El documental que refleja la cara más humana de una de las bandas más extraordinarias de la historia
El nuevo documental del aclamado Peter Jackson, director y guionista neozelandés, nos presenta una realidad de los Beatles completamente inédita. Con casi ocho horas de largometraje, nos sumergimos en la dinámica de composición musical de los Beatles en 1969, un año antes de su separación.

El documental muestra el proceso creativo y las grabaciones de algunos de los temas más icónicos del grupo británico, muchos de los cuales acabarían recogidos en el álbum Let it Be y en lo que sería su último álbum, Abbey Road.
Peter Jackson presenta la obra de manera casi «cruda», con un material que no ha necesitado apenas intervención. Es por eso que al ver el documental nos sentimos como si estuviéramos sentados charlando con cuatro amigos y haciendo música en un estudio.
Por contextualizar un poco, se trata de un momento en el que la banda llevaba casi tres años sin actuar en público y cuya unión no era tan cercana como lo había sido en los años anteriores.

El documental nos muestra el carácter de cada uno; Paul McCartney con una creatividad brillante y las ideas muy claras del rumbo que ha de tomar cada canción. A través de sonidos con la boca le indica a Ringo qué base rítmica busca en cada canción, y se nota que el resto de la banda le escucha con atención y sigue sus indicaciones. Esto lleva a veces a situaciones tensas, especialmente con George Harrison, el cual, en un momento de la grabación, decide dejar la banda. Realmente, pese a la clara relación de amistad entre los cuatro, se respira en el ambiente que la era Beatles llega a su fin.
Sin embargo, es enternecedor ver cómo con el paso de los días, la relación entre los cuatro se vuelve más fluida, más cálida y divertida. Con los cómicos comentarios de John Lennon que quitan la tensión en ciertos momentos, la tranquilidad que inspira Ringo y su buena relación con todos los trabajadores del estudio, la creatividad de McCartney y con la filosofía espiritual de George Harrison. Y, cómo, entre los cuatro y a través de la música, denuncian situaciones sociales injustas de los años 60. Como por ejemplo con la canción Get Back, que en sus inicios se plantea como una crítica a la política tan dura hacia los inmigrantes en Reino Unido.
A parte del protagonismo de los cuatro líderes del grupo, en el documental también cobran protagonismo personajes como Yoko Ono, eternamente presente a la vera de John, George Martin o el magnífico pianista y quinto Beatle, Billy Preston, que acompañó a los Beatles a lo largo de sus últimos años como pianista y cuyas intervenciones elevan la grandeza de los temas.

No hay entrevistas, ni momentos guionizados, son solo ellos mismos, conviviendo entre risas, con sus chistes, sus silencios y sus enfados. Esta técnica hace que veamos a los icónicos Beatles como personas normales, con enfados y cansancio, sobrepasados por la realidad y por las responsabilidades. Pero cómo, de manera casi mágica y simplemente haciendo el tonto con la guitarra, sacan baladas históricas que han marcado las vidas de muchas personas.
Es una perspectiva muy interesante e innovadora, casi parece como un retrato etnográfico de una de las bandas más grandes de todos los tiempos, sin apenas intermediación, simplemente una relación entre el espectador y los Beatles. Realmente es magnífico, pero es cierto que para aquellos que no son «fans» de los Beatles, se podría hacer algo más pesado.
Se trata de una oda cruda, real y casi de «estar por casa» dedicada a los Beatles. Y uno se siente casi cómplice por observar de manera tan «real» una realidad que ha sido tan mitificada (y con razón). A través del documental, Peter Jackson honra el legado de los Beatles, una banda que siempre será atemporal y de una magnitud casi inconcebible para la historia de la música (y también para la historia de nuestras propias vidas).