El miércoles 1 de Diciembre el periodista dio una conferencia motivadora y llena de esperanzas para los futuros profesionales de la Universidad de Sevilla
“¿Todos queremos un periódico como el normal o solo queremos un periódico que cuente nuestro lado de la historia?”. Con esta célebre frase se pronunciaba David Jimenez, un gran periodista mundial, haciendo mención a el normal, una creación que hizo con sus compañero sobre una servilleta.
Esta creación se narra en su novela y best-seller: El director. El normal es un medio independiente, que siempre antepone la verdad y sigue unos claros códigos deontológicos. Un periódico que lucha contra el poder y no se deja llevar por los favores o privilegios si no que levanta unos imponentes muros ante ellos. Lo que debería ser algo «normal» en nuestra sociedad, es en realidad, irrealizable.
🔝 Comienza la jornada con @DavidJimenezTW respondiendo las preguntas de los estudiantes. pic.twitter.com/hs6NOH4y02
— Facultad de Comunicación, Universidad de Sevilla (@FCom_US) November 30, 2022
David acudió a la Facultad de Comunicación de Sevilla para dar una charla respondiendo a las preguntas de los estudiantes del Grado de Periodismo. Se recogen, en estas líneas, algunas de sus respuestas.
¿Vales más por lo que callas o por lo que cuentas?
Jiménez respondió a esta pregunta con sinceridad. Solo en unas pocas ocasiones había preferido callar para evitar un mal mayor, que contar los hechos.
Ocurrió en un país asiático. Allí está muy mal visto y castigado duramente con la cárcel el consumo de drogas. La policía había pillado a unos adolescentes fumando porros en la playa. El padre de uno de ellos estaba negociando con el juez en secreto para evitar la cárcel a los muchachos. Si él publicaba la noticia sería de dominio público y no habría solución para aquellos jóvenes. Finalmente, decidió no publicar la noticia.
Este es un caso puntual. En sus meses en El Mundo, más de una vez sufrió amenazas por publicar noticias. Despedirían a la mitad de su plantilla (muchos compañeros y amigos) si no sucumbía al poder. Nunca lo hizo y desde arriba movieron los hilos para acabar con él.
El Mundo no ha tenido jamás una directora en el mismo. ¿Crees que llegará pronto?¿Cómo de grande es el techo de cristal para las mujeres en el periodismo?
Sin duda, él intentó poner su granito de arena para esta causa. Reguló los contratos de mujeres que habían tenido una baja por maternidad y habían sido desterradas a las salas de archivos de documentos, desprestigiando así su talento. También regularizó las jornadas intermitentes de las mismas.
De hecho, el día que David salía por las puertas de su periódico, en su adiós final, aún seguía trabajando una reportera que tiempo atrás había recibido la orden de despedir por cabrear a la derecha.
Estas y millones de anécdotas más, se recogen en su libro que abarca desde su entrada en El Mundo hasta su despido, posterior juicio y publicación de este libro como resultado de aquello. Actualmente ha lanzado otra novela: El corresponsal, que narra su vida anterior, en las trincheras y guerras que cubrió como corresponsal en Asia.
¿Cree que una de las principales razones por las que el periodismo está en decadencia es la de que el principal objetivo es lucrarse, tener poder… más que realizar un acto de compromiso y generosidad por la sociedad?
David Jiménez contaba con un sueldo sustancioso cuando se convirtió en director de este gran medio nacional. No obstante, nunca abusó de su posición pues ¿cómo iba a ser capaz de criticar a los bancos y empresas que pagaban esos privilegios? Era incompatible. Sin embargo, otros decidieron lo contrario. Con el paso del tiempo, ha visto a muchos arrepentirse de esta decisión.
David nos regaló dos grandes consejos: no estamos obligados a firmar una información que sabemos que es falsa o errónea con nuestro nombre, pues nuestra esencia es la credibilidad y sin ella, ¿qué clase de periodistas seríamos?. Y en segundo lugar, aconsejó la formación en los idiomas. Así no solo estamos limitados al mercado español, podemos ir más allá.
Gracias @DavidJimenezTW por venir a la @FCom_US. "Terminamos cogiendo una servilleta y redactamos nuestro diario imaginario. Sería como sueñan los periodistas jóvenes. Independiente y abierto. " Así creaste la idea del "Normal" y así seguiremos hasta conseguirlo pic.twitter.com/724JZX2Oqi
— Andrea Povea Suasnabar (@andreapovea_) November 30, 2022
Verificación y códigos deontológicos
Uno de los grandes problemas de España es la verificación de fuentes. David escribe para el New York Times y medios alemanes, aparte de españoles. En estos medios de fuera, el rigor a la hora de escribir una noticia es enorme, a veces hasta asfixiante. No obstante, eso es lo que hace que la gente se suscriba a ellos, haciendo que no dependan de la publicidad o empresas y tengan total libertad para publicar y hacer críticas.
Por otro lado, los códigos deontológicos de los periodistas están en desuso. Dejan que el poder les controle, entran en esa red de juegos de favores, en las que ganan favoritismo a cambio de sacrificar su veracidad. No hay una lealtad hacía los ciudadanos, dejando la incógnita de que la prensa elude o esconde la verdad.
Todos sabemos que el periodismo es un trabajo precario, mal pagado e inestable pero, a la vez, conforma el cuarto poder en nuestra sociedad. Es esencial para que los ciudadanos estén informados sobre cualquier acontecimiento, tengan un pensamiento crítico y no vivan engañados. Gracias a personas como David Jiménez, los estudiantes de periodismo no consideran su trayectoria y la de otros periodistas excelentes como algo idílico o utópico. Se convierte en algo real y tangible. Es una aspiración y para muchos es un sueño que algún día, sin duda, será alcanzado.
