Como cada 22 de febrero, se celebra este año el Día Europeo de la Igualdad Salarial, que pone de relieve la desigualdad económica entre hombres y mujeres en el mismo plano profesional
En 2023, la desigualdad salarial entre hombres y mujeres continúa siendo una realidad. Según la Comisión Europea, la brecha salarial de género mide un concepto más amplio que la discriminación salarial, comprendiendo una gran cantidad de desigualdades que enfrentan las mujeres en el acceso al trabajo y los beneficios que reciben por él. En Europa, los datos son cada año más esperanzadores, pero la consecución de la igualdad salarial efectiva está aún muy lejos.
¿Por qué existe la brecha?
Según datos de la Comisión Europea, alrededor del 24% de la brecha salarial de género en Europa está relacionada con la sobrerrepresentación de las mujeres en sectores de salarios relativamente bajos, como el cuidado de menores y ancianos, la salud y la educación. Además, las mujeres tienen más horas de trabajo por semana que los hombres, pero dedican más horas al trabajo no remunerado, un hecho que afecta notablemente a sus perspectivas laborales.

Si se habla de desigualdad salarial, también hay que hacerlo del «techo de cristal», metáfora que hace alusión a la barrera invisible que dificulta que las mujeres accedan a los altos puestos de poder de empresas y administraciones. Sin embargo, parece que esta brecha es cada vez menor en los estados europeos.

El caso de España es significativo, y es que según datos de 2021 del Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje de mujeres que ocupaban los órganos superiores y altos cargos de la Administración General del Estado ascendió, aunque ligeramente, hasta un 43,7%. No ocurre lo mismo en el sector empresarial, en el que las mujeres no están representadas ni en una décima parte de las presidencias.
Europa, la región que más reduce su brecha
Con 68,6 sobre 100 puntos, la Unión Europea es líder mundial en igualdad salarial. Desde 2010, la puntuación de la UE en el Índice Europeo de la Igualdad de Género a cargo del Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE) ha aumentado 5,5 puntos, y 0,6 desde 2019.

No obstante, el problema sigue estando en los trabajos mal pagados o no remunerados desempeñados en su mayoría por mujeres, un determinante valor económico y social que se pierde entre datos y gráficas estadísticas. Según datos del Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE), en 2021, el 52% de las mujeres frente al 23% de los hombres informaron cuidar y supervisar a los niños a su cargo. La pandemia agravó la brecha: más mujeres que hombres (40% y 21%, respectivamente) pasaban más de cuatro horas al día cuidando a sus hijos de 0 a 11 años.

La brecha se agranda también con las tareas de cuidado del hogar. Según el mismo índice europeo, el 66% de las mujeres y solo el 20% de los hombres informaron realizar las tareas del hogar completamente o en su mayoría por sí mismas.
España, a la cabeza en igualdad salarial
Tomando los datos del año pasado del portal EUROSTAT, la brecha salarial en España es menor a la brecha salarial en la Unión Europea (13%), un buen dato si se tiene en cuenta que hacia 2010 la situación en España era significativamente peor que en el resto de Europa.

Sin embargo, no todos son datos positivos. Las mujeres siguen infrarrepresentadas y recibiendo menores sueldos, en los mismos puestos de responsabilidad, en especial en sectores como el transporte y almacenamiento, o la hostelería y restauración. Ahora bien, desde una perspectiva comparada, España destaca por la reducida brecha salarial en el sector de información y comunicaciones (8,6%) y el de actividades financieras y de seguros (13,2%), según registros del Observatorio de Igualdad y Empleo (2020).

Los peores datos son, sin duda, los referidos al desempleo. En el último trimestre de 2022, la Encuesta de Población Activa (EPA) reflejó el dato de 1.740.085 mujeres, frente a 1.168.312 hombres, desempleadas. Esto supone un 19,66% de brecha de género entre ambos sexos. La tasa de paro sigue perjudicando a las mujeres; la de ocupación, por consiguiente, favoreciendo a los hombres.
Grandes mejoras, pero mucho camino por recorrer
La propia Unión Europea es consciente de que, aunque los datos relativos a la brecha salarial entre géneros mejoran cada año, la igualdad efectiva y real de salarios queda aún lejos. De ahí la importancia de jornadas de sensibilización como la de hoy, una gran oportunidad «para poner el foco en la brecha salarial e instar a los Estados miembros a seguir tomando las medidas necesarias para reducirla».