El partido de ultraderecha Agrupación Nacional afronta una gran oportunidad en las elecciones legislativas del 30 de junio
Francia afronta una cita con las urnas el próximo 30 de junio. Los ciudadanos están llamados a votar la composición de la Asamblea Nacional, disuelta tras las elecciones europeas del 9 de junio. El presidente de la República, Emmanuel Macron, optó por convocar elecciones después del batacazo del centro y el ascenso de la extrema derecha, que se convirtió en la primera fuerza política con un 31,5 % de los sufragios.
Los franceses elegirán el 30 de junio a los candidatos que accederán a la segunda vuelta (aquellas formaciones que superen el 12,5 % de los votos en cada circunscripción). Una semana después, el 7 de julio, los votantes regresarán a las urnas para elegir a los candidatos que hayan superado el corte. El control de la cámara baja se presenta como una oportunidad para la extrema derecha de postularse a la presidencia del país galo, en un momento de buena inercia para Agrupación Nacional.
El mapa electoral en Francia
La cita electoral llega con tres grandes bloques en la campaña. La gran novedad pasa por la derecha, donde Agrupación Nacional ha alcanzado un acuerdo con Los Republicanos (derecha tradicional gaullista) para concurrir juntos en varias circunscripciones. El partido de Marine le Pen exhibe así su poderío frente a la formación de Éric Ciotti, criticado incluso dentro de Los Republicanos por haber levantado el veto a la extrema derecha.
El bloque conservador competirá, por un lado, con la alianza del centro. En un momento de baja popularidad para Emmanuel Macron, las repercusiones de este adelanto electoral se pueden agravar para Renacimiento y sus socios. Por otra parte, los partidos de izquierda han formado una alianza llamada Nuevo Frente Popular. El Partido Socialista ha accedido a concurrir junto a la Francia Insumisa de Jean-Luc Melénchon.
Cabe recordar que las elecciones legislativas no afectan a la presidencia de la república, pero sí a la posición del primer ministro. El actual jefe de gobierno, Gabriel Attal, se presenta dispuesto a ratificar su puesto en caso de victoria del centro. En cambio, la extrema derecha apuesta por Jordan Bardella como nuevo primer ministro. La izquierda no ha designado todavía a un posible candidato a la jefatura de gobierno.
Bardella, savia nueva para la derecha
Jordan Bardella se ha erigido como el nuevo líder de la extrema derecha francesa. Se trata de la figura elegida por Marine le Pen para la carrera gubernamental, tratando de aprovechar su popularidad, su juventud (28 años) y su influencia en redes (más de 1 millón de seguidores en TikTok) a fin de captar nuevos electores. Si bien continúa bajo el paraguas de Le Pen, la extrema derecha se impuso en las elecciones europeas con Bardella como la cara más reconocible.
Desde su llegada a los vértices de Agrupación Nacional, Bardella ha tratado de poner distancia de por medio con la línea más dura y tradicional del partido. Su liderazgo ha favorecido el flujo de voto joven hacia Agrupación Nacional, sin dejar de insistir en temas clave como la inmigración, la seguridad y el euroescepticismo.
Con Bardella en primera línea, Marine le Pen cuenta con vía libre para su candidatura a las elecciones presidenciales de 2027. Asimismo, la extrema derecha ve en los comicios legislativos una parcela de ensayo para demostrar que está capacitada para ejercer el poder. Eso sí, algunos analistas entienden que la entrada en el gobierno podría desgastar a Agrupación Nacional de cara a la carrera al Eliseo.
El ascenso de Agrupación Nacional se enmarca en el repunte de la extrema derecha a nivel europeo. Hermanos de Italia se ha afianzado en el gobierno del país transalpino con Giorgia Meloni al frente, y Alternativa por Alemania continúa su crecimiento a paso acelerado. La entrada en el gobierno de la extrema derecha en otra economía clave de la Unión Europea podría poner a Bruselas de cara a un nuevo desafío interno, menos de un mes después de las elecciones comunitarias.