La nueva película de Spider-Man se estrena el próximo viernes 2 de junio
Situada un año y medio después de la anterior entrega, esta película reúne de nuevo al Spider-Man de Miles Morales en una aventura multiversal que entrelaza su camino con el de multitud de variantes del icónico héroe arácnido.
El cine de animación no volvió a ser el mismo desde que se estrenó Spider-Man: un Nuevo Universo en 2018. Con un estilo desenfadado que calcaba al de los cómics, la película revolucionó por completo el género, logrando poner en jaque a los reyes de la animación y haciendo que los estudios se replanteasen la manera de hacer este tipo de cine. Esto, unido a una historia fresca y fiel al héroe más popular de Marvel, hizo que la película ganase el Oscar a Mejor película animada en su año de nominación.

Ahora, cinco años después, Miles Morales, el Spider-Man más hip-hopero y urbano, vuelve a la gran pantalla con Spider-Man: Cruzando el Multiverso, apostando por una aventura más grande, completa y con muchas, muchas, MUCHAS spider-personas más.
Cualquiera puede llevar la máscara
Si bien la primera película de la franquicia exploraba el concepto del origen del héroe, en esta se explora la responsabilidad que tiene el mismo. El lema de “cualquiera puede llevar la máscara” se completa así en esta película, aportando un enfoque del que no se había mirado hasta el momento: “lo importante es cómo la lleves”.
Una vez más, la película logra redefinir el género de la animación otorgando una estética única a cada universo que visitan los protagonistas, pero manteniendo la estética de cómic que ya se vio en la anterior. Visualmente, la película es un abrumador detonante de creatividad, superando con creces a lo visto en la primera entrega.
La banda sonora está a su vez cuidadosamente seleccionada. Las canciones acompañan a la perfección las escenas, y prometen a los más melómanos un álbum a la altura del primero, que alcanzó el puesto número cinco del Billboard Top 200 de Estados Unidos. Daniel Pemberton repite como compositor del score, con pequeños guiños en los temas de cada personaje que, al igual que cuentan con su propio estilo artístico, también lo hacen con un tema sonoro distintivo.
La nueva aventura de Miles se convierte en una aventura mucho más humana y compleja que la anterior, buscando su lugar en un universo de héroes arácnidos con los que no termina de encajar. El rol de la familia toma también un papel mucho más importante que en la anterior. Los padres de Miles entran en escena y, mientras que el foco principal sigue en el Spider-Man de Brooklyn que calza unas Nike Air Jordan y escucha Sunflower de Post Malone en bucle, se dejan enfocar por los reflectores, adquiriendo una relevancia significativa. Su apoyo e influencia es vital para Miles, siendo el único apoyo que tiene en esta entrega.

El resto de secundarios también brillan por sí mismos, en especial Gwen Stacy. Su Spider-Gwen adquiere un protagonismo casi absoluto desde el minuto uno de la cinta, y el desarrollo de su relación con Miles es uno de los puntos fuertes de la película. Spider-Punk y Pavitr Prabhakar son dos de las nuevas variantes que aportan un contrapeso cómico a la cinta. Un soplo de aire fresco ante la carga dramática de la película (que es mucho mayor que en la anterior). En cambio, Peter B. Parker, la variante que sirvió de mentor para Miles en Spider-Man: un Nuevo Universo se siente algo desaprovechado en comparación con la anterior entrega, sin llegar a exprimir al máximo su potencial.

Miguel O’Hara es otra variante del trepamuros que cobra un peso fundamental en Spider-Man: Cruzando el Multiverso. Si bien ya apareció en una escena post-créditos de la primera entrega, es en esta película donde el personaje se desarrolla de manera magnífica, dejando al espectador con más ganas de su Spider-Man en aras de la próxima entrega, Spider-Man: Beyond the Spiderverse, ya confirmada para el próximo año.
Y es que, en esencia, la película sí se siente como una digna secuela de la anterior, mejorándola en aspectos de los que uno pensaba que serían inmejorables, y encajando perfectamente con el mundo ya construido en la primera entrega. Pero no es hasta el final que el espectador se da cuenta de que no es una secuela, sino más bien, una precuela de lo que está por llegar. La locura arácnida multiversal está aquí.