La funcionaria, bajo el nombre Mavi L.F., acudía a centros sociales y asambleas sobre ecologismo, como las organizadas por Extinction Rebellion y Futuro Vegetal. Su forma de actuar encendió rápidamente las alarmas de algunos militantes. Así, se añade a la lista de policías infiltrados desde junio en Barcelona, Valencia, y ahora también, en la capital.
Todo comenzó cuando la agente infiltrada se puso en contacto con La Animosa, un centro social okupado, situado en el barrio madrileño de Hortaleza. Quería proponer la celebración de un acto sobre justicia climática, sin embargo, el grupo rechazó esta ceremonia. Hecho que hizo que una semana después, Mavi se presentase en el Gimnasio Popular Hortaleza Fighters que forma parte del mismo centro, para entrenar. Pronto comenzaron las sospechas.
El CSO La Animosa abrió sus puertas en noviembre de 2021, tan solo un año antes de la aparición de Mavi, en un local comercial propiedad de la SAREB también conocida como el «banco malo» que llevaba años vacío. Desde su comienzo contó con un gimnasio popular, una biblioteca y espacio para la celebración de actividades para los colectivos del barrio y de Madrid. Además, durante este año y cuatro meses, ha sido punto de encuentro de cientos de colectivos para organizar diferentes luchas.

Mavi L.F. es la identidad falsa bajo la que se esconde la agente de policía que responde a las iniciales de M.V.C.S., según ha podido comprobar el periódico El Salto. Se trataría de una agente encubierta que llevaría varios meses rondando los círculos de militancia de diferentes colectivos de Madrid. Entre ellos está Extinction Rebellion, movimiento ciudadano por la justicia climática que opera en varias ciudades, en el que empezó a participar en septiembre a raíz de un encuentro general del colectivo en El Retiro. “Ese día vinieron como 20 o 30 personas nuevas”, recuerda otro de los miembros de la organización allí presentes, si bien es verdad que en los movimientos sociales en los que estuvo participando siempre mantuvo un perfil bajo.
En el caso de La Animosa, pese a la negativa de la celebración del acto que Mavi vino a proponer, vieron cómo empezó a mostrar un repentino interés por los demás proyectos del espacio, así como por la organización de este. Es entonces cuando empezó a acudir de manera frecuente al gimnasio, lo que le sirvió de puente para acercarse a las compañeras del espacio. Así, personas que coincidieron con ella añaden que les llamó la atención su facilidad para los deportes de contacto, pese a haber comentado que nunca había realizado ninguno. Cuanto más tiempo pasaban con ella, más sospechas tenían sobre su persona. “Percibíamos que tenía una actitud muy aduladora hacia las personas que frecuentábamos el espacio, intentando crear vínculos de confianza muy rápido, cambiando de opinión según con quien hablara”.
COMUNICADO Y CONCENTRACIÓN respecto a la INFILTRACIÓN POLICIAL en LA ANIMOSA, con el apoyo de más de 50 colectivos ‼️
— CSO La Animosa (@CSOLaAnimosa) March 15, 2023
Si nos quieren controladas, #NosTendránOrganizadas pic.twitter.com/r5L87EMbd6
La agente infiltrada cambió su actitud
Tras conocerse gracias a la publicación de la revista La Directa que otro policía había estado infiltrado durante tres años en movimientos sociales de Barcelona, llegando incluso a mantener relaciones sexoafectivas con varias mujeres, Mavi varió su comportamiento y aunque no desapareció por completo, si lo hizo prácticamente. «Después del segundo artículo de La Directa vino a entrenar una o dos veces más pero ya no intentaba involucrarse de la misma manera”, explica una compañera del centro social. También empezó a eliminar fotos y perfiles en redes sociales. El primero, el de Instagram con el que se había presentado inicialmente en La Animosa.
Esta nueva maniobra, que se suma a la infiltración de tres agentes de policía bajo las identidades falsas de Marc Hernández Pon, Daniel Hernández Pons y Ramon Martínez Hernández pone de manifiesto que las cloacas del Estado siguen operando con métodos de espionaje e infiltración contra la juventud que se organiza.