El conjunto blanco consiguió anoche el pase a los cuartos de final de la Copa del Rey, eso sí, con una nueva derrota que pone en jaque a Solari. El partido frente al Leganés finalizó 1-0, con gol de Braithwait, tras una incansable insistencia.
Tras el partido de ayer, el Real Madrid suma su décima derrota en lo que llevamos de temporada y deja de nuevo una dudosa imagen de cara a los próximos choques. De nuevo la luz en la oscuridad fue Vinicius Jr, quien aprovechó su desborde para crear ocasiones que por poco no acabaron en gol, como demostró en una clara ocasión con Brahim al final del partido.
Keylor de nuevo hizo los deberes, a pesar del gol recibido, demuestra su buen estado de forma salvando al equipo cuando lo necesita. Con su renovación por un año más con los blancos, aumenta la presión sobre Courtois, quien no ha terminado de destaparse en los partidos de Liga y Champions.
Santiago Solari tuvo que innovar de nuevo en la alineación, a las bajas médicas se sumaron las rotaciones de Ramos y Modric. Sin duda el entrenador es quien sale más dañado del partido, pues no consigue liderar un Madrid desorientado con la falta de líderes en el vestuario.
Aparte de la carencia defensiva que tiene el equipo, Solari sabe que el principal problema es la falta de gol y pide el fichaje de un delantero «top» de Europa que sirva de parche.
Un nuevo desplante
Isco volvió a jugar en el once inicial, a pesar de dejar ocasiones y jugadas que demuestran su calidad, no terminó de cuajar un buen partido. Tras su cambio en la segunda parte, entrenador y jugador no cruzaron ninguna mirada y se fue directamente al banquillo con gesto serio. Solari, al ser preguntado en rueda de prensa por este hecho se mostró cansado por la situación y negó de nuevo que exista algún problema entre ellos.