La mayor pérdida de cabello durante el otoño se debe al efluvio telógeno estacional. Es un proceso habitual que no implica alopecia permanente, aunque hay ciertas medidas que ayudan a prevenirlo
El 22 de septiembre comienza el otoño y con su llegada no son solo las hojas de los árboles las que se caen, la caída del cabello también se acentúa. Este fenómeno puede resultar preocupante, pero lo cierto es que en la mayoría de casos es algo pasajero.
El cuero cabelludo y sus folículos capilares pasan por tres etapas diferenciadas: crecimiento, reposo y caída. El efluvio telógeno se corresponde a la fase de caída, cuando el pelo cae para dar paso a uno nuevo, que estaba creciendo debajo del que se desprende. Es un proceso constante durante el año que experimentamos cada día, pues diariamente perdemos entre 50 y 100 pelos de media.
Acentuación del efluvio telógeno en otoño
Una de las principales causas que propician este incremento en la caída del pelo es la reducción de horas de luz. Con el solsticio de otoño pasamos a tener las mismas horas de luz que de oscuridad. Además, con el cambio de hora la mayoría de la población no aprovecha esa hora de luz que se va de la tarde a la mañana. Esta pérdida de luz provoca que el cuerpo genere menos melatonina, una hormona que “aumenta la fase de crecimiento acortando de esta forma la etapa telogénica o de caída”, tal y como explicó la doctora Elena Martínez, dermatóloga de Clínica Pilar de Frutos, en Vogue España.
Otro factor que aumenta el efluvio telógeno es el estrés, que normalmente se intensifica en este periodo con la vuelta a la rutina tras las vacaciones. El estrés provoca un aumento en la hormona del cortisol, lo que puede acelerar la llegada de la etapa telógena. A su vez, la tensión que el estrés genera dificulta la llegada de nutrientes y oxígeno a los folículos, debido a la contracción de los vasos sanguíneos.
Medidas de prevención para la caída del cabello
Para tener un pelo fuerte y sano es necesario llevar una alimentación sana y equilibrada. El cabello necesita nutrientes y minerales para un correcto crecimiento. Aunque el cuerpo es capaz de generar en cantidades suficientes maganeso y otras sustancias, otras han de adquirirse a través de la alimentación. Por ejemplo, la falta de proteína o hierro se traduce en un cabello fino y sin fuerza.
Otro método que puede ayudar a reducir la caída del pelo es el masaje capilar. En este sentido, es imprescindible dominar la técnica. Con las yemas de los dedos, debemos realizar suavemente movimientos circulares. De esta forma, activaremos la circulación sanguínea y rebajaremos el nivel de estrés. ¡Solo necesitas 5 minutos!
Acudir a un especialista
Entre otras causas, si la caída del cabello supera los 100 pelos diarios, es recomendable acudir a un dermatólogo, según informa Quirón Salud.

