Las protestas a favor del pueblo palestino y en contra del genocidio del Estado de Israel vuelven a parar la última etapa de La Vuelta
La Vuelta a España llegaba este domingo a su fin. Estos últimos días las protestas a favor del pueblo de Palestina han ido aumentando en las distintos circuitos de La Vuelta con el fin de boicotear el evento por la participación del equipo israelí. Varias personas han sido detenidas por tratar de boicotear el circuito. Estas protestas han vivido su punto más álgido esta tarde en Madrid, donde los cuerpos de seguridad han cargado sobre los protestantes en reiteradas ocasiones. Estos han respondido con el lanzamiento de objetos y vallas hasta lograr invadir el circuito y conseguir cancelar la última etapa.

La organización de la carrera ha decidido neutralizar al pelotón y suspender la etapa cuando quedaban 60 kilómetros para comenzar el circuito por la capital.
Protestas que ya marcaron el camino antes de Madrid
Lo de hoy no es un hecho aislado. La Vuelta 2025 lleva semanas marcada por las protestas en apoyo a Palestina y en contra de la participación del equipo ciclista israelí, Israel-Premier Tech. No es la primera vez que los ciclistas ven cómo su carrera se detiene o cambia de rumbo.
Etapa 11, Bilbao (3 de septiembre)
Fue el primer gran aviso. Un grupo de manifestantes irrumpió en los últimos 500 metros, ondeando banderas y pancartas, y llegando incluso a saltar las vallas de seguridad. El caos fue tal que la organización decidió no declarar ganador oficial. Una imagen inédita en una de las carreras más grandes del ciclismo.
Etapa 16, Mos (9 de septiembre)
Pocos días después del incidente en Bilbao, en Galicia, La Vuelta volvió a frenarse. A 8 kilómetros de meta, la carretera quedó bloqueada y los organizadores no tuvieron otra opción que dar por finalizada la etapa. El final previsto, con una ascensión decisiva, quedó directamente anulado.
Contrarreloj en Valladolid, Etapa 18 (11 de septiembre)
Las protestas volvieron a aparecer, esta vez en pleno recorrido de la contrarreloj individual. Manifestantes invadieron la carretera y obligaron a recortar el trazado. Este pasó de 27 kilómetros se pasó a apenas 12. Además, hubo detenciones y momentos de tensión que dejaron claro que la seguridad de los ciclistas estaba en entredicho.
Otros episodios menores
No han sido las únicas. En pasos por Navacerrada o Cercedilla, las protestas obligaron a modificar el recorrido. Incluso algunos ciclistas llegaron a advertir que, si estas situaciones se repetían, valorarían abandonar por miedo a su seguridad. Tanto la Guardia Civil como la Policía han tenido que reforzar sus dispositivos para garantizar que la carrera pudiera seguir adelante.

En total, son al menos tres etapas interrumpidas de manera significativa y varios desvíos o modificaciones por protestas. La realidad de la Vuelta 2025 es que ha estado igual de condicionada por la política, como por las piernas de los corredores.
Una Vuelta condicionada en lo deportivo
Más allá del ruido político, las interrupciones han cambiado el guion de la carrera. Neutralizaciones, recortes de recorrido y finales anulados han dejado sin ver momentos que podían ser decisivos en la general. Los ciclistas, que se preparan durante meses para un trazado concreto, han tenido que improvisar sobre la marcha. Para los favoritos, esto significó perder opciones de atacar en etapas clave; para los más atrasados y que acompañan el pelotón, desgastarse sin recompensa alguna. En una gran vuelta, cada kilómetro cuenta, y en esta edición han sido los manifestantes, y no las piernas, quienes decidieron dónde terminaba el esfuerzo.
La Vuelta más rara de los últimos tiempos
La Vuelta 2025 quedará marcada como una de las ediciones más extrañas de la historia. Una gran vuelta que no se ha decidido solo en las montañas ni en los sprints, sino en las calles, en las pancartas y en los bloqueos. El deporte quedó en segundo plano, ante la política y la rabia por un conflicto que trasciende al ciclismo.
Es un hecho que Israel usa el deporte como escaparate, compitiendo en campeonatos europeos mientras los ataques a la población palestina no cesan. Sin embargo, la realidad de esta vuelta es que se ha demostrado que el pueblo y las personas están en contra del blanqueamiento de Israel y del genocidio en Gaza. Y en esta Vuelta 2025, el foco no estuvo en los puertos, sino en Gaza. En la realidad de un pueblo que está sufriendo un genocidio y que la gente no está dispuesta a permitir mirando a otro lado.

