Asistimos a la obra de teatro protagonizada por Ana Belén y José Luis Gómez
A finales del siglo XVI, Shakespeare ya había terminado la que sería una de sus obras más célebres. Y lo hizo con la muerte de sus protagonistas, Romeo y Julieta. Ahora, cinco siglos más tarde, el austriaco Eberhard Petschinka reinterpreta la obra del dramaturgo inglés cambiando el destino de los amantes de Verona. ¿Qué pasaría si se despertasen cincuenta años más tarde?
Del paso del tiempo, el amor o la muerte
Dirigida por Rafael Sánchez, esta relectura de Romeo y Julieta narra la historia del amor adolescente desde la perspectiva de dos ancianos que no se reconocen. Eso sí, obviando la acción en favor del recuerdo. José Luis Gómez y Ana Belén interpretan, respectivamente, a Romeo y Julieta. Y no lo hacen solos. Les acompañan José Luis Torrijo, Irene Rouco y David San José. Un total de cinco actores (y músicos) para dar vida a casi una decena de personajes.
El elemento central de la obra son las reflexiones sobre el paso del tiempo, la vejez, el amor o la muerte. Como dice Julieta en una escena: «Cuando ya se ha hecho todo, ¿qué nos queda? Amar, y seguir amando». Así, centrándose en la memoria y los recuerdos, el guion destaca por su mezcla de drama, humor y música. Más de una carcajada se escuchó entre el público, conmovido a partes iguales con las escenas más tensas. En parte, gracias a la escenografía que, por medio de un excelente uso de luz y atrezzo, consigue el ambiente perfecto para la historia.

Flashbacks, música y guiños al espectador
La narración intermitente y autoconsciente, asumida por diferentes personajes según avanza la obra, constituye el hilo conductor. Por medio de flashbacks, la acción avanza y retrocede intercalando también números musicales (boleros incluidos) bajo la dirección de David San José. Otra cuestión importante es la interacción con el público, que a veces no sabe si lo que está viendo es improvisado o planeado. Más de una vez se aludió a supuestos fallos técnicos, que luego resultaron perfectamente integrados en la escena. Así, aportan dinamismo al mantener la atención del espectador durante casi dos horas.
¿Lo mejor de la obra? La escenografía, la comedia introducida por José Luis Torrijo y Ana Belén, que, para deleite del público, se anima a cantar varios temas.
La obra estará en el Teatro Español hasta el 4 de junio.