La autora Lauren Izquierdo publica con SUMA, Madrid tiene los ojos verdes, una novela fresca y moderna que mezcla romance, amistad y actualidad.
Con Rocío Velasco como protagonista, una chica que se hace viral en TikTok tras su ruptura, la historia se mueve entre Madrid y un pueblo de Alicante, poniendo en el centro la dificultad de seguir adelante sin mirar atrás.
Una ruptura convertida en espectáculo
El punto de partida no podría ser más contemporáneo: Rocío Velasco, joven escritora, ve cómo su ruptura sentimental se convierte en un fenómeno viral en redes sociales. Lo que para cualquiera sería un proceso íntimo y doloroso, en su caso se convierte en un espectáculo colectivo donde miles de personas opinan, critican e incluso se burlan de sus sentimientos. La escena expone la parte más fría de internet: lo privado deja de tener límites y se transforma en contenido para todos.
La autora aprovecha este arranque para lanzar una reflexión sobre la vulnerabilidad en la era de internet. En un mundo donde casi todo se comparte, ¿queda espacio para la intimidad? ¿Cómo se enfrenta una persona a un duelo emocional cuando, en lugar de silencio, recibe ruido constante desde fuera? Esos interrogantes acompañan a Rocío en su viaje y convierten la trama en mucho más que una simple historia de amor.
Madrid y Alicante: dos mundos en contraste
La novela encuentra su fuerza también en el contraste de escenarios. Madrid aparece como un lugar vertiginoso, donde el ritmo, la presión y la exposición parecen inescapables. Allí Rocío se siente atrapada entre lo que se espera de ella como escritora y lo que necesita como persona.
En cambio, cuando viaja a su pueblo, el ambiente se transforma. Allí hay espacio para respirar, para reencontrarse con uno mismo y para enfrentarse a los recuerdos de la adolescencia. Esa dualidad no solo enriquece el paisaje narrativo, sino que actúa como metáfora del conflicto interno de la protagonista: avanzar y adaptarse al presente o volver a los orígenes para sanar heridas abiertas.
Rocío, una protagonista cercana y real
El personaje de Rocío destaca por su autenticidad. No es una mujer perfecta ni pretende serlo. Duda, se equivoca, a veces se deja llevar por la rabia o la inseguridad, y otras veces sorprende con su fuerza y su capacidad de levantarse. Esa naturalidad es lo que la convierte en un espejo para muchos lectores, especialmente jóvenes que encuentran en ella las contradicciones propias de crecer en una sociedad que lo observa todo.
Su reencuentro con Germán Castillo, antiguo amor de adolescencia, abre un nuevo frente emocional. Con él regresa una pregunta universal: ¿puede darse una segunda oportunidad a alguien que formó parte del pasado? Germán no es solo un personaje romántico, sino un detonante de reflexiones y momentos que hacen avanzar la trama.
Personajes que acompañan en el viaje
La historia no se sostiene únicamente en la protagonista y en Germán. Los secundarios están bien perfilados y cumplen un papel esencial. Alexis, Claudia, Candela y Miranda representan distintos apoyos y visiones, funcionando como espejos donde Rocío puede reconocer tanto sus aciertos como sus errores. Álex, la expareja, encarna el peso de lo no resuelto, esas cicatrices que persisten incluso cuando intentamos dejarlas atrás.
Cada uno de estos personajes añade matices y ayuda a que la protagonista evolucione. Algunos le ofrecen ternura, otros la confrontan con verdades que no quiere escuchar, y en esa dinámica se construye una red emocional que sostiene la historia.
Un estilo directo y actual
Lauren Izquierdo maneja un estilo narrativo fresco, lleno de referencias actuales y un lenguaje que suena natural. Los diálogos son uno de los grandes aciertos: ágiles, con humor y con un tono que refleja muy bien cómo se comunican los jóvenes de hoy. Al mismo tiempo, la autora sabe crear momentos de calma, donde el peso recae en los silencios y en los pensamientos de los personajes.
Esa combinación entre frescura y pausa es lo que da ritmo al libro. El lector se encuentra con escenas que fluyen rápido, casi como conversaciones cotidianas, y otras que invitan a detenerse y pensar.
Mucho más que romance
Aunque a primera vista pueda parecer una novela romántica, Madrid tiene los ojos verdes se desmarca de los tópicos del género. El romance está presente, sí, pero no lo es todo. La novela aborda la ansiedad, la autoexigencia y la dificultad de cerrar capítulos cuando las redes sociales exponen cada paso de tu vida.
La fuerza de la novela está en su capacidad de emocionar sin caer en artificios. Rocío es imperfecta, vulnerable, y por eso resulta cercana. El lector no encuentra un cuento de hadas, sino una historia que refleja las dificultades reales de superar una ruptura, perdonar y seguir adelante.
En definitiva, Madrid tiene los ojos verdes es una novela que se lee con facilidad pero que deja huella. Habla de amor, amistad y segundas oportunidades con un enfoque actual y sincero. Rocío Velasco se convierte en la voz de una generación que vive bajo la presión de las redes sociales pero que, como cualquiera, busca reconciliarse consigo misma y encontrar paz.
Con esta obra, Lauren Izquierdo entrega una historia que mezcla emoción, frescura y reflexión. Una novela que atrapa por lo cercano de sus personajes y por la profundidad de los temas que plantea.
