Una vecina del pueblo riojano denunció que el repique de las campanas por la noche vulneraba su derecho al descanso
Corría 2022 cuando una residente de Matute puso una denuncia para acabar con el tañido nocturno de la Iglesia parroquial de San Román. Alegó que le provocaba estrés acústico y la justicia le dio la razón.
Aunque el Ayuntamiento de Matute recurrió ese primer fallo, el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja no solo volvió a darle la razón a la mujer, sino que añadió una indemnización de 3000 euros para la afectada. Este tribunal considera que se exceden los límites tolerables de ruido, afectando así a la tranquilidad de la denunciante por las noches. Una decisión con la que la localidad, de un centenar de habitantes, no puede estar más en desacuerdo.
Al grito de: “Las campanas sí se tocan”, los matutinos se han unido para expresar su indignación. “Es algo cultural que nos va a quitar”, dice una de las vecinas, “a mí me hacen compañía”, “le molesta todo”, dicen otras en defensa de las campanadas nocturnas, según recogió Telecinco.
Hasta el momento, ningún vecino, incluidos los de la plaza, que son los más próximos a la torre del campanario, se había quejado. Una ciudadana de la localidad, que reside a 25 metros de la iglesia, dijo en COPE Rioja: “Ahora tengo que mirar el móvil u otros dispositivos para saber la hora, a mí que vivo a 25 metros del campanario no me molestan”.
Respuesta del alcalde
La denunciante lleva viviendo en el municipio desde hace 30 años. Se ha estimado que su domicilio se encuentra a 350 metros de la iglesia. Estos datos han llevado a Jacinto Clemente, alcalde de Matute, a señalar que “cuando uno va a un pueblo tiene que adaptarse a la vida del pueblo, no acabar con las costumbres y con todo”, según ha recopilado elDiario.es.
Las campanas, que siempre habían estado en constante funcionamiento, suenan a las horas en punto y en las y media. Ahora, esos toques han quedado silenciados de 22:00 a 8:00 horas, con el añadido de una indemnización de 3000 euros para la vecina, una cifra que el alcalde considera “una exageración”, según ha informado elDiario.es.
El Ayuntamiento y el vecindario, en concordancia
Frente a esta situación, el alcalde ya ha anunciado que presentará un recurso de casación. Mientras, los residentes se han movilizado y han puesto en marcha una recogida de firmas. Todos ellos consideran que el sonido del campanario constituye una seña de identidad del municipio.
La profesión de campanero
El oficio de campanero ha ido perdiendo relevancia en España desde los años 40. Históricamente, el tañido de las campanas ha funcionado como un medio de comunicación, anunciando fallecimientos, fuegos, fiestas y otros acontecimientos destacados.
Aunque a día de hoy se conservan más de 30 modos de toques de campana diferentes en La Rioja, la figura del campanero corre el riesgo de desaparecer. En muchos casos, su práctica queda relegada a actos altruistas de los propios vecinos.
Conscientes de esta situación, la Asociación de Campaneros de La Rioja tiene como objetivo captar a vecinos que quieran preservar esta tradición. Por ello, se está recorriendo los campanarios de la comunidad. Lo que comenzó con ocho integrantes, hoy reúne a cerca de 20 personas comprometidas con mantener viva esta práctica ancestral.

