volverá a la que lleva siendo su casa en España desde hace siete años. Una residencia en Hi Ibiza con una estética renovada y estilo ecléctico para un DJ que maneja la mesa a las mil maravillas, a pesar de solo tener móvil uno de sus brazos.

Nkosinathi Innocent Maphumulo, su nombre real, perdió el uso de su brazo izquierdo debido a un accidente en 1990, cuando tenía 13 años. Mientras celebraba la liberación de Nelson Mandela, se vio involucrado en un accidente de coche, lo que no le impidió seguir avanzando en su marca personal como referente internacional de la música electrónica.
Un plus de trabajo y de talento que le llevó a ganar el Grammy en la categoría de Mejor Álbum Electrónico por su disco Subconsciously en 2022, además de colaborar con David Guetta, Drake o Pharrell Williams.

