Olivia Rodrigo nos desvela una nueva faceta
El pasado 25 de marzo, la joven cantante estrenó su nuevo proyecto: el documental driving home 2 u para Disney+. Con él, Olivia Rodrigo profundiza aún más en el fenómeno que le ha rodeado desde que a principios del año pasado tomase al mundo por sorpresa con su Drivers License. Ahora, recupera uno de los versos del single debut para dar nombre a este documental que revela el proceso de creación de su exitoso álbum Sour.
En poco más de una hora, Olivia Rodrigo reflexiona acerca del proceso creativo detrás de su primer disco. Pero también hace referencia a las polémicas que lo rodearon, la elección de singles o la inspiración detrás de sus canciones. Sus preocupaciones, miedos y también ilusiones. Este camino se enmarca entre Nueva York y Salt Lake City, ciudades que la vieron componer este proyecto. Un camino que no protagoniza sola, al compartir espacio en pantalla con algunas de las figuras claves detrás de su proyecto, como su productor y estrecho colaborador Daniel Nigro.
La banda sonora, una pieza clave
Como era de esperar en un documental alrededor de una estrella emergente como Olivia Rodrigo, la música desarrolla un papel fundamental. La cantante no solo se dedica a desgranar los secretos mejor guardados detrás de la creación de su gran éxito Sour. También encuentra el espacio para interpretar todas y cada una de las 11 canciones que componen el disco. Y a pesar de haberlas conocido durante casi un año, no dejan de sorprender. En algunas de ellas, podemos encontrar arreglos muy diferentes a los originales, como ocurre con Good 4 U y sus llamativos violines.
Poco a poco, las canciones se van sucediendo, y con ello componen una imagen mucho más clara de la artista que Olivia Rodrigo es y aspira a ser. Desde su profunda inspiración en el country y su concreción hasta el deseo de acercarse a enfoques más punk, sus referencias son casi tan variadas como sus interpretaciones. A cada canción le dedica su momento y espacio. No se sienten precipitadas y todas adquieren la misma relevancia, sin que pequeñas joyas como favorite crime queden relegadas a un segundo plano por éxitos masivos como drivers license.
Todo esto nos permite descubrir pequeños fragmentos del proceso creativo de Sour que enriquecen la experiencia final. Por ejemplo, ahora somos conscientes de lo mucho que Rodrigo realmente deseaba abrir el disco con brutal. También que la primera canción que realmente compuso para el disco fue happier. O que no quería publicar deja vu después del gran éxito de drivers license, temerosa de no alcanzar el éxito del tema predecesor. Datos que realmente no cambian la realidad del disco, pero sí que lo envuelven con una atmósfera más densa que deja entrever más claramente que nunca la perspectiva de la artista.
Olivia Rodrigo, una estética inconfundible
A lo largo del último año, Olivia Rodrigo ha pasado de ser casi una desconocida fuera del universo Disney a ser una estrella de talla mundial. Esto no podría haber sido posible sin su música, pero no podemos negar el peso que también ha tenido su estética. Los elementos que la han rodeado han sido siempre cuidadosamente seleccionados. Mezcla en muchas ocasiones la estética de los 2000 con otros elementos atemporales como las mariposas, haciéndose en el proceso dueña de un particular tono de morado.
De la misma forma, su estética está igual de cuidada a lo largo de todo el documental. Las imágenes están en muchas ocasiones pixeladas e incluso desenfocadas. Esto, claramente, no se debe a un error técnico. Es un claro esfuerzo por recuperar una estética vintage y desenfadada aunque su popularidad haya llegado mucho después de estos elementos. Los planos tienen un marcado grano y un aspecto tosco, casi como si no hubieran sido procesados. Como si desde la cámara se hubieran proyectado directamente en la pantalla, reforzando una muy bien construida naturalidad.
Además, recurre a la repetición de elementos, formando evidentes leit motives. El más claro es sin duda el coche. Desde drivers license, la imagen de Olivia Rodrigo ha ido en cierta medida vinculada a la conducción. Anécdotas en entrevistas, un sistema de lavado promocional, el propio nombre de su canción… todo ello ha contribuido a dar esta imagen. El documental no hace otra cosa que reforzar esta idea, construyéndose alrededor de un road trip. Y por si no fuera suficiente el viaje, los coches aparecen también durante las canciones. Ya sean como escenario o como iluminación, sus faros siempre brillan alrededor de Rodrigo.
Una imagen cuidadosamente real
Todas las estrellas pretenden exponer, vender, una determinada imagen de sí mismas. Incluso aquellas que parecen más naturales. Ya se presenten como inalcanzables o como una persona normal y corriente, esta decisión no es inocente. Por ello, no es de extrañar que Olivia Rodrigo se haya presentado a sí misma con esta autenticidad en apariencia descuidada. Busca generar empatía con el público, conectar con sus seguidores mientras estos ven un documental sobre ella, algo que una persona cotidiana jamás protagonizaría.
Pero se trata de una imagen muy bien construida, a menudo a través de la empatía y la ternura. Por ello no desaprovecha la oportunidad de mostrar videos de cuando era pequeña, reflejando que su pasión por la música ha crecido con ella. También se presenta sola en habitaciones de hoteles, caminando casi sin rumbo fijo, invitando al espectador a acompañarla en su travesía. Ríe, llora y se frustra, se muestra insegura y enfadada, incluso nerviosa. Todo para recordar que es una joven a la que le acaba de cambiar la vida de un momento a otro.
Y esta estrategia funciona. Después de escuchar cómo Rodrigo habla de que escribió 1 step forward, 2 steps back el día antes de romper con su pareja, o lo vulnerable que se sentía durante enough for you, es casi imposible no querer ponerse de su lado. Será una estrategia, eso es innegable, pero por lo menos es un planteamiento coherente. Una sinceridad muy bien escogida y seleccionada, pero que se engarza a la perfección con la honestidad y el desgarro que parece transmitir con sus canciones. Parece sugerir la sencillez de una estrella que todavía no se ha dado cuenta de su posición.
Olivia Rodrigo no va a desaparecer
Después de drivers license, la gran pregunta era si Olivia Rodrigo sería capaz de mantenerse en la cima o se desvanecería como otros muchos artistas anteriores. Todavía es pronto para tener un veredicto definitivo, pero lo que no se puede negar es que un año después, siete nominaciones a los Grammys y una gira a punto de comenzar, tiene mucho recorrido por delante. No parece que Rodrigo vaya a frenarse, y eso es lo que pretende demostrar con este documental.
En cierta medida lo consigue. No es que sea una obra como ninguna otra vista. Sigue una fórmula clásica, mezclando sencillas declaraciones con la representación de sus canciones, dejando colarse cuidadosamente alguno (todavía) inédito. Pero con todo ello consigue regresar a la opinión pública sin demasiado esfuerzo o tener que lanzar un segundo disco cuando el primero todavía continúa siendo un éxito. Olivia Rodrigo se presenta a sí misma como una escritora antes que una estrella, una cantante joven, cercana y por mucho que aprender. Y con este documental sigue haciendo lo que hasta ahora le ha resultado fácil: conducir directamente a los corazones de sus seguidores.
