Miguel Ángel Toledo, deportista paralímpico de tenis de mesa
Los Juego Paralímpicos son el mayor evento deportivo para una persona con una discapacidad, y estos se caracterizan por su gran espíritu integrador. Entre los 142 españoles que pudieron acudir el pasado verano a las Paralimpiadas de Tokio, Miguel Ángel Toledo fue uno de ellos. Hace 33 años, Miguel se quedó en una silla de ruedas tras una zambullida en una piscina. Años más tarde, comenzó a jugar al pingpong en una mesa que había en el gimnasio donde hacía rehabilitación, y actualmente, él es uno de los miembros de la selección nacional de tenis de mesa paralímpico.
Pregunta :¿Cómo empezó tu relación con el deporte de niño?
Respuesta: Recuerdo mi infancia con mucho cariño. Yo lo he pasado muy bien, era un niño bastante feliz. En el colegio tenía mis amigos, y me molaba mucho ir. Luego también tenía actividades extraescolares, yo jugaba al fútbol sala y deportivamente era de los chicos que más destacaban. Es verdad que el deporte para mí siempre ha sido algo muy importante.
Mi deporte favorito era el fútbol sala, sí, yo estaba deseando que acabaran las clases para irnos a entrenar. He sido muy futbolero desde muy pequeñito, en cuanto pude ya empecé a competir, aquí, en la liga de Getafe.
P: ¿Por qué elegiste el tenis de mesa?
R: Realmente, yo empecé a practicar el tenis de mesa después del accidente. Aunque recuerdo encontrar en los juegos recreativos la típica mesa de pingpong, por las que todos los de barrio ya habían pasado para echar una partida con los colegas.
Después, una vez que tuve el accidente, es cierto que el tenis de mesa lo tenían en el hospital de parapléjicos de Toledo como rehabilitación y bajábamos por las tardes a practicar un poco. Pero realmente cuando comencé a relacionarme con el tenis de mesa fue cuando me dieron la incapacidad laboral.
P: Cuéntanos como es tu discapacidad, ¿desde cuándo estás en silla de ruedas?
R: Desde el año 1988, llevo 33 años. Yo tuve esta lesión medular por una zambullida, me tiré a una piscina de cabeza, di con la cabeza en el fondo de la piscina y me fracturé las vértebras cervicales. Por lo que desde entonces vivo en silla de ruedas.
P: ¿Cómo te ha afectado tu discapacidad en el día a día?
R: Fundamentalmente tengo que desplazarme y vivir en una silla de ruedas (se ríe), ese es el hándicap que tengo en mi vida. Pero, es verdad que al principio te cuesta asumirlo y, entender que tu vida cambió radicalmente; en ese momento tienes que plantearte la vida de otra manera.
P: Algún mensaje para aquellas personas que acaban de quedarse en una silla de ruedas
R: Yo lo que le diría a una persona que tenga un accidente como el que yo tuve y que tiene que encarar la vida de esta manera es que hay otras maneras de vivir y se puede vivir perfectamente feliz. Yo me considero una persona muy feliz, de hecho, considero que estoy pasando por los mejores momentos de mi vida. Con lo cual, si esto sirve como referencia para otras personas sí que me gustaría transmitírselo. Esto no te impide llevar una vida satisfactoria, aunque esto no significa que si pudiera no estaría en silla de ruedas (se ríe) sería mucha mejor. Pero la vida solo se vive una vez, y a cada uno le dan unas cartas que debe de jugar de la mejor manera posible.
P: ¿Cómo afecta tu discapacidad en tu deporte?
R: La norma general del tenis de mesa contempla que una persona en silla de ruedas pueda competir con una persona que no tenga ningún tipo de discapacidad.
Partiendo de esa base, significa que el tenis de mesa es un deporte inclusivo por norma. Por ejemplo, nosotros en la Liga de la Comunidad de Madrid de tenis de mesa, gente con y sin discapacidad competimos todos en las mismas ligas.
