Starting now es un llamamiento a la lucha por ser quien realmente quieres, sin rendirte ni dudar
La canción hace referencia a las princesas más luchadoras de la productora: desde Mulán a Moana, pasando por Pocahontas, Elsa o Rapunzel. Y es que estos personajes han guiado a muchos y muchas desde la niñez, transmitiendo valores como la valentía, el esfuerzo, la libertad y el orgullo.
Todos los años se celebra el Día Mundial de la Princesa el 3 de marzo, en honor a las protagonistas de esas historias infantiles (y no tan infantiles) que tan bien recordamos. Este año 2021 ha sido el elegido por Disney para la “Celebración Definitiva de las Princesas Disney” («Disney Ultimate Princess Celebration»). Con motivo de ello, el pasado 21 de mayo, se lanzó la canción Starting now, interpretada por Brandy. Desde ya es la versión española, interpretada por Nerea Rodríguez, y Desde hoy la latinoamericana, de Karol Sevilla. Además, han lanzado 14 historias inéditas de las princesas en formato e-book, que pueden descargarse de manera gratuita.
“Starting now
There’s no room left for wondering”
(“Desde ya. No hay motivo para dudar”)
Mulán, la princesa guerrera, fiel y capaz; Pocahontas, el espíritu libre, atrevida y respetuosa; Rapunzel, creativa, bondadosa y enérgica; Jasmín, justa, inclusiva y amable; Moana, fuerte, valiente e independiente; Tiana, soñadora, ambiciosa y segura; Bella, inteligente, paciente y compasiva; Ariel, curiosa, atrevida y poco convencional; Mérida, rebelde, tenaz y obstinada; Elsa, reservada, protectora y poderosa; y Anna, impulsiva, extrovertida y alegre. Son las princesas que coinciden en los tres videoclips, aunque en la versión americana añaden a Aurora, Cenicienta y Blancanieves, pese a que no hace referencia directa a ellas.
Nuevas princesas para nuevas generaciones
No sería lógico darles la misma importancia a los valores que transmitían las princesas del siglo pasado que a los de las más modernas. Y es que el tiempo pasa y las mentalidades deberían avanzar con él. El principal objetivo de las protagonistas ya no es encontrar a su Príncipe Azul, como sí lo era el de Aurora o el de la Bella durmiente. O cuidar de siete hombrecillos hasta ser salvada, de nuevo, por un Príncipe, como Blancanieves.
En una sociedad que intenta, cada vez más, que las niñas se sientan a la altura de los niños en cuanto a capacidades, cuentos como Cenicienta se quedan obsoletos. Según los expertos, las historias de princesas no son recomendables para los más pequeños porque ayudan a crear estereotipos de género y no tratan la igualdad entre hombres y mujeres. Pero esto no significa el fin de las películas de princesas Disney, sino todo lo contrario. Nada tienen que ver las ya históricas princesas, cuyas acciones siempre derivaban en lo mismo: ser salvadas, como, por ejemplo, la princesa Moana, cuyo principal objetivo es salvar a su pueblo. Gracias a las luchas por la igualdad, las nuevas princesas son cada vez más independientes, seguras y realistas.
Realistas también físicamente, ya que no solo son el ejemplo a seguir en cuanto a comportamiento, sino también en cuanto al físico. Cinturas milimétricas, ojos grandes y claros, pieles blancas, pies diminutos… dan una imagen distorsionada de la mujer, o más bien de la joven adolescente, porque casi todas ellas son menores de edad. Es fundamental diferenciar la ficción de la realidad, cosa que los niños no saben hacer. Por ello, lo mejor sería que tuvieran unas imágenes más parecidas a lo que puedan llegar a ser ellos. Princesas de otras etnias, tallas u orientación sexual. Parece que es un camino que la compañía ya empieza a andar, pero aún queda mucho por hacer.