Priyanka Chopra y Nick Jonas anuncian que han sido padres por vientre de alquiler
La pareja de Hollywood del momento acaban de ser padres de una niña, lo cuál es buena noticia, pero lo han sido gracias a la gestación subrogada, una técnica que en España nos referimos como vientre de alquiler, y que es ilegal. La noticia nunca ha sido que precisamente estas dos personas en concreto hayan optado por este método, sino la normalidad con la que la sociedad estadounidense ha integrado ciegamente la comercialización de vidas humanas y la explotación de la mujer como un recurso más para tener hijos.
No han sido los primeros ni serán los últimos famosos que se suban al carro de la gestación subrogada como técnica de reproducción asistida. Los vientres de alquiler o «comprar vidas humanas» tanto la de la madre gestante como la del bebé es el negocio del momento. Suena distópico, casi como un argumento de novela de ficción, pero es real, muy real. Antes nos cortábamos más y únicamente pagábamos a otras mujeres para criar a los hijos, pero ahora también las pagamos para que los tengan. La subrogación es eso: alquilar a mujeres como si fueran hornos, vender bebés fabricados por encargo, elegir gestaste por catálogo, rechazar la mercancía defectuosa…
¿Qué implica la gestación subrogada?
La gestación subrogada implica que una mujer, conocida como gestante, accede a gestar al hijo de otra persona o pareja. Los futuros padres del bebé (padres de intención) aportan los óvulos y espermatozoides, siempre que sea posible, lo que permite que el bebe sea biológicamente suyo. En caso de que alguno de los solicitantes no puedan aportar material génetico, se podría recurrir a donantes.
La mujer gestante solamente aporta el útero para mantener el embarazo y dar a luz al futuro bebé. Tras el parto, el bebé es entregado a los tutores que previamente firmaron un contrato por el cual la gestante renuncia al derecho de la maternidad.
En cuanto a los requisitos de los solicitantes, son muchos los países como Ucrania o ciertos estados en EEUU donde sólo se permite el proceso a matrimonios heterosexuales. Por supuesto, la gestación subrogada es el tratamiento de reproducción asistida más caro. El coste total puede variar entre los 50.000 € y los 180.000 €, dependiendo del país en el que se lleve a cabo.
Se alquila útero de mujer pobre y sana
El supuesto altruismo de las mujeres gestantes oscila entre los 10.000 € y 40.000 € aunque, como siempre, depende del país donde se realice el tratamiento y de si la gestante tiene «experiencia laboral» en el ámbito. Solamente en Canadá está prohibido pagar a la gestante: se le pueden reembolsar los gastos ocasionados por el embarazo. Y a pesar de que en ciertos países la legislación limita en número la compensación a la mujer gestante, esto no deja de convertirse en un negocio en el momento exacto en el que se involucra cantidades exorbitantes de dinero.
Gran parte de las mujeres que se someten a esta práctica viven en un contexto de gran desigualdad social y económica que afecta especialmente a aquellas de clase obrera, racializadas, jóvenes y con bajo nivel educativo. Pero aunque sea haya realizado de “forma altruista”, todas las mujeres además de correr los riesgos psicológicos y físicos de cualquier embarazo, se ven obligadas a ceder su autonomía y soberanía reproductiva a las clínicas, y a los clientes. Y son estos precisamente quienes toman las decisiones sobre todos los aspectos de la vida y salud de la mujer gestante durante los meses que dura el embarazo.
Algunas de las obligaciones de la gestante
- Debe facilitar toda la información de su estado de salud, en especial, de las enfermedades hereditarias, venéreas, mentales e incluso las enfermedades de sus familiares.
- Debe presentar un certificado de antecedentes penales.
- Pasar el reconocimiento médico en el centro elegido por los padres y seguir todos los tratamientos médicos en el centro escogido.
- La mujer gestante está obligada a cumplir todas las instrucciones médicas, incluso en los relativo al régimen del día, la dieta, las relaciones sexuales, la actividad física, higiene…y no salir del lugar de residencia permanente acordado con los padres biológicos.
- Durante el embarazo, no puede consumir alcohol, narcóticos ni medicinas (sólo las prescritas), ni fumar. Si los padres biológicos lo solicitan, tendrá que pasar una prueba de alcohol y de drogas.
- Debe interrumpir el embarazo, incluso hacer el aborto selectivo en caso de que así lo aconseje el médico elegido por los padres biológicos.
- No reclamar los derechos al bebé “nacido por ella” ni “obstaculizar” la entrega a los padres legítimos.
- En Ucrania por ejemplo, la mujer gestante deberá trasladarse a Kíev desde el séptimo mes de embarazo, sola y sin familiares.
Pero ¿y los padres biológicos? Según el contrato sólo tienen una obligación clara: pagar a la madre subrogada la compensación estipulada.
Un negocio capitalista redondo
La gestación subrogada es también una forma de contribuir a la desigualdad no sólo de género, sino también de clase. Los vientres de alquiler están defendiendo el deseo, no el derecho, de ser padre de la gente millonaria, porque:
- Si no eres rico, olvídate de poder elegir este método. La gente pobre nunca va a poder permitirse pagar por este negocio
- Da la casualidad de que gran parte de las mujeres que gestan están precisamente en situaciones de pobreza. No vas a ver a una mujer rica gestando para una pareja o mujer de escasos recursos económicos.
Dentro de los argumentos de los defensores de esta práctica se habla del derecho a ser padres, del altruismo de la gestante y de libertad individual; pero esa «libre elección» quedaría anulada en el momento en el que se firma un contrato y el control del cuerpo de la mujer pasaría a ser de los padres de intención, de las agencias de subrogación y del Estado, obligando así a la madre de alquiler a renunciar sus propios derechos civiles.
Un todo incluído
No hay que lanzarse a las granjas de bebés que existen en países como Ucrania para descubrir verdaderas atrocidades de deshumanización que rodean esta técnica de reproducción. Por ejemplo, en el pasado Black Friday, la clínica de fertilidad BioTexCom Center for Human Reproduction lanzó una promoción especial con descuentos en la gestación subrogada que alcanzan los dos mil euros. Un descuento del 3% por comercializar con el nacimiento de un niño y la opción del vientre de alquiler; ¿qué es lo siguiente, un 2X1 en gemelos?
El centro de reproducción asistida en cuestión es ucraniano pero tiene sedes en América y Portugal y aunque en España no está implantado, sus servicios pueden contratarse a través de Internet. Ofrecían incluso varios importes de ahorro dependiendo del paquete que eligieras. Personalmente, el que más me gustaba es el ‘Todo Incluido Estándar’ que descontaba hasta 1.197 euros que se eleva a los 1.947 en el caso del Vip.
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El altruismo y generosidad de unas pocas no evita la mercantilización, el tráfico y las granjas de la gran mayoría. Al fomentar este tipo de negocio no solo contribuimos a incorporar una nueva forma de explotar a la mujer, pero también olvidamos la importancia de facilitar la adopción.
Un mensaje para Priyanka y Nick Jonas o todas aquellas personas que están pensando utilizar esta técnica: tan solo durante la pandemia más de 120.000 niños en EEUU perdieron a sus padres, abuelos o tutores legales. Niños huérfanos que necesitan de una familia. Así como sugerencia, ¿por qué no tratamos de mejorar la vida de los que ya están en este mundo y dejamos de intentar explotar el cuerpo de la mujer?