Desde excursiones por la naturaleza hasta mercados renacentistas, estos son los mejores lugares para huir del calor de la capital.
El puente de agosto es la oportunidad perfecta para olvidarse del bullicio de Madrid. A veces, pasamos por alto destinos con gran encanto porque están muy cerca de la capital, pero esa cercanía puede ser ideal para fechas como esta. Agosto es uno de los mejores momentos para redescubrir estos rincones rurales a través de actividades como rutas de senderismo o visitas a bodegas locales. A continuación, os recomendamos cinco destinos cerca de la capital para disfrutar durante estos días.
Patones de Arriba
En la Comunidad de Madrid, a algo más de una hora del centro de la capital, se encuentra Patones de Arriba. Uno de los principales atractivos del pueblo es la ruta de senderismo hasta el Cancho de la Cabeza. Durante los 12 kilómetros de recorrido, el paseo pasa por los bosques cercanos a la localidad, por lo que, además de bonitas vistas, también es un lugar perfecto para contrarrestar el calor de agosto. Como recompensa final, el mirador del Cancho de la Cabeza ofrece una de las mejores vistas de la Sierra Norte de Madrid.
Pero Patones de Arriba cuenta además con mucha historia. El pueblo destaca por sus calles empinadas y sus casas de pizarra, conservadas desde el siglo XVI, lo que lo convierte en un refugio muy pintoresco. Otro punto a favor es su gastronomía, platos típicos como el cordero asado o las migas ayudan de forma perfecta a reponer fuerzas después de la caminata.
Medina del Campo
A tan solo una hora de Madrid en tren, Medina del Campo, en Valladolid, es uno de los lugares más singulares para disfrutar del puente de agosto. La villa se convierte durante este fin de semana en escenario de su Feria Renacentista. Estos días el municipio acoge diversas actividades culturales como recreaciones históricas o espectáculos de fuego. Incluso, en las calles del centro podrás disfrutar de un mercado renacentista.
Además de la programación de este evento, podrás ver sus monumentos más conocidos, como el Castillo de la Mota o el Palacio Real Testamentario, aunque algunos de estos edificios pueden tener horarios modificados por culpa de la celebración de esta fiesta. Otra gran opción es visitar bodegas locales, ya que esta villa se encuentra en el corazón de la Denominación de Origen Rueda.
Sepúlveda
La siguiente parada es Sepúlveda, en la comarca Sierra del Guadarrama, uno de los pueblos más impresionantes de Segovia. Su principal atractivo es su casco antiguo, que destaca por sus famosas calles empedradas. Además, el pueblo todavía conserva un gran número de edificios históricos, lo que lo convierte en un lugar muy característico. Uno de sus monumentos más conocidos es el Castillo de Sepúlveda, que ofrece unas vistas increíbles de toda la zona.
Pero este municipio también destaca por su amplia oferta de actividades al aire libre. Sepúlveda es la puerta de entrada al Parque Natural de las Hoces del Río Duratón y en él se pueden disfrutar de varias rutas de senderismo a la orilla del río, tanto a pie como en bicicleta. Este parque también es un lugar ideal para combatir el calor, ya sea recorriendo el río en piragua o realizando otras de las muchas actividades acuáticas que ofrece la zona.
Almagro
Almagro es uno de los pueblos más bonitos de Castilla-La Mancha. Situado en Ciudad Real, se encuentra a unas dos horas de la capital. Esta villa nos ofrece todo un viaje al pasado, ya que al recorrer sus calles parece que vuelves al Siglo de Oro. Destaca la Plaza Mayor, una de las mejor conservadas de toda la comunidad autónoma, con sus característicos soportales y balcones de madera.
El principal atractivo de este municipio es el Corral de Comedias. Este teatro del siglo XVII sigue funcionando y mantiene la estructura y el ambiente de la época. En el Corral se representan de forma constante obras tanto de teatro clásico como contemporáneo, lo que permite disfrutar de una inmersión cultural auténtica.
Hoyo del Pinares
Este último destino se encuentra a menos de dos horas en coche de la capital; este pueblo abulense es el lugar perfecto para perderse en la naturaleza. Encuadrada en el valle del Alberche, la localidad destaca por su entorno montañoso y su gran oferta de rutas de senderismo. Uno de sus principales recorridos es la Ruta del Agua, una senda circular muy recomendada para hacer en familia debido a su baja dificultad. Otro de los reclamos del lugar es la Ruta de los Molinos, en la que se pueden ver y atravesar antiguos molinos abandonados que todavía siguen presentes en la zona.
Además, el pueblo también ofrece mucha diversidad cultural. La Iglesia de San Miguel Arcángel, que es la más grande del municipio, o la Ermita del Santo Cristo del Humilladero son lugares de parada obligatoria.

