El equipo vasco se proclama vencedor con una clara ventaja
El pasado sábado se disputaba la última jornada de la Liga Guerreras Iberdrola. El Super Amara Bera Bera se proclamaba campeón de la máxima categoría del balonmano femenino, con una clara ventaja, mientras que en el grupo por el descenso el Club Balonmano Morvedre celebró su permanencia tras una espera agónica.
Estos últimos meses los 16 equipos que empezaron en septiembre la liga, han luchado de forma paralela por el título y por la permanencia. El Super Amara Bera Bera no se ha bajado del primer puesto en la lucha por el título en ningún momento, acabando con 27 puntos, ocho más que su rival más cercano el Club Balonmán Atlético Guardés. Rocasa Gran Canaria y Aula Alimentos Valladolid completan los cuatro primeros puestos con 15 y 13 puntos, respectivamente.
El actual campeón de la Copa de S.M la Reina, el BM Elche no consiguió meterse entre los cuatro mejores, quedando a tan solo un punto del Valladolid. El Granollers, fuerte en la primera fase de la Liga en el grupo B, ha quedado sexto tras el último partido contra el líder que le hizo descender dos puestos. El Rincón Fertilidad Málaga también sufrió en los últimos partidos, posicionándose séptimo por delante del Liberbank Gijón.
Una permanencia de infarto
La otra lucha, en este caso por la permanencia, la ganaba el BM Porriño con 22 puntos, seguido del equipo vasco el BM. Zuazo y del Balonmano Salud Tenerife, ambos con 20 puntos. La cuarta plaza y la última para quedarse un año más en la máxima categoría no tuvo nombre hasta el último momento. La guerra estaba entre el Adesal Córdoba, el CICAR Lanzarote y el Club Balonmano Morvedre.
Este último no dependía de sí mismo para permanecer, sino que tenía que esperar al resultado del partido entre el Adesal Córdoba y el CICAR Lanzarote. El equipo valenciano tenía su última cita en Santander contra el Uneatlantico Pereda, tras vencer (27-31), al Morvedre le valía tanto un empate de sus rivales o la victoria del equipo andaluz, ya que el golaveraje favorecería a las valencianas. Finalmente, el partido disputado en Arrecife se quedó en empate (21-21), otorgando al Morvedre la permanencia. El Adesal Córdoba junto al equipo canario incapaces de romper la igualdad se vieron abocados al descenso. El Uneatlantico Pereda y el Lanzarote Puerto del Carmen son los otros dos equipos que también descienden.
La Liga División de Honor que empezó en septiembre no ha sido lineal. La llegada de cuatro nuevos equipos, la división en dos grupos y la incertidumbre de la situación del covid no se lo han puesto fácil a ningún equipo. Comenzaba la liga con protocolos contra el covid-19, test antes de cualquier partido y encuentros sin público. Sin embargo, más de un partido tuvo que ser suspendido por positivos en ciertos equipos, alargando cada fase.
Parada en diciembre para la convocatoria de la selección Española en el Europeo. Las chicas de Carlos Viver no llegaron a las semifinales, tras perder en la segunda fase contra Francia y Dinamarca. Otro parón fue el de Abril, esta vez para la clasificación de las Guerreras para los Juegos Olímpicos. Fue en Valencia donde la selección femenina de balonmano consiguió su pase para Tokio.
Cuatro equipos y dos plazas
Tras una temporada llena de cambios, el final de temporada supone descensos, pero también nuevas incorporaciones a la máxima categoría del balonmano femenino español. Este fin de semana los cuatro equipos líderes de la División de Honor Plata femenina han disputado las dos plazas para meterse en la Liga Guerreras Iberdrola.
Ha sido en Logroño donde ha tenido lugar esta lucha. Cuatro equipos que han dado todo de sí para conseguir la plaza tan deseada. El viernes empezaba el juego. El Lanzarote Zonzamas empataba contra el Handbol Sant Quirze, resultado que fue esencial para ambos equipos. La Rioja ganó 23-16 al Bolaños, posicionándose como líder.
Sin embargo, en la segunda jornada, el anfitrión no pudo contener al Lanzarote Zonzamas perdiendo 14-22. El Sant Quirze hizo sus deberes ganando 20-23 al Bolaños, lo que les alejó del ascenso.
Zonzamas, a pesar de la derrota contra el Bolaños, fue el primer equipo en conseguir la ansiada plaza. Ahora, la lucha estaba entre dos. El último partido, vivido como una final, fue angustioso tanto para La Rioja como para el equipo catalán. Un gol que rompió el empate, hizo que el Sant Quirze fuera el segundo equipo en meterse en la máxima categoría del balonmano femenino.
