Tras cinco años escribiendo poesía y tres poemarios que marcaron su crecimiento personal, Manu Erena reúne todas esas etapas en un solo libro que llega el 27 de noviembre
Quiere mucho, pero nunca te olvides de quererte a ti es más que una recopilación: es el viaje completo de Manu Erena desde los 14 hasta los 20 años. Un libro que reúne sus tres primeros poemarios, Consecuencias de decir te quiero, Nos quedarán más atardeceres y Aunque vuelvas a tener miedo, junto a una selección de poemas inéditos escritos en los últimos años.
Pregunta: ¿Qué sentiste al volver a enfrentarte a tus tres poemarios desde la distancia del tiempo?
Respuesta: Lo que más he notado es que, al final, te impacta sobre todo encontrarte con los primeros poemas. A lo mejor los últimos, que los escribí con 17, 18 años, los tenía algo más recientes. Sí es verdad que, al final, no es solo que haga cinco años, sino que también hace un par de años que, a lo mejor, he estado más centrado en escribir, por ejemplo, la novela que ha salido este año. Entonces ha sido una manera muy bonita de volver a la poesía, que al final yo no he dejado de escribir poesía. Pero como una manera de volverme a centrar mucho en ella y, a la vez, también reencontrarme con aquello que fui en su momento y que, a día de hoy, sigo siendo.
Pero claro, justo me pilló que a los años de publicar el primer poemario como que me empezaba a dar un poco de pudor volver a encontrarme con cosas que había escrito con 14, 15 años. Y ahora no, ahora no me ha pasado. Ahora me he encontrado con una versión, mucho más niño, inmadura, pero, no sé, con muchísimo cariño, y siento que tiene mucho sentido en mi crecimiento como persona y como escritor, esos primeros poemas. O sea, que ahora creo que les tengo mucho más cariño que cuando los escribí.
P: ¿Hubo poemas que te removieron más al releerlos? ¿Por qué?
R: Yo creo que siempre los más especiales, al final… Yo, por ejemplo, no releo mi propia obra, ni mucho menos, sobre todo cuando pasa el tiempo. Entonces, encima, hace poco hice el audiolibro del primer libro, así que lo leí bastante en profundidad.
Y se ve que me emocionó mucho encontrarme con uno que se llama Por ti 17, que luego tiene como su respuesta, o la otra versión de los hechos —por decirlo de alguna manera— en el segundo libro. Incluso en el tercero también habla un poco de ese recuerdo. Entonces es algo que ha estado muy presente en los tres libros, pero el primer poema y el que más recuerdo era ese, Por ti 17, que para mí es uno de los más especiales por lo mismo: porque me ha acompañado justo dentro de los tres libros.
A lo mejor no es el más identificativo ni para la gente ni de los conceptos de los que trata, pero es verdad que a mí me hizo ilusión volver a encontrarme con él. Yo creo que nunca te llegas a olvidar de las cosas que más te emocionan. Pero sí, es verdad que sé que era uno de los primeros y uno de los más especiales para mí; es como de los que más me removió.

P: ¿Qué descubriste del Manu que los escribió que no sabías entonces?
R: Ahora lo veo todo desde una perspectiva distinta, porque es verdad que es un poco como si yo supiese lo que venía después de esos poemas, y eso es algo que la versión más pequeña de mí no sabía. Entonces ahora lo veo con mucha más ternura, pero porque entendía perfectamente por dónde estaba pasando o cuál era mi percepción del mundo, que, en cierto modo, no ha cambiado.
Pero sí es verdad eso: que ahora lo veo todo con mucho más sentido, de que sabía por dónde quería ir y de ver cómo han continuado esas historias. Creo yo. Más que cambiar el punto de vista como tal —que no ha cambiado tanto— es eso: ver cómo continúan esas historias.
P: ¿Cómo ha sido unir tus primeros poemas con los más recientes? ¿Has notado una evolución emocional al unir tus nuevos poemas con los primeros?
R: Sobre todo lo he notado con los primeros, porque al final, como estuvieron bastante seguidos, ahora todos me suenan como muy lejanos. Pero sí es verdad que, si pienso en los primeros o en algunos de los poemarios con los que he incluido inéditos, sí he notado ese cambio. Y, sobre todo, más que un cambio de un chico que crece, como todo el mundo, he notado mucho mi manera de procesar las cosas.
De hecho, al final los poemas inéditos son también una selección de poemas que yo he estado escribiendo estos últimos años y que quería 100% que estuvieran dentro de este libro como tal, porque tenían cierto sentido. Y los seleccioné por eso: porque hablaban todos de crecer, de afrontar ciertos cambios en nuestra vida que muchas veces nos cuesta un poco gestionar.
Y yo creo que eso era lo más importante, que tuviera ese sentido. Encima, me encontré con la idea de que tenía que ser obligatorio que aquí hubiese también poemas nuevos. Porque al principio la idea era que solo fuese una reedición de los tres libros. Para mí tenía sentido cerrar el ciclo uniendo poemas nuevos.
P: ¿Algún poema antiguo te dio ganas de reescribirlo… o preferiste respetar tus sentimientos de ese momento?
R: No he modificado ninguno, la verdad. Sí es verdad que, al hacer la colección, lo que sí quería era que hubiese algo de espacio para incluir los poemas nuevos. O sea, prefería que hubiese un poco más de contenido inédito del que estaba, a lo mejor, planteado. Y también quitar algunos otros que sí veía innecesarios, pues no sé muy bien… porque fuesen a lo mejor demasiado cortos o porque yo sentía que eran bastante similares a otros que ya había escrito.
