El Real Madrid se lleva El Clásico y rompe la mala racha del año pasado
Mucha expectación, mayor rivalidad, tensión antes y después del partido, polémicas… Son algunos de los alicientes que vuelven tras una época de clásicos pobres, y que ya recuerdan a épocas doradas de este enfrentamiento. La rivalidad dentro y fuera del campo no ha hecho más que empezar y una nueva era ha comenzado.
Sin duda ha sido un enfrentamiento marcado por la polémica, sobre todo fuera del campo. Lamine Yamal incendiaba las redes al decir que el Madrid ganaba robando, en un directo de la Kings League. Al finalizar el partido, serían los jugadores del equipo blanco los que se acordarían de aquellas palabras y recriminaron su actitud fuera del campo, tras el pitido final.
Nuevas rivalidades
Lamine Yamal-Kylian Mbappé, Xabi Alonso y Flick e incluso Laporta y Florentino Pérez son las principales caras de este tipo de partidos y en general del futbol europeo. Ambos equipos aspiran a todo esta temporada y el que se queda atrás lo paga caro.
Mbappé le ganó la partida esta vez a Lamine, que estuvo desaparecido e irreconocible, posiblemente algo mermado físicamente. Tan solo disputó 27 balones, de los cuales solo 16 pudo conservar. A pesar de ello, a punto estuvo de dar un pase de gol a Koundé en la recta final del partido, lo que demuestra la capacidad decisiva del chico de 18 años. Por otro lado, decisivo sería el francés que, pese a fallar un penalti, anotó un gran gol y pudo llevarse un mejor botín si no fuese por el fuera de juego.
En el duelo de entrenadores, Xabi Alonso partía con ventaja ya que Flick no se pudo sentar en el banquillo por la sanción que recibió el pasado fin de semana. Aún así, los blancos salieron más metidos al partido y se supieron imponer a un FC Barcelona flojo y con algunas bajas importantes. No fue el partido de los blaugranas, a los que les faltó profundidad y que apenas pudieron crear ocasiones de valor.
Tampoco se queda atrás la rivalidad en los palcos. Tras la polémica por el partido de Miami, la personificación del Real Madrid en el caso Negreira, y las últimas declaraciones cruzadas entre ambos, empiezan a caldear el ambiente. Lo que parecía una relación cordial entre presidentes parece que se ha enfriado. Ya se vuelve a competir fuera del campo, por fichajes, por decisiones arbitrales, por reputación…
Recuerdos de una época dorada
En la mente de ambas aficiones, no es difícil recordar aquella época de clásicos ardientes. Las ruedas de prensa previas de Mouriño y Guardiola que servían para caldear el ambiente, la rivalidad entre Cristiano y Messi, piques entre jugadores de la Selección española y tensión en los palcos presidenciales, era lo que marcó aquella época.
Ahora, los Madrid-Barça vuelven a ser lo que eran. Lamine ilusiona mientras que Mbappé cada vez se hace más grande. La táctica es cada vez más decisiva y minuciosa, necesaria para derrotarse entre sí. Sin duda, dos estilos diferentes, dos maneras de entender el fútbol, pero competición al máximo que es lo que se había perdido. Ambas partes tienen suficientes motivos para creer que son mejores que su rival, pero pequeños detalles marcan la diferencia, y ahí es cuando aparecen los grandes jugadores.

Nuevas estrellas han surgido. El conjunto de Chamartín es un equipo repleto de estrellas encabezado por el hasta ahora el jugador de la temporada, Kylian Mbappé. En la otra cara de la moneda, el Barça atesora un gran elenco de jugadores jóvenes, salidos de la masía y con hambre de jugar en el primer equipo. Yamal y Kylian representan la nueva era de los clásicos y son la referencia en ambos equipos. Los niños quieren su camiseta, y ya parece obvio pensar que los dos se jugarán los puestos más altos del Balón de Oro cada año y que la discusión por quien es el mejor jugador del mundo vuelve a abrirse.
Al fin y al cabo la temporada no ha hecho más que comenzar, pero ya se nota la ilusión en el mundo del fútbol por la vuelta de los clásicos. Se vuelve a incluir a todas las edades, nuevos ídolos para los mas pequeños, pique y trascendencia total en el mundo. Los clásicos han vuelto dentro y fuera del campo, han vuelto para quedarse.

