La música es un arte imprescindible en nuestras vidas y siempre ha estado presente allá donde vayamos, pero ¿seguimos concediéndole su auténtico valor?
De arte a simple entretenimiento
La música está definida como “el arte de crear y organizar sonidos y silencios respetando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, afectando al campo perceptivo del individuo”. Sin embargo, ¿sigue la música hoy en día cumpliendo su función original?
La música, como su propia definición dice, es un arte. Un arte como otro cualquiera, como lo es la pintura, la escultura o el cine. La música está inventada para provocar emociones en quien la escucha. Es un arte del que todo el mundo hace uso, pero que pocos le prestan la verdadera atención que se merece. La música consiste en cómo se te ponen los pelos de punta cuando escuchas el puente de Love In The Dark en Adele. Sin embargo, su función ha ido cambiando con el paso de los años.
Cuando un amante de la pintura observa un cuadro, emplea un tiempo en contemplarlo. Cuando está frente a él, trata de preguntarse: qué simboliza este elemento, qué simboliza este otro, por qué lo ha realizado de esta forma, qué ha querido decir con la obra, por qué tiene esa forma de pintar. Y un largo etcétera que podríamos completar si quisiéramos entender la obra en todo su sentido.
Pues esto mismo debería pasar con la música. Pero ¿cuál es el problema? ¿Por qué a la música, generalmente, no se le da el valor que se merece? La música es el arte más omnipresente que existe, y esto hace, a su vez, que su importancia pase desapercibida. Hay una sobreproducción de música en la actualidad que hace que nuestra atención se desvíe en diferentes direcciones. Estamos continuamente rodeados de música y esto ha hecho que no nos paremos a valorar todo el trabajo y el proceso de creación y producción que se esconde en ella.
Detrás de cada canción, de cada álbum, de cada obra, hay toda una historia. En la música, entran en juego muchos factores. La letra, los instrumentos, la melodía, el ritmo, la armonía, las voces, los coros, los arreglos. Y volvemos a tener un infinito etcétera. El caso es que el poder de las tecnologías nos ha permitido tener toda la música que queramos en nuestra mano y a la carta. Además, deberíamos apreciar la preciosidad de cada instrumento que acompaña a cada canción, algo que también se ha ido perdiendo para ser sustituido por un simple ordenador. En los últimos tiempos, la música ha pasado de ser un arte para ser disfrutado de forma contemplativa a un arte para ser consumido de forma instantánea, masiva y superficialmente. Lo habitual hoy en día es poner cualquier canción por la parte que nos interese, darle al play, y escucharla sin prestarle demasiada atención.
La música está perdiendo valor. Ya no existe, generalmente, esa concepción de entender y disfrutar la música en todo su conjunto, tratando de llegar al sentido completo de la obra. En lugar de eso, ha pasado de ser arte a ser simple entretenimiento para la sociedad. Está claro que la música sirve para todas las facetas y que siempre se va a usar como elemento de entretenimiento, pero eso no quiere decir que sólo lo sea en sí mismo.
Desafortunadamente, hemos ido desvalorizando poco a poco el poder de la música, el poder de provocar consecuencias psíquicas en el receptor, evocar recuerdos, cambiar el estado de ánimo, introducirnos en un proceso de introspección o, simplemente, embellecer la vida. Esa es la función original y tradicional de la música, algo que, aunque tengamos que adaptarnos a la evolución de la sociedad, no deberíamos perder.
A esta pérdida de valor de la música influyen otros factores que nombro a continuación.

La música en TikTok
El mejor y mayor ejemplo de lo que he explicado anteriormente, está relacionado con una de las Apps con más influencia en la actualidad: TikTok. En una entrevista, Alejandro Sanz dijo: “Lo que pasa con TikTok es que demanda un cierto género musical o una cierta forma de entender la música”. Y no le falta razón.
Está claro que TikTok no podría ser posible sin música. El 90% de los vídeos contienen música, canciones que se vuelven virales a partir de su expansión en la aplicación. Esto ha provocado que muchos artistas creen canciones exclusivamente para viralizarse en la App y, así que la pueda conocer todo el mundo. Pero ¿es eso, realmente, música? ¿La música no es un arte que te sale de dentro, con el que enseñas al mundo tus más profundos pensamientos, sentimientos e historias? Alejandro Sanz no podría haberlo dicho mejor, “a pesar de la innovación y la novedad, se debería conservar ese respeto a la fórmula original de la música”, ya que, de esta forma, en algún momento, va a dejar de ser una simple forma de arte para convertirse en puro entretenimiento y ocio. Y creo que, aunque evolucione, nunca debemos perder el concepto original del arte.
El gran monopolio de la música actual
Una consecuencia, o más bien una verdadera causa, de esta desvalorización de la música en España, se da por el monopolio musical existente en la actualidad. Es totalmente evidente y destacable la variedad musical que hay en otros países con respecto a España. En nuestro país, la música urbana, como es el reggaetón o el trap, arrasa todas las listas de éxito.
Si analizamos el top 50 de la lista de éxitos de España en Spotify, ¿cuántas canciones, álbumes y artistas no pertenecen al género urbano? Después de analizar el top 50 de canciones en España, nos encontramos con el siguiente número de canciones no urbanas: 1, Flowers de Miley Cyrus. 1 de 50. Un 2% del total de canciones de la lista de éxitos es una canción pop. El resto, todo género urbano. Sin embargo, si ahora observamos el top 50 canciones de Reino Unido, vamos a poder comprobar cómo solo 8 de las 50 canciones son urbanas. Y así podríamos seguir con las listas de éxito de muchos más países.
De esta forma se entra en un bucle. Muchas personas lo único que escuchan es la lista de éxitos y, si esta se conforma solo de canciones urbanas, pues sólo van a escuchar canciones urbanas. Como vemos, estamos ante una diferencia abismal, un gran monopolio del género urbano en el panorama de la música de España.

¿Por qué sucede esto? ¿Por qué en España existe tal simpleza musical? La respuesta aún se encuentra muy ambigua. Una de las causas podría ser la influencia de la tecnología en la producción musical, lo que ha facilitado la creación de canciones. De esta forma, se ha expandido toda esa música que está hecha a base de ordenador y no de instrumentos reales. Se ha convertido en una industria, que se mueve en base a criterios más económicos que artísticos.
Lo que está claro es que en nuestro país, no vendría nada mal un poco más de cultura y variedad musical, ya que es un arte imprescindible para nuestras vidas. Ayuda a tanta gente en tantos momentos, que deberíamos darle el valor que se merece tanto a todo el proceso de creación que hay detrás como a la obra en sí misma. La música es maravillosa; por ello, deberíamos restaurar su valor original.