La secuela de la aclamada película de 2022 trae de vuelta a su terrorífico asesino
La nueva entrega, dirigida por Scott Derrickson, se estrena el 24 de octubre en cines de toda España. Los seguidores del cine de terror se preparan para su deseada dosis de sustos, que por supuesto no faltan en el filme. Pero también gozarán de momentos sangrientos que no dejan indiferente a nadie. Además, una fotografía singular y una estética retro acompañan gratamente al argumento de la película.
Un argumento que la diferencia de su antecesora
Finney Blake (Mason Thames), después de que lo secuestraran siendo solo un niño, consiguió matar a su secuestrador, el Captor (Ethan Hawke), y escapar de su cautiverio. Ha estado todo ese tiempo intentando lidiar con las secuelas que deja un trauma como el que vivió él y, ahora, con 17 años, intenta ser un adolescente normal y cuidar de su hermana pequeña, Gwen (Madeleine McGraw).
Pero «muerte es solo una palabra» y el ser que lo lleva atormentando en sus recuerdos todos esos años está de vuelta en busca de venganza. El Captor vuelve de entre los muertos para atormentar a su hermana pequeña, cuyo don de la primera entrega, sus sueños, se vuelve contra ella. Es allí donde el asesino la persigue y donde planea matarla para quitarle a Finn lo que más quiere.
Pero en los sueños de Gwen también aparece un teléfono negro y unas escenas perturbadoras que le dan pistas hasta llevarla a un lugar: El campamento Alpine Lake. Todo parece indicar que allí hay un nuevo misterio que deberán resolver si quieren acabar con su tormento. Ambos hermanos tendrán que embarcarse en un viaje hacia sus peores pesadillas para terminar de una vez por todas con su calvario.
El teléfono vuelve a sonar, pero no de la misma manera
La primera entrega se centraba en el secuestro de Finney y en el agónico tiempo que paso retenido por el Captor. Pero esta historia tenía un componente que la diferenciaba de otras que trataban sobre asesinos en serie y secuestros de niños. Esto era el tinte fantástico u onírico que suponía que los espíritus de las victimas contactaran con ambos hermanos Blake para ofrecerles su ayuda a través del teléfono negro.
Black Phone 2 recoge este rasgo característico y lo explota en su máxima capacidad. Deja atrás la angustia de presenciar el trauma de un pobre niño y se centra en lo que la diferencia de otros relatos. Esta vez el mundo de los sueños tiene un papel principal en el desarrollo de la historia. Los eventos sobrenaturales se manifiestan en mayor medida y con mayor significación.
Esta vez, no solo niños muertos contactan con los hermanos. El espíritu principal que usa ese contacto con ellos es El Captor. Allí les acecha tras salir de su lugar en el infierno, el que describe como un lugar helado, ya que el frío también quema.
Esta antítesis tan poética es otra de las premisas de la película. Un claro ejemplo de ello es la nueva localización de la acción dramática. Los protagonistas se ven obligados a desplazarse a un campamento en las montañas durante una tormenta de nieve. Esto desemboca en numerosos planos de paisajes nevados y lugares fríos que continúan con esa estética planteada. También el póster promocional es otro ejemplo, ya que representa la icónica máscara del Captor sobre un manto nevado.

Actuaciones destacables pese a un guion sin fuerza en ocasiones
Ya en la primera película, The Black Phone, el elenco se destacó, por un lado, por la difícil y tétrica actuación de Ethan Hawke y, por otro lado y más principalmente, por el descubrimiento de dos nuevas futuras estrellas cuyo talento se empezaba a vislumbrar desde niños. Mason Thames y Madeleine McGraw demostraron que un niño puede transmitir tanto como cualquier otro personaje en un relato.
En esta película vuelven a unos personajes que ya conocen y están a la altura de las expectativas que dejaron. Su mayor experiencia y la mayor profundización del rango emocional de sus personajes derivan en unas actuaciones destacables que solo parecen verse empañadas en algunos momentos por algunas decadencias del guion.

Un problema bastante destacable es que hay partes en las que algunos chistes y escenas hacen que salgas de esa atmósfera de tensión, miedo o angustia. Hay ciertas formas en las que hablan los personajes, sobre todo Gwen, que se sienten excesivas y sacadas de contexto. La repetitiva insistencia en que ella es una niña malhablada y contestona cansa a veces y hace que sus diálogos puedan parecer poco creíbles.
En una historia como esta, en la que el personaje principal que va a ser atacado por una figura como la del Captor, este debe ser fuerte y astuto. También debe tener la capacidad de proporcionar diálogos que tengan fuerza narrativa de cara al clímax. Pero Gwen ya era un personaje con esas características y la repetición de escenas sin sentido en las que suelta palabrotas que parecen elegidas al azar hace que el diálogo que está diciendo pierda fuerza.
Fotografía y efectos especiales de calidad
Aun así, Black Phone 2 es muy disfrutable por diversos elementos que combina para darle una estética propia y especial. Se utiliza el interesante recurso de representar las escenas que suceden en el plano onírico de forma que parecen grabadas con una cámara antigua. Esto ayuda mucho al espectador a seguir la trayectoria de la narración, además de dar paso a la posibilidad de mostrar cómo se aprecia en el plano terrenal lo que vive Gwen en sus pesadillas. Los efectos especiales se encargan de ese aspecto y hacen que se consigan escenas angustiosas muy bien logradas.

Además, pese a ser una película de terror que obviamente contiene escenas de miedo y gore, tiene un nivel de terror aceptable para un espectador que no suela disfrutar con los sustos. Es ideal para ver con amigos a los que no les suela gustar el terror.

