El portero español, más conocido como ‘El santo’, es una leyenda para todos los amantes del deporte. El mejor portero de todos los tiempos no cuelga sus guantes, Iker Casillas cuelga las alas.
El guardameta lanzó el pasado 27 de noviembre su serie documental de Movistar+ Colgar las alas. Más de un año y medio de grabación por todo el mundo y decenas de entrevistas a personas relevantes de su historia. Seis episodios a través de la vida de Iker Casillas, en los que le hemos visto sufrir, pero también superarse.
En el primer capítulo, El infarto, Iker, junto con más personas, cuentan la historia del infarto que sufrió el 1 de mayo de 2019 mientras entrenaba en Oporto con su equipo. El episodio, de 33 minutos, repasa todo lo que vivió el portero la mañana del infarto y su larga recuperación.
Desde el entrenador de porteros que se da cuenta de que Iker está mal, los médicos que le ven en el campo, el jefe de seguridad del FC Porto que le lleva al hospital en su coche, hasta Sara Carbonero, su mujer, que no estaba en Oporto el día del infarto.
El 1 de mayo de 2019, un día normal, como otro cualquiera, Iker Casillas se levanta para ir a entrenar. El guardameta del FC Porto estaba tan animado y hablador como siempre, según compañeros suyos, pero algo cambió. “Hay una sensación de un segundo que tomas una bocanada de aire y parece que te sabe diferente”. Cuando está con el equipo, Iker nota que se empieza a notar pesado, que le va faltando el aire y él solo pensaba que podía ser alergia. Luego se da cuenta de que le empieza a oprimir el pecho y que se va quedando sin aire.
Compañeros que cuentan la historia
Roberto Carreria, masajista del FC Porto, fue el primero en saber que Casillas no se encontraba bien, y que cada vez estaba peor. No podía ni levantarse del suelo, explicaba. “Es como si estás en la piscina y de repente quieres salir y no sales. Intentaba respirar y no podía, me estaba ahogando”, aclaraba Iker.
Nelson Puga, médico FC Porto, lo examinó y decidió llamar al doctor Filipe Macedo, el jefe de cardiología del Hospital CUF Porto. Todos estaban muy sorprendidos porque Iker tenía 37 años en ese momento, y era raro que le pasara algo así a un deportista tan joven. Se lo llevaron rápidamente al hospital porque la situación era grave. El portero en todo momento pensaba que era alergia, pero jamás pensó que iba a ser un infarto. En todo este tiempo solo pasaron 60 minutos y, gracias a eso, no le han quedado secuelas en el corazón, aclaran los médicos.
Isabel Quelhas, cardióloga, fue la persona que descubrió que a Iker le estaba dando un infarto. A todo el mundo le parecía increíble. “Llevo 35 años de experiencia en la actividad clínica y esa fue la primera vez que vi un infarto en un deportista de alta competición”, admitía el médico. El portero no se lo podía creer.
Sara Carbonero, mujer de Iker, estaba en Cádiz por trabajo cuando pasó todo, y tuvo que coger un vuelo que hacía escala en Madrid para llegar a Oporto. Sara estaba muy asustada y cuenta: “No sé por qué lo hice porque era muy probable que no me respondiera. Pero llamé a Iker, llamé al médico, a Nelson, a Sandro, y ninguno me respondió”. Más tarde fue Iker quien llamó a Sara para decirle que estaba bien.
La operación
Iker Casillas pasó a quirófano para ser operado de infarto de miocardio. La primera prueba fue un cateterismo cardiaco inmediato. “Lo pasé muy mal. Sentía mucho calor en mi cuerpo. Le dije al doctor: yo no aguanto”. La fase siguiente fue colocar un stent. En ese momento, Iker sintió que la bocanada de aire ya era limpia. El doctor le dijo que había tenido un infarto y el portero dijo: “Si me llegas a decir esto antes de la intervención me da algo”.
La noticia comenzó a aparecer en todos los medios de comunicación. Lo siguiente fue todo incertidumbre: “¿Podré jugar el próximo partido? ¿Y lo que queda de temporada? ¿Se ha acabado mi carrera deportiva?”. El jugador del FC Porto reconocía que tuvo mucha suerte y les dijo a sus compañeros: “Yo ya no soy de 1981, soy de 2019”. Iker Casillas había vuelto a nacer.
El 6 de mayo salió del hospital, acompañado de Sara, y con la voz ronca y muy emocionado, se mostró muy agradecido con la gente que se preocupó por él. “Será un reposo de un par de semanas, incluso de un par de meses, no lo sé, la verdad es que me da igual. Lo importante es estar aquí”.
“Las noches las pasas con angustia y hasta un estornudo es un drama. Jamás he vuelto a dormir boca abajo desde entonces”.
Iker Casillas en Colgar las alas (Movistar+)
En el documental también aparece Luis Serratosa, jefe de Rehabilitación y Medicina del Deporte al que Iker pidió que le rehabilitara mientras pasaba las vacaciones en Madrid, dos meses después del infarto. “Iker hizo su mejor parada y tuvo mucha suerte”. En la rehabilitación, Iker se sintió impotente porque se sentía muy cansado. “No me sentía yo”.
En el siguiente capítulo, Empezar, volver, Iker Casillas viaja al pasado, enseña su pueblo, Navalacruz, donde pasó su infancia y relata su carrera desde sus inicios en las categorías inferiores del Real Madrid. El portero recibió una llamada del Real Madrid con 16 años y debutó con 18, ganó su primera Champions League a los 19 y fue campeón del mundo y bicampeón de Europa con la Selección Española. Veinte años después, sigue recuperándose de un infarto. Muchos porteros cuelgan sus guantes, Iker Casillas cuelga sus alas.




Fotografía 1: Iker Casillas debuta con el Real Madrid | Fuente: Pinterest
Fotografía 2: Iker Casillas con la copa de la Champions | Fuente: Pinterest
Fotografía 3: Iker Casillas con el Mundial | Fuente: Marca
Fotografía 4: Iker Casillas en el FC Porto | Fuente: Wikipedia