Así fue la clausura de Metafuturo
Del 21 al 24 de noviembre La Sexta ha desarrollado una iniciativa con la vista fija en el futuro, para abordar los desafíos que aguardan a la humanidad. A través de conferencias y mesas redondas, se ha debatido sobre tecnología, periodismo y derechos. Durante la última jornada se ha celebrado el Congreso Metafuturo Internacional.
Personalidades líderes de alcance global han pisado esta semana el Ateneo de Madrid para expresar sus preocupaciones e incertidumbres sobre los retos que la humanidad deberá solventar en un futuro cercano. Pero también la esperanza y el optimismo con el que se deben afrontar las oportunidades venideras. La jornada de clausura aborda perspectivas sobre el Metafuturo relacionadas con Derechos Humanos o el bienestar del planeta.
La Tecnología y la defensa de los Derechos Humanos en el Metafururo
Steve Wozniak, cofundador de Apple, abría el primer encuentro de la mañana con un mensaje explosivo: “Las empresas deberían tener un departamento de disrupción donde se piense de forma distinta». El otro invitado a analizar la fricción que existe entre la tecnología y la defensa de los derechos humanos, José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, explica que “aceptamos como individuos cosas en el mundo digital que nunca aceptaríamos en el mundo físico, como que alguien nos siga o nos geolocalice permanentemente”.
El ingeniero, programador, filántropo y emprendedor tecnológico estadounidense, ha fijado la atención en la importancia de abordar eficazmente el peligro de la tecnología, porque «la tecnología proviene de las mentes humanas y una vez que se conoce, se conoce y se va a aplicar a cosas como bombas atómicas, bombas nucleares… Cuando era joven ese era el mayor temor” confiesa Steve Wozniak.

En la misma charla, moderada por la periodista Mamen Mendizábal, el presidente de Telefónica ha reflexionado acerca de que pensamos en ambos mundos como mundos separados cuando en realidad no lo son, «tenemos una vida». Álvarez-Pallete y Wozniak opinaron acerca de la desigualdad que está creando el mundo digital; además de la necesidad de poner al ser humano en el centro del desarrollo. «Europa solía ser la cuna de los valores. Hay que centrarse en que nadie se quede atrás», ha remarcado Álvarez-Pallete.

“Ahora por el mismo precio que teníamos una neurona electrónica, hacemos sesenta mil millones, que las metemos en un chip, en un iPhone. Cuando empezamos en Apple, la cantidad de memoria para integrar una canción costaba un millón de dólares”, explicaba así Wozniak el avance de la tecnología. Poniendo fin al encuentro se ha reflexionado sobre la problemática actual, en referencia al dualismo entre aspectos como el cambio climático y los avances tecnológicos.
«los responsables de la revolución digital deberían verse forzados a vivir en ella»
Steve wozniak
«La única solución que se me ocurre para el cambio climático no son los paneles solares o la energía eólica, la electricidad es un pequeño porcentaje del uso de la energía. Lo mejor es reducir la población”, ironiza el cofundador de Apple. «Economía es igual a energía y es igual a emisión”. Ambos coinciden en la importancia de analizar las revoluciones digitales pasadas para entender la revolución más profunda en la historia del ser humano. Steve Wozniak en Metafuturo: «los responsables de la revolución digital deberían verse forzados a vivir en ella porque muchas veces lamento lo sucedido».
El [Meta]futuro del Planeta: En busca de la Humanidad adulta
La cadena congregó en Metafuturo del planeta: en búsqueda de la humanidad adulta a dos líderes de alcance global para debatir sobre el cambio climático y su impacto en el futuro. El paleontólogo Juan Luis Arsuaga ha aportado una perspectiva en la que el pasado cobra vida para entender el presente, aunque como él mismo recalca en numerosas ocasiones, debemos mirar al futuro para encontrar soluciones. Analizando esta visita al pasado, la activista medioambiental Céline Cousteau ha añadido que “muchas comunidades viven en el presente, pero mantiene un estilo de vida anclado al pasado”.

Ambos ponentes centraron la charla en el futuro del planeta como consecuencia del impacto ilimitado del ser humano, provocado a su vez por una sociedad consumista que Céline Cousteau, nieta del famoso explorador Jacques Cousteau, atribuye a un problema interno del propio ser humano.
En la misma charla, moderada por el periodista Gonzo, Luis Arsuaga ha afirmado que ”nuestros antepasados eran parte del ecosistema, no existía esta contraposición entre la especie humana y el medio” y que “ha habido otros cambios climáticos, pero esta vez nos enfrentamos a uno causado por el impacto del hombre y por eso al que más va a afectar es al hombre”. Analizando si estamos viviendo actualmente el impacto más intrusivo del cambio climático, Cousteau afirma que no existe ningún lugar en el planeta libre de la huella que ha dejado la sociedad capitalista, pero añade que “ciertos lugares van a mejorar, porque va a haber agricultura donde antes no se podía”; a lo que Luis Arsuaga matiza recalcando que “la mayoría estamos en la zona de riesgo”.

