Robe Iniesta se ha hecho con un hueco de puro mimo en los corazones de más de un millón de oyentes españoles
El cantante ha logrado entablar amistad con la marginalidad, ha conocido de cerca el caos y vive, ahora, refugiado en el corazón de tantos. Ahora, a su nuevo álbum Mayéutica le espera nada menos que el calor de aquellos que se refugiaron antaño en sus letras.
«¡Hola a todos! Tenemos el placer de presentaros nuestro nuevo trabajo. Mayéutica es una canción concebida como una sola obra que consta de cuatro movimientos. Comienza con un interludio, que la enlaza con La Ley Innata, y acaba con una coda sin final. La armamos y la grabamos durante el verano de 2019, ya con Woody Amores integrado como guitarrista en el grupo. Esperamos que os guste». Así proclamaba el equipo de prensa del artista extremeño el día anterior al lanzamiento de su nuevo álbum, Mayéutica.
El pasado 1 de abril, Robe Iniesta, el que fuera el solista principal del grupo Extremoduro, lanzó El Segundo Movimiento: Mierda de Filosofía, un single que adelantaba su próximo álbum en solitario: Mayéutica. Ayer este álbum vio la luz, y después del éxito de su single premonitorio, con más de medio millón de visualizaciones en apenas un mes, no esperamos menos del artista extremeño.
Mayéutica, el nuevo álbum de Robe
Este tercer álbum del artista ha sido dirigido por Diego Latorre y publicado por El Dromedario Records. Según cuenta el propio artista, esta fue, en realidad, una obra creada con posterioridad al álbum de La Ley Innata, que hacía alusiones a Cicerón. En esta pieza, que sigue suscitando la usual tendencia filosófica del cantante, hace referencia al método y término socrático. Sigue una conformación similar a su antecesor en el tiempo, La Ley Innata, pues se compone de un interludio, cuatro movimientos y una coda final. Todas las canciones están relacionadas entre sí tanto en melodía como en significación, y la obra ha de concebirse, aunque en conjunto, como una sola, como ha expresado el medio de prensa del artista.
Estos son los títulos con los que nos encontramos:
- Interludio (3:11)
- Primer movimiento: después de la catarsis (8:57)
- Segundo movimiento: mierda de filosofía (4:46)
- Tercer movimiento: un instante de luz (10:34)
- Cuarto movimiento: yo no soy el dueño de mis emociones (14:51)
- Coda feliz (1:30)
Un público impaciente
Tanto Robe como el conjunto de Extremoduro han sido víctimas, como la mayoría de artistas, de las cancelaciones, aplazamientos y restricciones que ha conllevado la pandemia. Antes de la pandemia, Extremoduro anunciaba una gira de despedida del grupo contando que su camino, como tantos otros, había llegado a su final y que era hora de bifurcarse. Siempre quedará lo que fue Extremoduro, por lo que rápidamente las entradas se agotaron.
Los integrantes de la banda ya venían mostrando, desde hacía tiempo, desavenencias y malentendidos entre sí. Habían sido varias las polémicas que protagonizaron los artistas basadas en desacuerdos e inconveniencias internas. Lo que en su momento fue el gran Extremoduro se veía ahora querido, en cariño, pero fragmentado internamente, y sin intenciones de forzar artificiosamente una cercanía. Se declaró abiertamente que no había rastro de rencores ni de odios, y que el camino había sido largo y lleno de grandes recuerdos, por lo que la gira de despedida supuso una especie de abrazo final antes de partir el tren.
Cuando llegó la alerta sanitaria del pasado año debido a la pandemia de la Covid-19, sus conciertos, como los de la gran mayoría de artistas, se vieron cancelados o pospuestos bajo el seno de la incertidumbre pandémica. Aquellos que consiguieron hacerse con entradas en su momento se veían, entonces, envueltos en la duda de si los conciertos iban a celebrarse siquiera algún día.
«¡Hola a todos! Queremos deciros que no tenemos ni puta idea de qué va a pasar con la gira. Lo único que sabemos con absoluta certeza es que nosotros vamos a tocar. En verano, en septiembre, el año que viene o cuando sea. Pero vamos a tocar por cojones.»
El equipo de prensa del grupo comunicó, así, ante la incertidumbre del momento, las intenciones de continuar con la gira. Esta publicación, que había avivado las ilusiones de aquellos que se habían hecho con entradas (o tenían la esperanza de hacerse con ellas de allí en adelante) se vio crispada por el «comunicado oficial» escrito por el solista en su medio. Este aseguraba que las esperanzas de poder celebrar los conciertos este año eran bajas, y que ya dejaba de tener sentido la despedida de por sí. El comunicado parecía dejar bastante claro que las posibilidades de poder vivir la gira eran tirando a nulas, pero el resto de integrantes del grupo, así como la productora, Live Nation, aseguraron que ese «comunicado» era completamente ajeno a su conocimiento y que se había decidido «de manera unilateral» por parte del solista. El resto de integrantes se mostró en desacuerdo con sus palabras e intenciones, pues defendían su voluntad por seguir en pie con los directos. Live Nation declararía, más tarde, que estaban trabajando intensamente para solucionar lo ocurrido.
El «comunicado unilateral» del artista no fue, aún así, borrado del medio de prensa oficial. La próxima señal de vida que obtendríamos del grupo sería el 30 de abril, día en que nació Mayéutica, el nuevo álbum de Robe.
Robe: desobedeciendo al purismo
Las últimas obras de Robe, quien antaño podría haber sido descrito como el rey del caos y la gloria, de un grito desgarrador y una violencia pasible y deshecha, se caracterizan ahora por una visión distinta. Aquellos escudados en el purismo criticaron a Robe por pasar de ser «fuego puro» a ser, más bien, una mirada melancólica a las cenizas. En su presentación de «Bienvenidos al temporal«, álbum en directo de Robe Iniesta y dirigido por Diego Latorre, contestaba así a estas alusiones:
«Me la pela porque tampoco puedes hacer nada contra eso. El que es auténtico es auténtico, haga lo que haga. Yo no sería más auténtico si me preocupara por hacer lo que la gente quiere que haga. Siempre va a haber gente que cargue contra ti, sobre todo cuando llevas tanto tiempo. Tengo que hacer lo que siento que debo hacer.»