Uno de los mayores referentes del Anarquismo
Cómo un hombre pasó de ser un albañil a atracar bancos para la causa anarquista, este es Lucio Urtubia, un navarro de la localidad de Cascante que llegó a convertirse en toda una amenaza para el mayor banco en la época, el First National Bank. Su historia fue adaptada por Netflix el año pasado en la película Un hombre de acción.
Lucio Urtubia nació el 18 de noviembre de 1931 en una familia de cinco hermanos. A los 19 años fue reclutado para el servicio militar donde comenzó a realizar diversas actividades de contrabando en la frontera con Francia hasta 1954, cuando se vio obligado a exiliarse a Francia al ser descubierto desvalijando el almacén de la compañía para la que trabajaba.
Una vez allí comenzó a trabajar como albañil, donde entabló sus primeras relaciones con círculos anarquistas. Se afilió a las Juventudes Libertarias de la Fédération Anarchiste, con el objetivo de aprender el idioma. Poco a poco fue conociendo las ideas libertarias que le llevaron a ser un anarquista convencido, centrando su vida en la militancia.
El inicio de las “expropiaciones”
Sus primeras actividades como militante fue la de falsificador, suministrando documentos falsos a guerrilleros y exiliados españoles. En 1957 tuvo que acoger en su casa a Quico Sabaté, un maqui antifranquista conocido por ser el máximo exponente de la guerrilla urbana en Cataluña.
Esta llegada le llevó a realizar sus primeras “expropiaciones”, así es como llamaban a estas operaciones. Junto con varios compañeros, se dedicaba a ello en sucursales de bancos para financiar movimientos revolucionarios.
El dinero que obtenían se repartía de forma equitativa en tres partes: una para los que realizaban la operación, otra para la causa revolucionaria y una última para las familias de los presos políticos y el pago de abogados.
Tras el encarcelamiento de Sabaté, Lucio siguió su ejemplo y realizó varias de estas operaciones por bancos de toda Europa. Aunque pronto abandonaría estas actividades puesto que temía hacerle daño a alguien. “No olvido que en aquella época cuando iba a ‘expropiar’ me orinaba en el pantalón“, le confesaba a Jordi Évole en uno de sus programas.
En los 60 volvió a las falsificaciones, su verdadera vocación, pero esta vez con dinero. Este se dedicaba a imprimir billetes falsos con el objetivo de financiar a grupos revolucionarios de todo el mundo. Además de ello, ideó ingeniosas estrategias con las que podía desestabilizar las grandes economías de la época utilizando estos billetes falsos.
Su reunión con el Che Guevara
En 1962 Lucio tuvo un encuentro con el revolucionario argentino en el aeropuerto de Orly en Paris. En esta reunión le propuso realizar una operación para desestabilizar la economía de Estados Unidos introduciendo dólares falsos de forma masiva. Aunque el Che rechazaría su oferta.
El gran golpe de Urtubia
Durante años seguiría rondando en su cabeza el plan que le contó al Che Guevara, aunque el alto castigo que conllevaba la utilización de billetes falsos le alejaría de realizarlo. A finales de los años 70 descubrió unos cheques de viaje que emitía el First National Bank por todo el mundo. La falsificación de estos documentos implicaba un castigo mucho menor, por lo que Lucio empezó a idear su acción más subversiva.
Junto a su equipo compró una gran cantidad de cheques de viaje para poder duplicarlos en la imprenta. Llegarían a imprimir 8.000 hojas de 25 cheques cada una, lo que equivaldría a unos 20 millones de dólares. El golpe contó con la participación de alrededor de 30 equipos que se organizaban en parejas y se dedicaban a intercambiar los cheques de viaje por dólares en sucursales bancarias de varios países.
Este fraude se estuvo realizando durante varios años por lo que el banco perdería millones de dólares espantando a sus clientes. Esto le llevó a buscar el culpable con la ayuda de la policía francesa. Tras una larga investigación, descubrieron a Urtubia y acabaron atrapándolo gracias a una operación con un confidente. Este le ofreció la compra de cheques al por mayor, a lo que Lucio accedería cayendo en la trampa.
Al ser detenido negó todas las acusaciones por lo que consiguió alargar su juicio mientras los cheques falsos seguían intercambiándose. Esto llevó al banco a tener que llegar a un acuerdo con Urtubia para frenar el desastre. En la negociación se acordó la entrega de los cheques sobrantes y de las placas para falsificar a cambio de la retirada de los cargos y una gran cantidad de dinero. Finalmente Lucio pasaría 12 meses en la cárcel y recibió un maletín con varios millones de francos franceses.
Tras este golpe, se retiró de las falsificaciones y pasaría el resto de su vida en París defendiendo las ideas anarquistas y falleció en 2020 a los 89 años. El legado de Lucio Urtubia le ha convertido en uno de los grandes referentes del anarquismo en España.