Cada diez minutos muere un menor de cinco años a causa de la inanición
Ambos bandos han firmado un alto el fuego que acerca el conflicto a una posible solución
Casi cuatro años han pasado desde que el país árabe más pobre entró en una cruenta guerra civil que ha provocado la peor hambruna en cien años. El conflicto retoma conciencia mediática con los últimos informes que la ONG Save the Children ha publicado.
«Los padres tienen que presenciar cómo sus hijos se van consumiendo, incapaces de hacer nada al respecto», retrata Tamer Kirolos, el director de la organización en Yemen, condenando las atrocidades que viven los yemeníes día a día. La ONG británica postula que 84.701 niños menores de cinco años han muerto por malnutrición aguda entre abril de 2015 y octubre de 2018, apoyándose en datos recogidos por la ONU. Esta última organización alarma que cada diez minutos muere un niño por inanición en el país árabe; UNICEF cuantifica las muertes en 144 al día.

La situación se ha visto agravada desde principios de junio de este año con el asalto de la ciudad portuaria de Al-Hudaydah. La ciudad tiene una población de 600.000 habitantes, razón de peso para tener vital importancia en el país. Sin embargo, la razón principal del asedio por parte de la coalición árabe liderada por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos es su transcendencia comercial. La polis, situada al oeste de Yemen y dentro del mar Rojo, cuenta con el puerto más importante del Estado, por el que circulaban el 90% de las mercancías que llegaban al territorio.
Los combates, en adición de las vidas humanas, han causado cuantiosos daños colaterales que van más allá de la destrucción de una ciudad y de su embarcadero. Los destrozos causados en el puerto aumentan el grado de dificultad de poder enviar recursos. Diversas ONG han reclamado que se proteja la infraestructura a cualquier precio. «Por cada niño que muere por las bombas y las balas, decenas se mueren de hambre, y es completamente evitable», cuenta Kirolos. La pérdida del estratégico puerto retrasa la llegada de víveres una media de dos semanas.
El bloqueo saudí de Al-Hudaydah repercutirá en todo el país. Las Naciones Unidas alertan que 14 millones de personas se encuentran en riesgo de sufrir hambruna debido a este sitio militar. «Crisis humanitaria», puede leerse en los escritos.
La guerra civil de Yemen: un «conflicto olvidado», «sin importancia para el Primer Mundo», decían organizaciones tales como Amnistía Internacional, que critica la pasividad de los países capaces de ayudar.

Con motivo de esta crisis accionada por la caída del puerto de Al-Hudaydah, los países occidentales retoman el tema del conflicto yemení y buscan un modo de resolver las diferencias mediante la palabra. Estas últimas semanas se ha estado barajando la posibilidad de realizar una cumbre en Suecia entre los dos bandos beligerantes en la guerra, excluyendo a los grupos terroristas del ISIS y sus aliados. El pasado lunes 19 de noviembre se anunció un alto el fuego temporal que acerca a los ciudadanos a una salida política de la guerra.
Todavía quedan muchos asuntos por cerrar, pero este primer indicio de cese de las armas hace posible un retorno con fuerza de las ONG, que ya están haciendo envíos especiales de alimentos. La guerra civil, que ha cobrado más de 100.000 vidas directa o indirectamente y propiciado la mayor ola de pobreza de los últimos cien años, se encuentra un paso más cerca de una solución.