No reanimes a mi padre, Frederic Larsan no es un libro sobre la muerte, como su nombre puede dar a entender. Es un libro sobre la vida. Concretamente la de todos los profesionales que trabajan en las ambulancias velando por la seguridad de cada uno de los ciudadanos.
Frederic Larsan, su protagonista, es un médico que, subido a una ambulancia noches y días, dedica su jornada a recorrer la ciudad para asistir emergencias, en situaciones en las que el tiempo es vital y sin disponer de los mismos recursos con los que cuenta un hospital. A través de sus testimonios, de algunos de los días más remarcables de su corta vida como médico de ambulancia, Larsan denuncia la ingratitud que sufre en muchas ocasiones este sector, que no es reconocido como una especialidad médica, y que es poco conocido para la población civil, que lo ve como una obligación más que un recurso escaso.
Esto lo hace de una forma amena y personal, incluyendo su otra pasión, el cine, que aparece a lo largo de toda la historia y que sirve de hilo conductor.
Su escritor, Rafael Hernández Estefanía, pasó cerca de dos años como médico en una ambulancia sanitarizada, lo que supuso el punto de partida de este libro.
“Había vivido situaciones surrealistas y complejas que serían que serían difíciles de explicar a un profano en la materia. Muchas veces había pensado que algún día escribiría un libro para explicar ese mundo tan desconocido. Porque está claro que es necesario que alguien lo haga”
No reanimes a mi padre, Frederic Larsan, pág. 304
No reanimes a mi padre, Federic Larsan lleva cinco años cocinándose, en los ratos libres que su profesión le dejaba, y por fin ha visto la luz este 2020. Hernández no se considera escritor, sino una persona que ha escrito un libro, y lo ha hecho con el claro objetivo de acercar a la gente la realidad que se vive sobre las cuatro ruedas de una ambulancia.
También es la historia de los tiempos muertos entre avisos, donde los compañeros se convierten en familia por unas horas, pues en este trabajo -como cuenta Larsan- el estrés y la necesidad de trabajar en equipo a ritmos inimaginables exigen de coordinación y conexión entre compañeros, y las buenas relaciones ayudan a ello.

Rodrigo Hernández logra en este libro acercar a un público amplio una realidad llena de tecnicismos y aparatos que no conocen, un mundo de siglas y rutinas ajenas a su realidad y que, sin embargo, consigue hacer comprender y enganchar al lector.
Día tras día y caso a caso acompañamos al doctor Larsan por los diferentes avisos, recorriendo una ciudad pequeña tanto de día como de noche para ayudar todo lo posible a aquellos que se debaten entre la vida y la muerte. A través de una lectura ágil y desde un punto de vista muy humano, Rodrigo Hernández logra su objetivo de visibilizar su trabajo y el de muchos otros compañeros, así como dignificar y homenajear la dura y necesaria labor que llevan a cabo.
Sobre el autor:
Rafael Hernández Estefanía (Santander, 1971) es Doctor en Medicina y especialista en cirugía Cardiovascular y Torácica. A lo largo de su vida profesional ha trabajado en Santander, Lisboa, San Sebastián y Pamplona, desempeñando en la actualidad su actividad como cirujano en los Hospitales Fundación Jiménez Díaz y Rey Juan Carlos, ambos en la Comunidad de Madrid.
Es coautor del libro Cambiando Corazones, y autor de diversos capítulos y artículos científicos relacionados con su especialidad médica. Ha dirigido también varios cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid. En relación con sus inquietudes literarias, ha ganado dos certámenes literarios y ha colaborado en radio y prensa digital sobre diversos temas de actualidad.
No reanimes a mi padre, Frederic Larsan, su primer libro en solitario, es el resultado de sus vivencias durante el período de un año en el que trabajó como médico de emergencias en una UVI móvil.