Nuclearización o no nuclearización, esa es la cuestión. El debate sobre la energía nuclear en Irán lleva presente desde hace varios años. En la actualidad, se encuentra en una especie de stand by, pero cualquier movimiento que se lleve a cabo resulta crucial. Las grandes potencias se encuentran implicadas en este asunto, por lo que tiene una trascendencia directa en la acción política internacional y en todo el mundo.
Plan de Acción Integral Conjunto
El pasado lunes 29 de noviembre, Viena retomó las negociaciones que pretendían rescatar el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) sobre el programa nuclear iraní. Este se firmó en 2015 entre Estados Unidos, Rusia, Francia, China, Reino Unido e Irán y pretendía evitar que Teherán llegara a construir algún arma nuclear a corto plazo. Con la llegada de Donald Trump a la presidencia norteamericana, EEUU se salió del acuerdo e impuso una serie de sanciones económicas a Irán.
In a phone conversation, FM @Amirabdolahian & Josep Borrell, the European Union Foreign Policy Chief, have exchanged views over the upcoming #ViennaTalks. pic.twitter.com/x4AOHHsiYk
— Foreign Ministry, Islamic Republic of Iran 🇮🇷 (@IRIMFA_EN) November 26, 2021
Joe Biden (EEUU) y Ebrahim Raisi (Irán), los presidentes actuales, mostraron disposición de volver a reunirse para negociar, pero la tensión entre ambos continúa y el resto de países ven cada vez más complicado que se llegue a un acuerdo. El negociador nuclear estadounidense Robert Malley ha advertido que aumentará las presiones si las negociaciones de Irán son una “tapadera” para acelerar su programa nuclear. Por su lado, Irán quiere que EEUU retire las sanciones que le impuso para que vuelvan a cumplir todos los puntos del acuerdo nuclear. Según informes de Naciones Unidas, Irán ha aumentado la pureza de uranio hasta el 60% en tan solo dos años, cuando el límite fijado en el JCPOA era de un 3,67% (para conseguir la bomba atómica se necesita un 90%).
Israel y Arabia Saudí
Tanto es así que, independientemente del acuerdo nuclear, en Israel creen que en menos de cinco años Irán desarrollará una bomba atómica. Naftali Bennett, el primer ministro israelí, ha asegurado que “Israel no es parte del acuerdo (JCPOA) y, por tanto, no está obligado por ese acuerdo”. Pero va más allá. Aunque señala que no quieren una guerra con Irán argumenta que “Israel se protegerá con sus propias fuerzas”, pues no quiere que Teherán tenga armas nucleares. Por su lado, el país vecino de Irán, Arabia Saudí, pretende hacer frente al desarrollo de armas nucleares y el rey Salmán bin Abdulaziz manifestó su deseo el pasado septiembre de mejorar sus relaciones con los iraníes pese a los conflictos latentes.
China, Unión Europea y Rusia
En los últimos años, China e Irán han llevado a cabo diferentes acuerdos estratégicos. Uno de los sectores en los que Teherán se ha visto beneficiado es en el de la energía nuclear, pues el gigante chino ha invertido en infraestructuras y tecnología. A pesar de ello, el país asiático es uno de los que participan en el JCPOA, el acuerdo nuclear con Irán. Desde la Unión Europa, Josep Borrell, el alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad ve más necesario que nunca el hecho de encaminar un acuerdo nuclear. Por su parte, Mijaíl Uliánov, embajador de Rusia ante las organizaciones internacionales en Viena, también cree que hay que “concluir las negociaciones, porque la alternativa a esto es de mala a muy mala” y la seguridad internacional está en juego.
