Ante el abandono de los animales exóticos, los centros de recogida sobrepasan su capacidad
Los animales exóticos como los felinos, grandes aves, o reptiles de caparazón y escamas pueden formar parte de nuestra familia. Aunque, a veces, sus necesidades vitales chocan con las condiciones que podemos ofrecerles en casa.
A pesar de que existen unos registros que especifican los animales que no se pueden tener en casa, en España es posible albergar cualquier tipo de animal, siempre y cuando venga de la cautividad, no de la naturaleza. Así, se puede tener, por ejemplo, a un ocelote o a una mofeta. Para limitar la tenencia de animales exóticos como mascotas, tres ONG: AAP Primadomus, la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) y la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA), han creado la Coalición para el Listado Positivo, un proyecto para definir qué se permite tener en casa.
La idea de cuidar a un animal diferente llama mucho la atención a la población, pero desconoce los problemas que supone un exótico en casa, así como el mantenimiento necesario. Esto es lo que dicen la mayoría de propietarios a Gladys Freginals, quien dirige el centro de recogida Ave Fénix. A su negocio, que no recibe ayudas ni subvenciones del Estado, las aves llegan por diferentes motivos, entre ellos por abandono, porque a sus dueños les molestan los gritos, porque es caro mantenerlos, tanto en alimentación como en veterinario, o por separaciones matrimoniales. Quedarte sin trabajo, ir a vivir fuera de España, que el animal se haga viejo o que ya no resulte “simpático”, son otras razones para deshacerse de él.

Por desconocimiento o no, muchos de ellos llegan con problemas: “Les pegan patadas en las jaulas para que se callen, vienen sin plumas del estrés y de la mala alimentación e incluso a veces hemos recibido aves en jaulas llenas de mierda”, ha relatado Freginals. Una vez que se recuperan, también es difícil encontrar un hogar adecuado para las especies de mayor tamaño, ya que “gran parte de los propietarios no reúne las condiciones óptimas que necesita el animal”, ha apuntado la directora.
Uno de los centros impulsores de la Coalición para el Listado Positivo, AAP Primadomus, también se encarga de los animales exóticos, en este caso de mamíferos. Su procedencia es diversa: muchos llegan del mundo del entretenimiento, circos principalmente, y otros de la tenencia particular y del tráfico ilegal, según ha detallado la responsable de políticas públicas de esta organización, Marta Merchán.

Pero tener a estos animales en casa genera inconvenientes, tal y como ha indicado Merchán: “Por un lado está su bienestar, porque un gran porcentaje de los casos no son aptos para la vida en cautividad. Por muy buenas intenciones que pueda tener el propietario, nunca van a poder satisfacer sus necesidades en un ambiente doméstico, da igual que sean grandes o pequeños”. Por otra parte, “estas modas” generan otras desventajas, para la seguridad ciudadana y para la pública, puesto que “pueden morder o causar destrozos”. Además, pueden ser puentes de transmisión de enfermedades, y si terminan en naturaleza y se adaptan, convertirse en especie invasora.
En Costa Rica
Esta situación no está pasando solo en España, sino en multitud de países. Uno de ellos es Costa Rica, que alberga un 5% de la biodiversidad del planeta. Allí, el comercio ilegal y la tenencia de animales inapropiados para el hogar, hacen que refugios como el de Santa Ana, próximo a la capital, San José, estén abarrotados.
Además de los monos titís de Brasil y los cariblancos, este centro cuida mamíferos muy diversos, destacando dos ocelotes y un perezoso. Pero los animales que más abundan son los reptiles, y en concreto las tortugas, que proceden mayoritariamente del abandono de sus dueños.
En un proporción similar a los reptiles, el refugio de Santa Ana se encarga de las aves. Las especies son muy diversas, ante la gran variedad de animales plumados que concentran los entornos costarricenses, entre los que se encuentran tucanes, guacamayos y lapas verdes. Sin embargo, los ejemplares de loros parlantes son los más habituales en este recinto, debido a que sus propietarios “se han cansado de ellos” o “les molestan”.
Tener animales exóticos en casa “es un capricho”, reconocen desde las protectoras. Por eso, piden responsabilidad y reflexión antes de adoptarlos, y, en caso de hacerlo, reunir las condiciones óptimas para garantizar su bienestar.
Fuente de los vídeos: Sofía Henales López