La medida aprobada por el Parlamento Europeo busca apoyar a los pequeños agricultores
El último pleno del Parlamento Europeo de este año, celebrado el pasado 16 de diciembre, aprobó casi por totalidad (629 votos a favor, 17 en contra y 16 abstenciones) la reforma administrativa de la Política Agraria Común (PAC). Con el visto bueno, además, del Consejo de la Unión Europea, las medidas pretenden reducir los trámites burocráticos y de control, así como favorecer la competitividad entre pequeños agricultores con más ayudas económicas. La entrada en vigor de los cambios se producirá al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea, prevista para principios de 2026.
Más dinero
Los pequeños agricultores han sido uno de los objetivos sobre los que la PAC ha pretendido actuar. Ellos han salido de estos cambios más favorecidos, puesto que podrán recibir más dinero de forma directa. En concreto, Bruselas ha proyectado 3.000 euros al año mediante este procedimiento. Algo más de lo planteado al inicio de las conversaciones sobre la reforma burocrática, en mayo de 2024. También se ha incluido un pago único de 75.000 euros destinado al desarrollo de explotaciones agrícolas incipientes y de carácter pequeño. Los Estados podrán ofrecer pagos a agricultores afectados por momentos de crisis o catástrofes naturales, para que continúen con su actividad.
En cuanto a costes, los agricultores también podrán reducir gastos debido a este proceso de simplificación. La Comisión Europea ha fijado en 1.580 millones de euros el dinero que los beneficiarios de la PAC podrán ahorrar por el recorte de trámitres administrativos. A nivel estatal, cada país miembro recortaría 210 millones de euros su gasto dedicado a estas gestiones.
Menos control
El otro punto central de esta reforma ha versado sobre la burocracia. Desde el mundo empresarial, los agricultores siempre han criticado la cuestión administrativa de esta política común. Y se ha convertido en un reclamo escuchado desde Bruselas, a fin de agilizar los procesos y no causar disfunciones entre los pequeños agricultores. El reglamento aprobado ha incluido una reducción importante de la carga administrativa, especialmente en los controles.

Por ejemplo, las explotaciones van a recibir una única visita de inspección rutinaria para vigilar el cumplimiento de las normas agrarias, algo que antes no estaba definido. La denominación de una explotación como tierras cultivables se mantiene aunque no sean trabajadas. Es decir, el empresario no está obligado a ararlas o labrarlas, a fin de favorecer la biodiversidad y reducir costes «innecesarios», según el Consejo de la UE.
También se suprime la liquidación anual del rendimiento, que permite analizar el seguimiento del Plan Nacional Estratégico de la PAC, debido a los altos costes que generaba, según los países miembro. Los Estados tendrán mayor control sobre esta planificación, de manera que puedan decidir sobre las normas medioambientales. Bruselas denominará como agricultores ecológicos a aquellos que tengan una certificación o que cuenten con una explotación en ese proceso de ser ecológica.
Omnibus III
Los cambios de la PAC que han sido aprobados por el Parlamento pertenecen al paquete Omnibus III, una serie de reformas impulsadas por la Unión Europea para mejorar el funcionamiento de sus políticas. Este paquete ha buscado centrarse en la competitividad, pieza clave dentro de los pequeños agricultores. Reduciendo la burocracia, según la lógica de Bruselas, pueden mejorar también la productividad. Del mismo modo buscan fomentar la innovación, por lo que las empresas agrícolas emergentes también han salido reforzadas tras la reforma.

El mismo día que la simplificación burocrática era aprobada en la Eurocámara, cerca de 40 asociaciones del sector agrario de todos los Estados miembros se manifestaban, con contundencia, con motivo de la PAC y el acuerdo de MercoSur. Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) ha puesto en duda el alcance de estas medidas. José María Castilla, director de la organización en Bruselas, ha afirmado que el cambio «no supondrá un ahorro real para los productores, sino solo para las instituciones». Desde la organización se mantienen en alerta para comprobar «en qué se traduce realmente» esta simplificación para autónomos y pymes.
PP y PSOE satisfechos
En el ámbito español, el PP y el PSOE han tomado con agrado el nuevo paquete de medidas de la PAC. La eurodiputada popular y portavoz de Agricultura, Carmen Crespo, ha valorado muy positivamente esta aprobación, destacando que «la simplificación de la PAC era una demanda histórica del sector y hoy Europa da un paso decisivo para aliviar la carga administrativa sobre quienes protegen nuestra seguridad alimentaria». No obstante, Crespo ha insistido en continuar esta ruta de cara a la renovación de la PAC (en 2028) y que tenga «recursos suficientes» y una arquitectura «clara, evitando fórmulas que dejen fondos sin asignación definida o exclusivamente supeditados a decisiones nacionales».

Por su parte, el eurodiputado socialista Nicolás Casares ha trasladado su apoyo a la simplificación porque la «hace más fácil». Luis Planas, Ministro de Agricultura, no ha hecho ninguna declaración reciente sobre esta reforma. No obstante, en mayo de este año sí que afirmó que la reforma «recogía buena parte de las solicitudes presentadas por España». Desde el Ministerio han recordado el trabajo constante de España para liderar estos cambios.

