La victoria de la Serie A por parte del Napoli reivindica una forma particular de ver el fútbol y la vida
23 de mayo de 2025, 22:49 horas. El Napoli se proclama campeón de Italia gracias a una cómoda victoria por 2-0 contra el Cagliari. Sin embargo, las celebraciones en Nápoles habían comenzado antes. Antes del descanso, después del 1-0 de McTominay, las primeras bengalas ya impusieron la niebla en el césped del estadio Maradona. Y durante el segundo tiempo, los primeros fuegos artificiales empezaron a estallar en las inmediaciones del estadio.
Se trata del cuarto Scudetto de la historia del Napoli. El último llegó en 2023. Los otros dos se remontan al siglo XX, con Diego Armando Maradona como faro del equipo. El Napoli no solo ha honrado la memoria del Pibe de Oro, sino que ha reivindicado la cultura del sur de Italia en un calcio indiscutiblemente orientado hacia el norte.
El regreso de los infiernos
Pocos podían imaginar una temporada como esta hace un año. El Napoli, entonces defensor del título, terminó la Serie A en novena posición. Ninguno de los tres entrenadores (Rudi García, Walter Mazzarri y Francesco Calzona) dio con la tecla. Algunas estrellas del anterior Scudetto, como Osimhen, pidieron su salida. La respuesta del presidente, Aurelio de Laurentiis, hablaba por sí sola: la contratación de Antonio Conte. Ni un experimento ni una apuesta: un campeón contrastado.
El carácter de Conte, con la ambición siempre a flor de piel, ha chocado con De Laurentiis en distintos puntos de la campaña. Sin embargo, el campo ha hablado más alto. El Napoli ha mantenido el duelo con el Inter en la cima de la tabla hasta el final de la temporada, llegando a la jornada final como líder. El triunfo del cuadro napolitano en casa contra el Cagliari (2-0) ha invalidado el triunfo del Inter en Como (0-2).

De Laurentiis, en este sentido, ha dado a Conte las armas necesarias para armar su proyecto. Romelu Lukaku, leal a Conte desde su etapa en el Inter, ha liderado el ataque partenopeo. La dupla escocesa formada por Scott McTominay y Billy Gilmour ha llevado en volandas el mediocampo. Y Alessandro Buongiorno ha liderado una defensa huérfana desde el adiós de Kim Min-Jae en 2023.
Nápoles, una ciudad diferente
Nápoles se ha erigido en los últimos años como una alternativa al eje Milán-Turín, que concentra a los tres grandes históricos del calcio. El Mezzogiorno (región meridional de Italia) apenas tiene representación en la Serie A: solo Lecce y Cagliari acompañan al Napoli. Es una muestra más de la brecha entre norte y sur en Italia que se manifiesta en distintos ámbitos. El Napoli, sin embargo, se ha sobrepuesto a esta diferencia. Un club que, recuérdese, militaba en la Serie C hace dos décadas.
Esta muestra de músculo acompaña a una escena cultural distinta al norte italiano. Nápoles representa un oasis de vorágine entre las grandes ciudades del país. Calles repletas de mercatini, normas no escritas a la hora de conducir y murales dedicados a Maradona cual patrón de la ciudad. ¿Mejor o peor? Nápoles es simplemente diferente.

Y esta cultura popular trasuda también del fútbol. El lugareño (napolitano) y el aficionado (napolista) se integran en uno en esta ciudad. Toda la ciudad se ha volcado con el Napoli esta semana, cuando el sueño del cuarto Scudetto ya era palpable. Los murales conmemorativos incluso antes del partido han desafiado la scaramanzia, o sea, las supersticiones que tan a rajatabla siguen los napolitanos. Pero el Napoli, con otro sureño como Conte (natural de Lecce, en la región de Apulia) al mando, se ha erigido por encima de cualquier mal augurio.
‘McFratm’, el emblema del cuarto título
Si alguien representa la esencia de la ‘napolización’, ese es Scott McTominay. El centrocampista de 28 años había desarrollado toda su carrera en el Manchester United, antes de recibir la llamada de Conte. El entrenador salentino lo había indicado como prioridad del mercado estival. Sin experiencia en la Serie A, algunos veían visos de apuesta en el fichaje de McTominay. Pero si Conte lo había pedido, alguna razón tendría.
McTominay ya declaró sus intenciones nada más aterrizar en Nápoles: «Estoy aquí para ganar, no para hacerme fotos». Y el tiempo (y las cifras) le han dado la razón. 12 goles en 34 partidos, incluida la chilena con la que adelantó al Napoli en el partido decisivo contra el Cagliari. El escocés, además, se ha llevado el ‘MVP’ de la temporada en la Serie A.

Y es que, en una ciudad tan auténtica como Nápoles, el gusto por lo exótico no se pierde. De esta forma, el lancasteriano McTominay se ha convertido en el nuevo ídolo de la ciudad. Su compañero Pasquale Mazzocchi ya le ha dado su nuevo apodo: ‘McFratm’, combinando su apellido con el apelativo común que se usa en el dialecto napolitano. Un mote del que se enorgullece tanto el propio McTominay como sus cientos de miles de seguidores en la ciudad.
Es indudable que Nápoles tiene algo. Algo que seduce a todo aquel que llega desde el resto de Europa, y que lo lleva a arraigarse en tiempo récord. Este carácter alternativo se ha desligado por completo, en el caso del fútbol, de la etiqueta de inferioridad. Ahora, al menos en el calcio, el trono está en Nápoles.

