La gira arrancó el pasado 6 de julio en Almería y ayer la cita fue en la Marina Sur de Valencia, donde la artista se bebió una horchata en directo
El pasado 18 de marzo Rosalía lanzó su tercer disco de estudio después de sus predecesores Los Ángeles y El Mal Querer. A partir de ahí, este álbum experimental, que combina todos los estilos y formas que a Rosalía le apetece, se convirtió en el mejor debut de un disco español en Spotify y en el mejor debut de un álbum femenino en español. Con estas cifras no es de extrañar que cuando anunció su gira mundial, las páginas de entradas se colapsaran por todas las ‘motomamis’ que querían hacerse con su entrada para ver a la catalana en directo a pesar de los altos precios.

La gira arrancó el pasado 6 de julio en Almería y ya ha pasado por ciudades como Sevilla, Granada y Fuengirola. Ayer fue el turno de Valencia en el auditorio de la Marina Sur. Las próximas fechas son Bilbao, A Coruña, Palma y los dobletes de Madrid y Barcelona. Después, la catalana saltará el charco a Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá y volverá a Europa para sus citas europeas poniendo punto y final a 44 conciertos el 18 de diciembre en París.
La ola de calor con sus temperaturas rozando los 40º no impidió que las ‘motomamis’ hicieran horas y horas de cola para ver lo más cerca posible a Rosalía en el escenario. Además, Valencia ha sido la ciudad donde se estrenaba la Vip Early Entry, unos tipos de entrada que oscilan entre los 200 y 400€ que permiten el acceso antes, zona vip y regalos de merchandising como una camiseta, una gorra y un tanga.
Bailes, piano, guitarra y emoción
Rosalía ha demostrado que es una artista de los pies a la cabeza y se ha consagrado como la artista del momento en el panorama nacional y como una estrella internacional. Al ritmo de los motores, el show se abrió con SAOKO, la primera canción que escuchamos de Motomami. En el espectáculo no faltaron bailes acompañados por su séquito de bailarines en CHICKEN TERIYAKI, DIABLO, MOTOMAMI, LA COMBI VERSACE, TKN, LA FAMA, BULERÍAS y por supuesto BIZCOCHITO, que se ha convertido en meme por las poses y gestos de Rosalía mascando chicle en directo.
No faltaron sus éxitos de El Mal Querer como DE AQUÍ NO SALES, PIENSO EN TU MIRÁ y por supuesto con la que empezó todo, MALAMENTE. También volvió a sus orígenes más flamencos con De Plata, del disco de Los Ángeles.
Pero no solo bailó, Rosalía también demostró la voz que tiene y emocionó en temas como CANDY, G3N15 (tema que dedica a un familiar que hace tiempo que no ve), COMO UN G y se atrevió con la guitarra en Dolerme y el piano en HENTAI.

Además hizo su propio cover de la canción Perdóname de Eddy Lover y La Factoria y perreó al ritmo de Papi Chulo y Gasolina. Tampoco faltaron los temas que tiene con otros artistas como Linda con Tokischa, Relación Remix, Yo x Ti, Tu x Mi con Ozuna, Con Altura con J Balvin, Blinding Lights con The Weeknd y LA NOCHE DE ANOCHE con Bad Bunny, que aunque Benito no estaba en ese momento en La Marina Sur, Rosalía se encargó de buscar a un fan para cantarla a dúo con él.
Rosalía cantó DESPECHÁ y Aislamiento, nuevos temas que aún no ha sacado
Valencia incluso ya se sabía de memoria DESPECHÁ, una canción que aún no ha salido pero que ya ha cantado en varios conciertos y que los fans le piden que la saque cuanto antes. Además presentó por primera vez otro tema inédito, Aislamiento. No faltó tampoco su particular abecedario con Abcdefg, donde cambió la V por V de Valencia. Finalmente terminó con DELIRIO DE GRANDEZA, SAKURA y CUUUUuuuuuute.
Entre canción y canción Rosalía aprovechaba para interactuar y charlar con el público, recoger las pancartas que les dedicaban, hablar en valenciano e incluso beberse una horchata para refrescarse e hidratarse. La paella la ha dejado para después del concierto, según ha publicado ella misma en sus historias de Instagram. Así pues, Rosalía recalcó que Valencia es una auténtica ciudad Motomami.