Uno de los objetivos del encuentro era llegar a la tan esperada solución para acabar con este gravísimo problema. Ambos invitados han resumido esta problemática en dos causantes; el primero siendo la dificultad que conlleva el intentar cambiar los valores de una sociedad. “Para que una sociedad cambie, tienen que cambiar sus dioses, sus valores. Nuestros dioses son la economía basada en el consumo que tropieza con la limitación de los recursos», explica Arsuaga.
A pesar de esto, el paleontólogo se muestra optimista afirmando que “no es incompatible el bienestar del planeta y el del ser humano”. Céline Cousteau argumenta sobre la incapacidad de los líderes de tomarse en serio esta cuestión: “Es un problema que vemos a larga distancia”. La activista medioambiental sugiere estar bien con los seres humanos y vivir en justicia como forma efectiva de encontrar una solución; porque si no hay justicia, “la buscamos con rabia”.
«Piensa globalmente, actúa localmente»
Juan Luis Arsuaga
Citando el enunciado del segundo encuentro de la jornada de clausura, Arsuaga ha remarcado que “debemos dejar de ser niños que echan la culpa a los demás”, para explicar que debemos asumir como consumidores la responsabilidad de iniciar un cambio. “Debemos hablar primero con la gente que no piensa como nosotros”, añade Cousteau. Para finalizar el acto, Juan Luis Arsuaga, director científico del Museo de la Evolución Humana de Burgos, ha cerrado con la siguiente cita: “Piensa globalmente, actúa localmente”.
Los bulos, la gran amenaza de la democracia
Javier Bardají, Consejero Delegado de ATRESmedia, ha sido el encargado de presentar la última intervención del evento. Ha pronunciado un discurso breve y contundente, que reafirma el compromiso social de ATRESmedia, decidida a hacer medios de comunicación sostenibles: “Hablamos muchas veces de sostenibilidad, pero no nos planteamos cómo tiene que ser la televisión sostenible”.
En este sentido, asegura que los medios de comunicación deben apostar por la sostenibilidad social, que tiene que ver con afrontar la responsabilidad «del impacto social de todo lo que nosotros somos capaces de emitir al aire, que tiene un impacto positivo o negativo siempre». «No es neutro”, afirma. Así, recuerda la importancia de fomentar el espíritu crítico, el pluralismo y la calidad periodística.
«¿Qué están dispuestos ustedes a sacrificar por la verdad?», era la pregunta que lanzaba al auditorio la periodista María Ressa en 2021 en la ceremonia en la que fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz.
Mientras los bulos y las fake news experimentan un refuerzo importante gracias a la exponencial capacidad de difusión que permite internet, María Ressa hace una llamada al juicio crítico y responsable: «Hay que hacer algo, tenemos que pasar de ser usuarios a ser ciudadanos activos que vamos a reconstruir lo que significa el compromiso cívico en una era de mentiras exponenciales».
«¿Qué están dispuestos ustedes a sacrificar por la verdad?»
María ressa
Ressa, ha puesto la guinda a un intenso ciclo de conferencias. Entre las reflexiones que intercambia con su interlocutora, Ana Pastor, destaca la pasión por el periodismo y la defensa de los profesionales que lo ejercen y que, todavía hoy, corren peligro por ello. Ella lo sabe bien. En Filipinas todavía le quedan siete cargos judiciales pendientes por desempeñar su trabajo como periodista: «Para estar aquí hoy, tengo que pedir la aprobación del tribunal, a veces me dan la aprobación, a veces no. No sabes cuánto valoras tu libertad hasta que empiezas a perderla«.
Se muestra también cautelosa con las redes sociales, las que define como armas controladas: «Las redes sociales permiten ataques exponenciales, no se trata de libertad de expresión, es una libertad de expresión que se utiliza para destrozar la propia libertad de expresión».
«La tecnología se utiliza en las redes sociales para cambiar lo que pensamos», ella ha llegado a recibir 98 mensajes de odio por hora tras realizar un estudio que comprobó que 26 cuentas falsas de Facebook, tenían capacidad de influencia sobre por lo menos tres millones de cuentas que manejaban personas reales. Piensa que la educación debe ser primordial para asegurar que las nuevas generaciones no se vean perjudicadas por las redes sociales y aprendan a juzgarlas críticamente.

Sobre los ataques que recibió personalmente y hacia su equipo de trabajo es contundente: «Este es mi treintaidosavo año como periodista, he trabajado en zonas de guerra y sé lo que es estar en peligro, pero esto es constante, [el teléfono móvil] está con vosotros todo el tiempo. Realmente la pregunta es ¿por qué tiene que ser así? Tuvimos que aumentar la seguridad, porque la violencia online lleva a una violencia en el mundo real».
La finalidad la tiene clara: «Están tratando de cerrarte a través de ataques online, tratar de intimidarte para que te calles, para silenciarte, y eso no lo hace una persona. No es desinformación. Esto es un enfoque dirigido. Lo primero que intentan es que nadie crea lo que dices como periodista y lo segundo que intentan hacer es que voluntariamente, como persona, decidas callarte». Y es necesario que existan periodistas valientes para defender un periodismo justo.
A pesar de todo se muestra optimista y admite que merece la pena luchar por el periodismo libre: «Lo que hacemos ahora realmente es esencial», afirma pensando en el futuro. «Cada vida es una búsqueda de significado y el significado no es algo que se pueda comprar, no es algo que alguien te pueda dar. Se va creando pieza a pieza con los valores por encima. Y nos encanta el periodismo, el periodismo a lo mejor es quien yo soy y yo no sería yo si no hiciera lo que estoy haciendo, si no ayudara a crear el futuro».

En una realidad cambiante se ha mirado al futuro con ganas e incertidumbre durante las cuatro jornadas organizadas por La Sexta y ATRESmedia. Las personalidades que han convergido en estos encuentros parecen haber indicado un camino posible hacia el avance en los distintos campos de los que se ha hablado. Para el periodismo, ha quedado al descubierto una realidad que resulta desfavorable para los periodistas en muchos lugares del mundo y que se debe continuar impulsando la libertad y la responsabilidad en todos los ámbitos sociales y políticos.
Artículo redactado por Nuria Miguélez Cáceres y Gema Mañogil