El Real Madrid se ha impuesto al Sevilla por 2 goles a 0 en un partido que llena a los aficionados merengues de optimismo. A pesar de que los goles llegaron en los últimos veinte minutos, el conjunto blanco ofreció una sensación de superioridad inaudita para los tiempos que corren. Lejos quedaron esas carreras detrás del balón en el Benito Villamarín para lograr tres puntos inmerecidos y los bochornosos 45 minutos en La Cerámica.
Solari alineó un once plagado de parches debido a las excesivas bajas de la plantilla, en el que destacaban la titularidad de Reguilón y Lucas Vázquez por encima de Marcelo e Isco, respectivamente. Parece ser que el argentino «no se casa con nadie» y, tras ver en la prensa peticiones para que vuelva un conocido portugués, está dispuesto a aplicar la famosa «mano dura» en el vestuario.
Según mi criterio, Dani Ceballos ha sido, desde luego, el mejor jugador del encuentro. Su capacidad de asociación y de desmarque ha sido crucial para exprimir la posesión del ya tercero en LaLiga. Además, jugadores como Casemiro y Modric (autores del primer y segundo gol) estuvieron a su mejor nivel, también es verdad que se les echaba de menos.
Si bien es cierto que el pasado miércoles el espectador contemplaba las infaustas cenizas de un equipo legendario, hoy podemos confirmar que las semillas de la ilusión merengue para lo que resta de temporada (el tramo más importante del año) han sido plantadas.