«Al igual que en la danza y el teatro hay muchos estilos, en el circo también»
Desde el circo más inusual al factor sorpresa nunca antes visto. Vuelve el Festival Riesgo a Teatros del Canal del 12 de febrero al 1 de marzo de 2026 con ciertas compañías que llegan a Madrid para mostrar números inverosímiles.
La edición abre con Play Dead de People Watching, un espectáculo onírico que mezcla poesía y humor (12 y 13 febrero, 20:00 h). Prosigue con la propuesta surrealista Der Lauf de Les Vélocimanes Associés (14 febrero, 20:00 h / 15 febrero, 18:00 h) y con la aportación española Bürstner’s Club (19 y 20 febrero, 20:00 h), inspirada en las compañías itinerantes.
A su vez, se presentan PANDAX, con estética de road movie (21 febrero, 20:00 h / 22 febrero, 18:00 h). Si c’est sûr c’est pas peut-être, que une música, teatro y circo (26 y 27 febrero, 19:00). Y como cierre: Le Complexe de l’autruche, del Collectif d’équilibristes (28 febrero, 20:00 h / 1 marzo, 18:00 h).
Su directora, Eva Luna García-Mauriño, quien muestra una vitalidad y pasión ejemplares para con todos los proyectos que desempeña, habla con El Generacional antes de su aterrizaje en la capital.
La segunda edición del Festival Riesgo
Pregunta: ¿La primera edición del Festival riesgo tuvo buena acogida?
Respuesta: Yo tenía mucho miedo porque siempre es un gran reto, como hablamos el año pasado. El gran reto es que como es un festival dirigido a público adulto, y la palabra circo parece algo más familiar, pues hay una divergencia de hacia quién va dirigido.
El año pasado terminamos muy bien en muchos espectáculos con aforo completo que fue una sorpresa. Y este año seguimos en esa línea, ya que queremos consolidar audiencias. De hecho este año me he atrevido a que muchas de las propuestas no son para niños, y eso que el año pasado sí que había algunas más dirigidas a eso. En este año solo hay una.
P: ¿Y qué novedades nos podemos encontrar en esta nueva edición? ¿Seguiremos viendo ese componente de riesgo?
R: El año pasado era importante mostrar un gran abanico, desde propuestas muy clásicas hasta más vanguardistas. Este año el abanico no es tan amplio porque nos centramos más en como aparece ese riesgo en las piezas. Hay espectáculos muy físicos como el de PANDAX donde encontramos un riesgo físico más tangible. Es un espectáculo de carpa que han adaptado para las salas de Canal. También está el riesgo más conceptual desde otras partes de la dramaturgia.
También hay un espectáculo como el de Der Lauf donde el riesgo depende del público. El artista está con los ojos tapados y el público le va guiando. Este año me gustaba la idea de mostrar lo que es el riesgo y cómo se entiende. Porque no solo es el riesgo de jugarse la vida, hay muchos tipos de riesgo.
P: El propósito de acercar y redefinir el circo no ha cambiado, ¿no?
R: Para mí es un trabajo de medio a largo plazo, llevamos mucho tiempo con un concepto muy arraigado de lo que es el circo, y claro, ampliarlo no es una cosa de un año. Ese circo sigue existiendo y es maravilloso, pero hay otros circos que merecen ser mostrados. El objetivo es que vaya cimentándose bien y que de aquí a 10 años se entienda que al igual que en la danza y el teatro hay muchos estilos, en el circo también.
Riesgo, protesta y crítica
P: A un espectador que quiera iniciarse en el mundo del circo, ¿qué le aconsejas ver primero?
R: Es que depende mucho del espectador, es algo muy subjetivo. Incluso dentro de la edad puede variar, hay gente que necesita de adrenalina y hay quien prefiere algo estético y puro, depende de la primera persona que se acerca al circo. Lo que sí diría es que se miren muy bien la sinopsis y el video, porque hay gente que va a ciegas y eso le gusta y hay gente a la que le causa un efecto contrario.
P: ¿Crees que más allá de la técnica circense siempre hay un motivo de protesta detrás de cada obra?
R: Depende de la obra, este año hay varias que le dan importancia a la colectividad, pero tampoco son temas nucleares, son temas transversales. Pero sí es una buena plataforma para hacer protesta, de hecho la primera escuela del mundo de circo fue la rusa en el año 1929 y se utilizaba para hacer propaganda del zarismo. Recreaban batallas y era un lenguaje fácil para llegar a la ciudadanía. En realidad, el que no era el clásico puro empezó siendo de propaganda.
P: ¿Cómo recoge la crítica a este festival?
R: Has abierto un melonazo, porque hay muy poca crítica de circo. Hay tal desconocimiento respecto al circo que en España yo solo conozco a tres personas que escriben crítica de circo. Hay revistas especializadas, como Zirkólika , pero son revistas muy sectoriales.
Luego la revista El Gallinero que escribe mucho sobre el circo y ahora escribe mucho. Pero es algo que necesitamos, ir formando a la gente con un ojo crítico sobre el circo. Juzgan desde un lugar que no es propiamente algo del circo, desde una mirada muy teatral.
Un viaje emocionante sin fin
P: ¿Qué enseñanzas te dio dirigir la primera edición? ¿Qué esperas de esta?
R: Siempre que voy a cosas que yo programo me fijo mucho en el público más que en las obras. Porque quiero ver las reacciones y necesito a veces entender al público y los espacios. Mis enseñanzas serían no subestimar a la audiencia porque muchas veces pensamos que algo no va a ser entendido por la gente y luego resulta que sí.
Y hacer mucho énfasis también en la comunicación, porque a veces damos por sentado cosas que se van a entender. Por ejemplo, hay que hacer énfasis en que el circo contemporáneo es muy diferente del clásico y de lo que la gente imagina.
P: ¿Cómo te sientes con todo este viaje y tienes algún otro proyecto entre manos?
R: Pues muy contenta viendo esta segunda edición, quiero seguir aprendiendo. También Teatros del Canal con el espacio y el público es un desafío. Y aprendiendo muchísimo de cómo reacciona la gente. Pero tengo un equipazo maravilloso en Teatros del Canal de personas que son lo mejorcito.
Estoy con la maternidad a tope que es un reto para compaginar todo, pero sigo con mis proyectos de siempre, el invernadero, Pdcirco que son festivales más familiares. Pero nada estoy servida, pero muy contenta, sí.
