El joven danés derrotó a Novak Djokovic en la final, cerrando una semana de ensueño
Holger Rune es la nueva sensación del tenis mundial. El danés de tan solo 19 años, compañero y amigo de Carlos Alcaraz desde sus primeros años de adolescencia, ha completado una semana al alcance de pocos. Holger comenzaba su andadura en Paris- Bercy con un agónico triunfo ante Stan Wawrinka. El veterano tenista suizo fue quien más cerca ha estado de derrotar a Rune en este torneo. Sin embargo, tras hasta tres bolas de partido no aprovechadas por Stan, Rune pasaba a la siguiente ronda. En ella se enfrentaría al primer top 10 de los cinco consecutivos que ha derrotado; Hubert Hurkacz. El polaco no puso ni mucho menos en tantos aprietos a Holger quien, mucho más asentado y seguro en la pista, sacó a relucir su eléctrico juego.
Así, Rune se plantaba en octavos de final ante el irregular Rublev. El ruso volvió a mostrar su cara más errática y desconectada, ante un rival que era la antítesis de esto. Holger comenzaba a mostrar, más allá del poderío de su juego, una actitud voraz a la par que imperturbable, algo que le había faltado anteriormente. Con un sólido 6-4, 7-5, Rune derrotaba al segundo top 10 del torneo. En cuartos de final llegaba uno de los partidos más esperados como lo fue el choque ante su amigo y rival Carlos Alcaraz. El danés fue superior a «Carlitos» en el primer set que ganó por 6-3. En la segunda manga el murciano logró igualar el nivel de Holger, llevando el set hasta el tie-break. Sin embargo, las molestias abdominales que Alcaraz había comenzado a notar antes del desempate, le obligaron a retirarse.

Rune cortó la racha de Aliassime
A Rune le quedaba un último escollo antes de llegar a la tan ansiada final de Masters 1000; el probablemente tenista más en forma del momento, Auger- Aliassime. El canadiense, con 16 victorias al hilo y dos títulos consecutivos, se planteaba como un oponente a la altura de lo mostrado por Rune. Sin embargo, el danés borró de la pista a Felix. En un encuentro absolutamente implacable por parte del a la postre campeón, desdibujó el consistente juego de un rival que venía arrasando este último mes. Tras un 6-4 y 6-2 indiscutible, Holger Rune se plantaba en el partido más importante de su corta carrera tras derrotar al cuarto jugador top 10 de manera consecutiva.
Final épica ante Djokovic
Tras superar todas estas piedras en el camino, a Rune aún le quedaba la mayor piedra de toque: Novak Djokovic. El serbio venía completando una segunda mitad de 2022 muy cerca de su máximo nivel, habiendo ganado el torneo de Astana. Además, Nole se plantaba en uno de sus torneos fetiche (lo ha ganado en seis ocasiones), en el que una vez más ha vuelto a rayar a un juego a la altura de lo que requería la ocasión. Novak ha ido de menos a más en el torneo, tras estar algo espeso en primera ronda ante Cressy, acercarse a su mejor nivel ante Khachanov y rozar la perfección ante Musetti y en la semifinal ante Tsitsipas de ayer, otro de los mejores y más competidos partidos del año. Así, lo que se preveía como un enfrentamiento memorable, no ha decepcionado a nadie.
Djokovic comenzaba el partido absolutamente intratable, venciendo por 3-6 en un primer set en el que apenas cometió errores no forzados y supo maniatar a la perfección a Rune con su adaptable y táctico juego que tanto rédito le ha dado. Llegaba la hora de la verdad para el danés, que se supo recuperar a la perfección ante un campeón como Nole. Holger llegó a salvar dos bolas de break en el primer juego al saque del segundo parcial para romper a continuación, devolviendo el partido a la igualdad (6-3). Todo estaba por decidir a un solo set, en lo que ha sido una oda al tenis y una pugna por la gloria entre dos generaciones absolutamente opuestas. La igualdad se mantenía con intercambios del más alto nivel, hasta que el danés decantó la balanza rompiendo el saque en el undécimo juego del tercer set.

El danés disponía entonces de su saque para cerrar el partido y alzarse con su primer trofeo de Masters 1000. Sin embargo, Djokovic no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer, disponiendo de hasta seis bolas de break para llevar el encuentro al tie-break. Rune sin embargo volvió a sacar a relucir los nervios de acero que ha consolidado a lo largo de este trofeo para, en un juego extenuante y con algunos de los mejores puntos del año por parte de los dos tenistas, conquistar la gloria (7-5). Rune ha maravillado en un torneo en el que además ha hecho historia, siendo el primer jugador en alzarse con un Masters 1000 tras derrotar a cinco top 10 de manera consecutiva. El danés se lleva el reconocimiento del público francés y de un Djokovic «que ama la personalidad» de una de las mayores promesas del tenis, convertida ya en realidad.