A partir de ello, también hay una serie de pequeñas reglas reconocidas por el reglamento. Por ejemplo, cuando saca el jugador sin discapacidad a otro jugador con discapacidad, no se le puede sacar a los laterales, es decir, el saque debe salir por el fondo de la mesa. Y poco más. Al final es un deporte completamente inclusivo.
P: ¿Te dedicas exclusivamente al tenis de mesa? ¿Y tus compañeros?
R: El grupo de compañeros con los que más me veo también practican el tenis de mesa, pero no con la misma intensidad que yo, aunque hay alguno que sí, como Roberto ‘Eder’ que también está en la selección nacional. Él debe entrenar con gran intensidad, porque es la única manera de seguir estando ahí arriba y seguir compitiendo.
Pero también tengo otros compañeros que compiten en la liga madrileña de tenis de mesa, y para ellos el tenis de mesa es algo más llevadero con el resto de las actividades que hacen en su vida.
P: ¿Crees que es sencilla la reinserción laboral para una persona discapacitada?
R: Bueno el tema de la inserción laboral es algo que ha ido cambiando con los años. Yo llevo accidentado 33 años y en el momento que yo tuve el accidente la inserción laboral era muy muy muy complicada, pero es verdad que a partir de entonces empezaron a surgir proyectos enfocados a la inserción laboral. De hecho, yo soy trabajador social y antropólogo, y tuve que formarme bastante para poder conseguir un trabajo. Recuerdo que en aquellos momentos una de mis mayores inquietudes era poder llegar a conseguir un trabajo y lo veía muy complicado. Afortunadamente con el tiempo pude llegar a trabajar.
Con esto quiero decir que, hoy en día, a pesar de que el trabajo en líneas generales no está muy bien, sí que hay pequeños apartados enfocados para el trabajo de personas con discapacidad, pero realmente, yo llevo apartado del mundo laboral 12 años y estoy un poco más alejado de cómo está el tema de la inserción laboral en la actualidad. Pero por lo que yo puedo ver, la gente que está interesada en trabajar y está bien formada tiene opciones a conseguir un trabajo
P: ¿Cómo ha sido la transición desde tu anterior vida a tu actual vida en el deporte de élite?
R: El cambio vino cuando me concedieron la incapacidad laboral, entonces empiezo a replantearme en mi vida nuevas cosas. Ahora tengo más tiempo libre y quiero ver como lo empleo y de qué manera lo empleo. Desde bien pequeñito he estado muy vinculado al deporte, y es verdad que mi lesión es una lesión muy alta y yo tengo un gran factor de hándicap de movilidad, entonces no es fácil practicar diferentes deportes. Y si lo puedes practicar, a lo mejor es muy complicado practicarlo de manera muy competitiva. Y yo siempre he practicado deportes de manera muy competitiva y me molaba encontrar un deporte que pudiera desarrollarlo con gran facilidad.
Por casualidad, encontré un lugar donde pude practicar este deporte en la Fundación del Lesionados Medular, donde yo iba a hacer rehabilitación. Allí había una mesa apartada en una sala y empecé a jugar con un monitor, me di cuenta de que ese deporte yo podía practicarlo con un alto nivel de competitividad. Y eso me llevó a tirar para adelante en este deporte.

P: ¿Y aquellos momentos pensabas en el alcance que podías llegar a conseguir en el tenis de mesa?
R: Yo la verdad que soy una persona que cuando se focaliza en algo no se mirar a otro lado, siempre miro de frente. Vino todo muy seguido y muy rápido, pero en el momento que lo descubrí y me metí, rápidamente me comencé a interesar en los diferentes tipos de maderas y gomas, también quise saber cómo estaba el tenis de mesa a nivel competitivo en España, y en la comunidad de Madrid. En fin, empecé a hacer el tenis de mesa el centro de mi vida y me puse a ello.