Tampoco he eliminado tanto, ya te digo. Sobre todo buscaba hacer espacio para incluir lo nuevo. Pero sí, es verdad: ha sido más eliminar que reescribir. Porque reescribir como tal… obviamente, si yo leo el 60% de los poemas que escribí, ahora los escribiría de una forma distinta o dándoles una orientación nueva.
Pero yo creo que tampoco sería justo para gente que no me haya leído, porque quiero que conozca también esa parte de mí. Y que entiendan que van a empezar a leer a un escritor de 15 y vas a terminar este libro con un autor de 20.
P: ¿Por qué ahora? ¿Qué te llevó a querer unir tus tres poemarios en un solo proyecto?
R: También creo que tenía sentido que fuese justo después de cinco años desde que empecé. Aunque no ha pasado tampoco mucho tiempo desde que publiqué Aunque vuelvas a tener miedo, que fue el último, en 2023, es decir, que han pasado dos años, tampoco ha pasado tanto.
Pero sí es verdad que, para mí, eran tres poemarios que tenían un concepto parecido. Sobre todo estéticamente eran muy parecidos. Para mí era como una trilogía que se podía leer de manera independiente, pero que tenía esa unión entre los tres.
Entonces, no sé lo que haré en el futuro: no sé si volveré a publicar poesía, si iré intercalando entre novela y poesía, solo novela… no lo sé. Pero me agobia un poco cerrarme puertas, así que creo que este libro funciona como ese broche de oro a estos tres poemarios.
P: Si tuvieras que quedarte con un solo verso de todo el libro, uno que te defina hoy, ¿cuál sería y por qué?
R: Pues teniendo en cuenta el título de la colección, yo creo que me quedaría mucho con el “Quiere mucho, pero nunca te olvides de quererte a ti”. Fue un poco por lo mismo que le puse el título a esta colección. Para mí, a lo mejor, no es la más especial, pero sí es la más especial en el sentido de que creo que creó mucha comunidad con la gente que me lee.
Entonces, teniendo en cuenta que termina el primer libro con esa frase, yo creo que esa también engloba mucho el punto final de cada libro. Que al final puede hablar de despedirse de una persona, de nuestros propios miedos, de nuestras primeras veces. Pero, al final, el querer, tenemos que aprender a querer en de todas las formas. Tenemos toda la vida para ello, pero sí es verdad que no se nos puede olvidar que, para hacer todo lo demás, primero tenemos que querer lo que hay dentro de nosotros.
Así que yo me quedaría con ese.
P: ¿Y con un poema?
R: Con un poema… yo creo que me quedaría con uno de los últimos. Por ejemplo, con el último texto de Aunque vuelvas a tener miedo, que se llama «Después de la lluvia«. Me quedaría bastante con ese, que es bastante especial para mí.
Y a lo mejor me quedaría con uno de los inéditos como “Soy Esto” o “Me prometo”. No sé muy bien cuál, porque los inéditos es verdad que son muy personales y, sobre todo, me iban como muy extensos. De hecho, algunos incluso los retoqué porque no me gustaba que fuesen tan largos; prefería que cada idea se quedara… O sea, no los eliminé, sino que los hice un poco menos extensos.

P: Si tu poemario fuese un viaje, ¿cómo describirías el punto de partida y el destino final?
R: Soy bastante poco local de lo que soy de casa a la hora de hablar. No sé, me gusta mucho una ciudad grande y me lo paso muy bien. Sobre todo, me siento mucho más yo cuando estoy en una ciudad más extensa, que tenga muchas más posibilidades. Pero justo estos poemarios, me llevarían sin ninguna duda a lo único que he conocido en mi niñez, en mis primeras veces, con esa actitud: que han sido mi casa, mi pueblo, en Torredonjimeno, en Jaén. Ese sería el punto de partida.
Yo creo que en algún punto también pasaría por la casa de mis abuelos de la playa, también cerca del mar. No sé si terminaría ahí o volvería directamente a casa otra vez. Porque a lo mejor la visión que tengo ahora es también una visión de otros lugares. No sé, por ejemplo, ahora Málaga, que lo siento también como casa.
Pero yo creo que lo justo para estos libros sería que terminase y empezase en mi casa, haciendo o no haciendo paradas en otros sitios. O sea, un círculo que te lleva por muchos lugares pero empieza y termina en el mismo sitio. Yo creo que eso también es un poco lo que es la adolescencia. Que puedes pasar por varios sitios que también los sientas así, pero al final siempre volvemos a lo que somos nosotros y a donde hemos crecido.
P:¿Cuál es la mayor lección que te llevas después de reunir tus poemarios y volver a leerlos?
R: Pues es bastante parecida a la misma sensación que tuve cuando acabé el tercer libro. Que después de la lluvia siempre vuelve a salir el sol y que realmente ningún problema es para siempre. ¿Qué pasa? Que siento que ahora lo veo desde una forma más madura, no en el sentido de con menos florituras, porque al final sigo poniéndole las mismas florituras que hace tres años, sino que de verdad ahora confío en ello.
Siento que el crecer te pone en estas situaciones cada año, en cada etapa de tu vida. En las que siempre tienes la sensación de que te va a acabar contigo, de que no sabes si estás preparado para ello. Y al final es que siempre se termina saliendo. Y, encima, no solo eso, sino que te ayudan también a construirte como humano.

