Este pueblo tinerfeño se ha convertido en un museo al aire libre gracias a Rafa, un vecino del pueblo, quien ha pintado el paseo costero
Bocacangrejo es una pequeña localidad perteneciente el municipio de El Rosario, en la isla de Tenerife. Hace dos años que uno de sus vecinos, Rafa, que vive junto a la playa, decidió llenarla de corazones. A través de las redes sociales este lugar se ha hecho cada vez más famoso por su encanto, que sobretodo está en los corazones de sus vecinos que se esfuerzan por mantenerlo limpio y en buen estado.
Rafa decidió pintar el paseo costero porque estaba en muy mal estado y quería darle alegría y amor. Él mismo cuenta que comenzó pintando «un corazón chiquitito» con un poco de pintura que le había sobrado y a partir de ahí decidió plasmar toda su creatividad. No solo se dedica a pintar corazones, sino que también limpia el paseo e intenta concienciar a todos los turistas que visitan la zona sobre respetar el entorno.

¿Por qué corazones?
El artista de todo eso es un hombre sencillo, un vecino del pueblo, que vive en una pequeña casa-cueva a pie de playa en la que tiene lo necesario para vivir. Para él lo más importante es el amor, por eso decidió llenar toda la playa de corazones. «El amor tan simple es tan grande, que si sientes amor por ti, plásmalo por todo», expresa.

Rafa consigue ganarse el corazón de todas personas que visitan su pueblo. Seguramente si lo visitas, sea la hora que sea lo encuentres pintando corazones por la zona. Cuando se cansa pinta nuevos, así nunca está igual. Además, suele regalar a los visitantes unas pulseras de hilo que el se encarga de hacer.

La cara B de los corazones
Pero no es oro todo lo que reluce, y es que el vecino de Bocacangrejo ha sido avisado por algunas autoridades de que podría ser multado al estar cambiando caminos que su dominio es público. Ante esto, Rafa dice que «el pueblo antes estaba mucho peor». Además de estar más bonito, ahora el pueblo está atrayendo cada vez a más gente que tiene curiosidad por conocer sus corazones.