De hecho, esto fue como en 2009 y a mediados de año ya me presenté al primer campeonato de España, desde el primer momento yo ya sabía que este era mi deporte y que iba a ir a muerte con él.
Dos años más tarde, en la Fundación de Lesionados Medular creamos una escuela, porque en el momento en que comencé a practicar tenis de mesa en la Comunidad de Madrid no había ningún otro deportista en silla de ruedas que practicara este deporte. De hecho, al primer campeonato de España que me presenté me di cuenta de que había representantes en la mayoría de las comunidades excepto de Madrid. A partir de ese momento, me surgió la idea de montar una escuela de tenis de mesa junto a un amiguete, y esto se lleva a efecto en febrero de 2012. Creamos una escuela de la que realmente nos sentimos muy orgullosos porque de aquella escuela han salido 5 deportistas que han llegado a conseguir ranking mundial, cosa que no es nada fácil.
P: Tokio 2020 ¿Cómo fue tu reacción cuando te enteraste de que ibas a ir? ¿Dónde estabas?
R: Bueno, yo es verdad que no entré clasificado por ranking, entre clasificado por una way card, que es una invitación que dan a los jugadores más destacados de la temporada. Mis opciones eran relativamente pocas, pero es cierto que en el último año tuve muy buenos resultados, conseguí ganar al número dos del mundo y avancé bastantes puestos del ranking. Había cuatro way cards y yo conseguí la última. Entonces en el momento que me enteré, pues imagínate, el día que salieron el seleccionador nacional me llamó por la noche y me lo dijo pues me llevé una alegría tremenda.
Realmente es el sueño de todo deportista, poder llegar a estar en unas paralimpiadas es algo increíble. Esa noche pude dormir muy poco y a la mañana siguiente con unas ganas tremendas de entrenar porque quería llegar a Tokio con las mejores condiciones posibles.
P: ¿Cómo fue visitar un país tan diferente como Japón?
R: ¿Te lo digo de verdad? Un rollo, porque es una pena. Es verdad, la alegría la tienes y el hecho de estar en unas paralimpiadas eso está por encima de todo, pero sí que es verdad que por el tema de la pandemia te desplazas más de medio mundo para no poder salir de la Villa Olímpica. La Villa olímpica espectacular, el ambiente que vives con deportistas de otros países es algo maravilloso y fantástico. Pero fue una lástima que no pudiéramos visitar Tokio, salvo lo que pudimos ver a través del autobús cuando íbamos a entrenar. Es verdad que íbamos lejos y pasábamos por toda la bahía y zonas céntricas de Tokio, pero solo pudimos ver la ciudad a través de la ventana no pudimos palpar Tokio. Esa fue la mayor pena.
P: Un momento o un recuerdo imborrable de aquella aventura.
R: Como momentos muchos, un momento muy bonito fue cuando estuvimos en la ceremonia de inauguración, aunque también un poco pesada (se ríe). Pero fue algo alucinante y muy divertido, lo pasamos muy bien. En el momento en el que entras en el estadio es algo muy emotivo, a pesar de que estuviera vacío. ¿Cómo puede ser emocionante entrar a un escenario sin público? Pero realmente tú no sientes que está vacío, crearon un ambiente espectacular con altavoces y otros efectos, pero tú tenías la sensación de que te estaba viendo el mundo entero y aquello fue también un momento muy bonito. Probablemente, si me tuviera que quedar con alguno sería la entrada en el estadio.

P: ¿Consideras que las Paralimpiadas de Tokio fue una de las mayores experiencias de tu vida, sino la mayor?
R: Sí, claro, a nivel deportivo es la mayor experiencia que he tenido en mi vida. Es verdad que también pude participar en el Mundial de equipos en Bratislava en 2017, pero no fue igual. Esto es algo superespectacular.
P: ¿Cómo fue el día siguiente de volver de Tokio? ¿Cómo sentías la resaca de unos Juegos Paralímpicos?
