La piscina más grande de España, en plena naturaleza y a solo una hora de la capital
En Buitrago de Lozoya, a los pies de la sierra, la Piscina Natural de Riosequillo lleva más de veinte años siendo el refugio perfecto para quienes buscan darse un baño, estirarse en el césped y respirar calma sin salir de la Comunidad.
El verano ya está aquí y, con el calor, solo apetece una cosa: darse un buen chapuzón. Aunque Madrid no tenga mar, sí cuenta con auténticos paraísos de interior. Uno de ellos está en la Sierra Norte: la piscina natural de Riosequillo, un espacio perfecto para desconectar, disfrutar del aire libre y combatir el calor sin salir de la Comunidad.
El plan está cerca: así se llega a Riosequillo
En el pintoresco municipio de Buitrago del Lozoya, junto al embalse de Riosequillo, se encuentra una de las piscinas naturales más especiales de la Comunidad: un refugio perfecto para quienes buscan relajarse al aire libre. Con una superficie de 4.500 m², está considerada la más grande de España, ideal para nadar y disfrutar de un día diferente en plena sierra.
Y lo mejor: llegar hasta allí es muy fácil. El recinto está a apenas dos kilómetros del centro de Buitrago, y el acceso es sencillo tanto en coche como en transporte público.
Si vas en coche, basta con tomar la A-1 y salir por la salida 74. El trayecto desde Madrid dura poco más de una hora y hay un aparcamiento amplio y gratuito junto al recinto, con espacio para más de 700 vehículos, incluidas motos y plazas adaptadas.
Pero si prefieres dejar el coche en casa, no hay problema. Desde Plaza de Castilla salen varias líneas de autobús que te acercan a Buitrago del Lozoya, como la 191, la 194A, la 195B o la 196, entre otras. Todas ellas te dejan a menos de 15 minutos a pie de la piscina, en un paseo tranquilo que atraviesa el entorno natural del embalse. Una caminata ligera con la que empiezas a desconectar del ritmo de la ciudad y te prepara para un buen chapuzón.
Mucho más que una piscina
Más que una piscina, Riosequillo es un lugar pensado para pasar el día sin prisas. Con capacidad para más de 2.300 personas, el recinto es amplio, cómodo y rodeado de naturaleza, lo que permite disfrutar del verano sin agobios ni masificaciones.

Además de su piscina principal, cuenta con una piscina infantil ideal para que los más pequeños se diviertan con seguridad.
Desde luego, el entorno invita a quedarse. Las zonas de césped ofrecen un lugar cómodo donde relajarse, leer o simplemente tumbarse al sol entre chapuzón y chapuzón. Además, el complejo dispone también de un bar-restaurante donde comer o tomar algo sin salir del recinto.
Y para quienes prefieren llevar su propia comida, hay un extenso pinar con merenderos, ideal para montar un picnic a la sombra. Todo pensado para convertir una simple escapada en un día redondo, al ritmo tranquilo de la sierra.
Horarios y tarifas
La piscina natural de Riosequillo abre sus puertas de martes a viernes con un horario de 11:00 a 20:00 horas. Los fines de semana y días festivos, el acceso se amplía ligeramente de 10:30 a 20:30 horas, para que los visitantes puedan aprovechar al máximo la experiencia.
Este año está en funcionamiento desde el 24 de junio y permanecerá abierta hasta el 31 de agosto, así que todavía estás a tiempo de planear tu escapada.
Las entradas se adquieren únicamente en la taquilla del recinto, y los precios varían según el día. De martes a viernes, la entrada general cuesta 9 euros, mientras que la tarifa reducida (aplicable a menores de entre 3 y 12 años, mayores de 65, personas con discapacidad y familias numerosas) tiene un precio de 6 euros. En el caso de grupos a partir de 25 personas, también se aplica esta tarifa reducida.
Durante los fines de semana y festivos, el precio general asciende a 14 euros, y la entrada reducida tiene un coste de 9 euros. Los menores de 3 años pueden acceder de forma gratuita.
Un plan redondo para el verano
A veces no hace falta hacer muchos kilómetros para encontrar un lugar donde desconectar de verdad. La piscina natural de Riosequillo es uno de esos planes que combinan naturaleza, frescura y comodidad a partes iguales. Ideal para pasar el día en pareja, con amigos o en familia, sin salir de la Comunidad de Madrid.
En el caso de visitarla, un consejo: llega pronto, sobre todo los fines de semana. Así se podrá evitar colas en la taquilla y podrás escoger con calma el mejor rincón bajo el sol (o a la sombra de los pinos).
Porque a veces, el mejor plan del verano está más cerca de lo que uno se imagina. Y Riosequillo es la prueba.

