Anna Pacheco debutó en la literatura de ficción en 2019 con Listas, guapas, limpias
Parece que el tiempo no hace mella en la opera prima de la periodista catalana. Listas, guapas, limpias cumple casi cuatro años de edad pero da igual cuando te topes con este libro porque te va a trasladar a un momento muy concreto al que, a veces, necesitas ir.
La contraportada del libro afirma que es una novela de ficción pero no la vas a sentir como tal. Poder sentirte identificada con una historia que, por lo menos en parte, es producto de la imaginación es difícil de conseguir. Sin embargo, Anna Pacheco logra en esta novela un equilibrio entre opuestos continuamente. Denuncia pero sin aturullar, recuerda pero sin anclarse en el pasado, bromea pero sabe dónde está el límite.
Los temas sociales que se tratan en el libro se distribuyen a lo largo de la historia de forma sutil. Es como que sin decirte nada, y con la premisa de una historia sencilla y de lo más costumbrista, te lo dice todo. Por si fuera poco, añade la ironía y el sarcasmo de manera que aparece una sonrisa en tu cara si has vivido algo parecido.
Si este libro fuese una persona sería una hermana mayor o una amiga. A veces te ayuda pero otras siembra dudas que tu cabeza que no te habías planteado antes. Si no te sientes identificada con la protagonista, puede que te sientas identificada con su mejor amiga o, incluso, con su madre. El caso es que vas a recordar, aprender o vivir al mismo tiempo algo con alguna de ellas.
Es cierto, que cuando llega el final, buscas instintivamente un cierre más firme, una evolución de la protagonista que llegue a un punto exacto. Pero, al igual que muchas, quizás no hay una respuesta final porque todavía no la ha encontrado.
Listas, guapas, limpias también es un libro estacional. Sin duda léelo en verano, bajo el sol. Si lo haces en pleno invierno, perfectamente válido, debo advertirte que de una forma u otra vas necesitar que llegue la estación estival. Porque Anna Pacheco, sin descripciones largas y pomposas, consigue que el lugar dónde leas el libro empiece a oler a mar, helados, café con hielo y todo lo que implican los meses de calor.
Sin duda es un libro que trata temas relevantes actualmente y que merecen un hueco en las nuevas novelas. La reivindicación viene implícita, pero aún así puedes leerlo de manera relajada. Leer por leer, algo que a veces se agradece. La prosa de Pacheco también se disfruta sin darle cien vueltas al contenido. Hay páginas en las que te das cuenta de los problemas tan sustanciales que denuncia pero en otras disfrutas simple y llanamente de la lectura. Podrías leerlo en diferentes momentos y sacarías algo nuevo cada vez.
Este agosto Listas, guapas, limpias puede ser la compañera perfecta de esperas, ratos libres y horas al sol que necesitas.