Crónicas de una debacle anunciada
Una directiva demencial e insuficiente, jugadores con una calidad escasa, deudas y mala gestión del equipo, arbitraje en contra… el Valencia CF esta sumido una debacle crónica y puede descender a segunda división en una de las situaciones más criticas que ha vivido el club desde hace décadas…
En los últimos años, el Valencia CF ha experimentado altibajos en su desempeño deportivo y financiero. En la temporada 2020-2021, el equipo terminó en la 13ª posición en la liga española, lo que significó una temporada decepcionante para los aficionados. En la temporada actual, el equipo está luchando por mantenerse en la Primera División, habiendo obtenido resultados mixtos en lo que va de temporada.
Además, el club ha tenido dificultades financieras en los últimos años, habiendo incurrido en deudas significativas. En 2020, el club se vio obligado a vender a algunos de sus jugadores clave para cumplir con los requisitos financieros de la UEFA. La situación financiera del club ha llevado a cambios en la estructura organizativa del club, incluyendo la llegada de un nuevo presidente y un nuevo consejo de administración.
Esta dinámica ha continuado hasta día de hoy. Con aún la temporada 2022-2023 sin acabar, el Valencia esta peleando por mantenerse en primera. La victoria en la jornada 35 contra el Real Madrid mantiene al equipo prácticamente en primera división, pero la situación del Valencia CF es complicada, tanto en lo deportivo como en lo financiero. El equipo y sus aficionados deben centrarse en la situación real del club y dejar de lado cualquier tema extradeportivo.

Una luz al final del túnel
Son tiempos difíciles para el Valencia. Tenemos el juego y la técnica pero no la calidad por los jugadores. Ningún entrenador como Baraja, Gattuso o Bordalás o cualquier otro entrenador pasado o existente puede hacer nada con una plantilla que pide unos objetivos con una calidad insuficiente. La verdadera culpa no está en Mestalla, ni la tienen los jugadores, la tiene Peter Lim y compañía que está llevando esto a la ruina. La actual plantilla es la que ha elegido y ha convertido Peter Lim a través de su gestión, los jugadores no pueden hacer más por que su calidad no llega al verdadero nivel del equipo del Turia.
Numerosas campañas e iniciativas por parte de la afición intentan elevar y levantar el Valencia CF para evitar la debacle. Los aficionados no pueden hacer prácticamente nada más. Cualquier seguidor de este equipo no debería estar contento con el equipo hasta que lleguemos a competir en la máxima competición europea como es la Champions League, donde debe estar este equipo.

Mientras, en lo que queda de temporada, solo queda apoyar y aupar al equipo para sacarlo de esta situación, el propio equipo sabe que pueden jugar todos los partidos con 12 jugadores: su afición. Tras esta temporada y conseguir este objetivo, solo queda presionar o montar huelgas para empujar la marcha de Peter Lim, que pueda ver que nadie quiere apoyar un proyecto abocado a la ruina. La llegada de otro accionista, presiente o empresa como grupos americanos o valencianos que se han interesado por el equipo valencianista, es la única esperanza de este equipo. El futuro de este equipo, aunque muchas veces no lo parezca, depende de la propia gente que lo sigue, apoya y sostiene el proyecto: sus aficionados. Antes el Valencia CF infundía miedo, ahora tenemos miedo.