Tras el mayor apagón eléctrico en la historia de España, el motivo por el que el país se paró el pasado lunes a las 12:33 horas sigue siendo una incógnita. Mientras que Red Eléctrica descartó un ciberataque el martes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se atrevió a eliminar ninguna hipótesis sobre las causas del apagón.
En la rueda de prensa tras el Consejo de Seguridad Nacional el pasado martes, Sánchez dirigió el foco sobre los operadores privados. El presidente negó que el incidente se produjera por un “exceso de renovables”. De hecho, como el debate sobre el desmantelamiento de las centrales nucleares emergió tras el apagón, fue tajante al respecto. “Las centrales nucleares, lejos de ser una solución, han sido un problema”, sentenció el presidente. El argumento se basó en que las necesidades eléctricas de estas infraestructuras han lastrado la recuperación del sistema.
De esta manera, el presidente ha afirmado que la clave del rescate del sistema llegó a través de los países vecinos como Francia y Marruecos. El país francés genera el 65% de su electricidad a través de nucleares, y el país marroquí produce el 90% de su luz con centrales térmicas de combustibles fósiles. Además, Sánchez también se ha referido al papel fundamental de las centrales de ciclo combinado y las centrales hidroeléctricas.
“Quienes están vinculando este incidente a la falta de nucleares o mienten o demuestran su ignorancia”, ha insistido Sánchez en su comparecencia. En cambio, muchos expertos se han pronunciado tras el apagón. Éstos han dado explicaciones que van en contra de la línea mostrada por el jefe del Ejecutivo este martes.
«Las nucleares no necesitaron energía eléctrica exterior»
El divulgador y consultor del Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés), Alfredo García, ha desmentido a Sánchez. García ha afirmado que las centrales nucleares no necesitaron energía eléctrica exterior al parar. En una publicación en X, recogió una nota de prensa del Consejo de Seguridad Nuclear que explica que las centrales nucleares arrancaron sus generadores diésel. Estas fuentes auxiliares de energía proporcionaron energía a todos sus sistemas esenciales y de emergencia hasta que se recuperó el suministro eléctrico.
El detonante que provocó la caída de toda la red se desconoce por el momento. Lo que sí está claro es que lo que provocó ese evento fue una variación brusca de la frecuencia de la red eléctrica. Además, justo en un momento en el que el ‘mix’ energético estaba compuesto en un 78 % por energías renovables (eólica y solar). Este tipo de energía no es capaz de digerir estas oscilaciones de frecuencia (y más si son tan severas) por su imposibilidad de amortiguarlas.
En esta línea se ha pronunciado el director de Innovación y Desarrollo de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Nebrija, Iván Zamarrón. En unas declaraciones recogidas por Europa Press, el experto ha explicado que las energías renovables son de generación asíncrona. Con este tipo de energía no se puede trabajar “lo que es la modulación del sistema para, de alguna forma, absorber fluctuaciones en el balance generación-demanda”.
Así, Zamarrón ha señalado que los generadores de energía asíncronos no tienen la capacidad que las plantas convencionales, como las nucleares o las de carbón, tienen para poder absorber las fluctuaciones del sistema. “Si se confirma esta debilidad del sistema, a lo mejor sí que hay un problema de seguridad”, ha advertido el experto. También ha señalado que el ‘mix’ energético debe ir garantizado por energías que son “seguras, fiables y limpias, como es la propia nuclear». «Si se sigue apostando por su desmantelamiento, esta situación de fragilidad se va a acrecentar significativamente”.
Red Eléctrica ya avisó de que se podían producir apagones
En el último informe anual que presentó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Redeia, se advertía de que la alta penetración de la generación renovable en nuestro país, «sin las capacidades técnicas necesarias para un adecuado comportamiento ante perturbaciones», podía generar «desconexiones de generación».
En esta información, adelantada por El Confidencial, la compañía reconocía que el cierre de centrales de generación convencional implica una reducción de la potencia firme y las capacidades de balance del sistema eléctrico, así como su fortaleza e inercia».
Un visión que se oponía frontalmente a lo publicado por Red Eléctrica. En su cuenta de X, el pasado 9 de abril, la compañía desmentía cualquier rumor que advertía riesgos de apagón, y garantizaba el suministro del sistema.
Sea como fuere, este episodio histórico en España no hace más que reabrir el debate acerca del desmantelamiento de las centrales nucleares del país. Una de las políticas que más ha defendido el gobierno de Pedro Sánchez, y hacia la que se encaminan los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima para 2030 (PNIEC).