R: Es cierto que fue una experiencia muy muy intensa. Pero una vez que llegué aquí, como tú has dicho, yo creo que es una palabra muy bonita ‘la resaca’ de haber regresado, a mí me duró bastante tiempo. Yo estuve saboreando el haber estado de las paralimpiadas bastante tiempo, a pesar de que el viaje en avión fue horrible, porque a la vuelta hicimos escala en Qatar y fueron más de 35 horas. Para nosotros, estando en silla de ruedas, con los problemas de circulación que tenemos, la verdad que fue bastante duro.
Al margen de todo ello, yo estuve saboreando durante mucho tiempo esa experiencia, de hecho, continuó saboreándola. Todavía lo recuerdo y me viene una sonrisa a la cara y un regustillo muy bueno.
P: ¿Cómo es un día normal para ti?
R: Acabo de venir del fisio, y esta mañana he estado entrenando. Me dedico básicamente a entrenar, yo entreno cinco días por semana. Sobre todo, por las mañanas y dos días por semana por las tardes también. Cuando se acerquen las competiciones doblaremos mañana y tarde todos los días, pero de momento estamos así.
Por la tarde también me pongo al día de otras cosillas, que también hay más cosas en la vida del deporte. Los findes de semana también compito, pero ya aprovecho para ver a la familia y hacer actividades con mi mujer.
P: ¿Qué se avecina para los próximos meses? ¿Nuevos torneos?
R: Ahora estamos focalizados en el Mundial, que después de muchísimos años, se ha conseguido traer a España y se va a celebrar en Granada, en noviembre. Entonces tenemos que trabajar muy duro para poder estar allí. Esto es, otra vez, empezar de cero. Las posibilidades de estar en un mundial son tan difíciles como las de unas paralimpiadas, solamente van los 10 primeros por ranking y cuatro way cards más.
Con lo cual es muy complicado llegar hasta allí, pero vamos, yo voy a luchar a tope por ello. Yo he planeado que tengo 5 torneos para poder clasificarme. Entonces tengo que hacer los mejores resultados posibles para poder acercarme a los puestos de ranking que dan acceso a la clasificación. El primero es el mes que viene en Playa de Aro, luego en mayo vamos a Francia y Eslovenia; y posteriormente, Montenegro y República Checa. Esos son mis próximos torneos.
P: ¿Tienes pensado en algún momento parar y desconectar del tenis de mesa?
R: De momento, no. Este es un deporte tan repetitivo e intenso que en el momento en el que paras se nota muchísimo. Aunque no te digo que en verano lo mismo no me coja algunos días, ya no solo por mí sino por mi mujer, que también querrá aislarse del tenis de mesa (se ríe) me obligará seguramente.
P: Si te digo París 2024 ¿qué es lo primero que se te viene a la cabeza?
R: Yo no quiero mirarlo, aunque no está tan lejos, deportivamente sí que está más lejos, pero el paso previo es el Mundial. Al final esto es un test diario, y la competición te va colocando en tu lugar. Cuando vas compitiendo, te sientes más competitivo y vas obteniendo buenos resultados, esa es la motivación para continuar. En el momento que veas que no tiras para adelante es una bobada. Pero reconozco que me gustaría llegar a París, aunque por mi edad no es fácil, si puedo lo voy a intentar. Y ahora mismo fuerzas desde luego que me quedan.

P: ¿Qué te ha dado el tenis de mesa?
R: Mucho. Cuando me dieron la incapacidad laboral estaba un poco perdido, empecé a hacer cursos sin saber bien y de muy diferentes tipos, fotografía, ceremonial y protocolo… Pero cuando encontré el tenis de mesa, y ya has visto de qué manera lo he hecho, realmente ha sido la motivación de mi vida. El tenis de mesa ha sido algo muy importante, es el centro de mi vida, además de mi familia y mi mujer, es lo más importante.