Es irónico lo mucho que puede visibilizar una historia protagonizada por «un invisible»
¿Alguna vez has deseado ser invisible? ¿Y dejar de serlo? ¿Y las dos a la vez? De ello trata el último libro de Eloy Moreno, el escritor de El bolígrafo de gel verde que se dio a conocer gracias al boca a boca. Con un lenguaje sencillo y una capacidad de atracción increíble, Invisible se compone de varias partes con capítulos bastante cortos que no dificultan la lectura, sino que la dotan de mayor intriga.
Las primeras páginas no te dejarán indiferente, pero sí desconcertado. El autor pretende despertar el interés del público desde el desconocimiento de la trama y la presentación de unos personajes diferentes, pero con una misma historia. Leer este libro es semejante a desenvolver un regalo: sabes quién lo hace pero no lo que te vas a encontrar. Puede que tus expectativas fueran otras, pero te alegrarás de haberte equivocado. Cuando empiezas el libro es normal especular sobre su argumento y, aciertes o no, te sorprenderá.
Tal y como dice el autor, el libro narra una historia que podría ser la de cualquiera de nosotros desde la inocencia de un niño. El final de su lectura está marcado por la reflexión personal más allá de la propia que transmite Eloy, es decir, aunque creas que nunca has formado parte de una historia parecida, te replantearás el papel que cubres en estas situaciones. Quizás no has sido un niño con superpoderes, pero a lo mejor sí un monstruo, o incluso un dragón.
En conclusión, Eloy ha sabido ponerse en la piel de un personaje muy recurrente y hacerlo único para que el público se enamore de él, de su imaginación y de su fortaleza.