Me falta una teta, un relato sobre el cáncer de mama inusualmente divertido
Raquel Haro, autora de Me falta una teta y guionista que trabajó durante doce años en el programa de humor satírico El Intermedio, cuenta con un particular estilo su historia con el cáncer de mama, incluso riéndose de ella misma. En este libro, Raquel Haro responde a las preguntas impensables de: ¿Qué harías si te diagnosticaran cáncer? ¿Qué pasaría contigo? ¿Cómo te lo tomarías?
Un relato donde la premisa es siempre vivir a pesar de las circunstancias. Raquel es esa amiga a la que le han diagnosticado cáncer de mama, pero también puede ser tu hermana, tu madre o cualquier otra persona de tu entorno que te cuenta como se ha sentido en esta pesadilla de enfermedad. Esa maldita palabra de seis letras que probablemente la hayas vivido de cerca puesto que es una de las enfermedades más comunes de nuestro siglo.
Sin embargo, no vamos a hablar de datos cuando lo importante es el ejemplo de Raquel de Haro quien demuestra que a pesar de tener cáncer tiene que lidiar con seguir con su vida; eso comprende estar con su hijo hijo, sus amigas, el trabajo y un largo etcétera de responsabilidades. Así también, le toca enfrentarse a un sinfín de preocupaciones nuevas como es la pérdida de pelo, su pecho, el líbido sexual, o algo tan básico, como seguir siendo ella.
Haro ha creado una auténtica guía para acompañar a cualquier persona en su enfermedad sin las típicas frases de Mr. Wonderful pero con una gran herramienta principal que hace que la vida a veces sea más fácil: el humor. Así, a través de la ironía y con la gracia que le caracteriza hace que le acompañemos no solo en la enfermedad, sino también en una pandemia, en la separación con su marido o en la custodia de su hijo.
A través es esta historia hace que te sientas una más de las «Chiquis», su grupo de amigas y uno de los pilares de su vida, y unirte a ellas en su lucha por el mundo. También, tendrás el placer de conocer a personajes que probablemente si uno no se enfrentase a una nueva etapa, jamás les conocerías.
Raquel, ha sido muy valiente, mostrando al mundo la angustia que vivió sin tapujos ni edulcorantes sino mostrando la vida. Esa que tanto tenemos que querer, de la forma más natural posible puesto que de un momento a otro nos la arrebatan.
Una historia de magia, superación y esperanza. Una historia que podía ser la de cualquiera de nosotros. Gracias Raquel por hacernos sentir aún más esta vida loca.
Si no lo habéis leído, sinceramente, estáis tardando.
