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viernes, 22 septiembre, 2023

El tiempo es la vida

Hay una costumbre muy fea que tenemos, es la de dejar pasar la vida cuando no tenemos con quien compartirla

Las raíces que me ayudaron a organizar el tiempo

Hacía 6 años que no veía a mi familia lejana. Este fin de semana nos juntamos la mayoría. El tiempo pasa dejando rastro y demasiado rápido. Cuando hay una muerte de algún familiar, cuando hay una celebración, es la excusa perfecta para reunirse. Nos ponemos al día, siempre hay nuevos miembros, y de vez en cuando, alguno que ya no está.

Esta vez nos juntamos porque mi tía abuela Ana cumplió 70 años nos hemos reunido para celebrarlo. Ella es una de las persona mas libre, independiente y rebelde que conozco. Está soltera y no tiene descendientes. Esto no es sinónimo de que en su vida no haya sido plena, ni activa. Es más, siempre ha estado de aquí para allá. Siempre ha hecho todo lo que ha querido sin miedo a hacerlo sola. Podría decirse que no ha perdido el tiempo.

Mi tía Ana me sirvió de modelo para ir al teatro y a museos sola. Así empecé poco a poco a desvincularme de la dependencia de alguien para ir a esa exposición o ese teatro que me moría de ganas de ver, pero que a nadie más le interesaba. Ella también me ayudó a desvincularme de lo que se suponía que me tenía que gustar a mi edad, y de darme cuenta de lo que de verdad me gustaba.

Quiero pero no tengo con quién

La primera vez que fui al cine, a una asamblea, a pasear, al teatro, a un viaje o a un bar sola… sentí mucho miedo y vergüenza. Estas emociones me paralizaron numerosas veces. Tengo que decir, que alguna vez decidí en la misma puerta del teatro, del cine o de la asamblea, que no entraba.

Hay un miedo generalizado a hacer cosas sola. A mí ahora me da más miedo perderme algo que me gusta por no hacerlo sola. Este miedo es peligroso porque estamos desaprovechando el tiempo, sin hacer lo que queremos. No hacer cosas que te gustan y te apetecen por no tener a nadie con quien hacerlos, es perder el tiempo, y de la misma manera, es perder la vida.

La vida es el tiempo y en lo que lo gastas. Si ahora me preguntasen, prefiero mil veces hacer las cosas que me gustan sola, que hacer algo que no me interesa nada acompañada. Esto no fue siempre así y me costó trabajarlo.

Reloj de arena 2 /Fuente: Flavita Banana
Reloj de arena 2 /Fuente: Flavita Banana

Lo primero que hice fue mentalizarme de qué hago porque me gusta, y qué hago porque lo hacen los demás. Una vez tuve claras mis preferencias y valores, pude plantearme en ir o hacer ese tipo de cosas. El drama empezó cuando nadie de mi alrededor compartía mis intereses o valores. Ahí sufrí una crisis de hacer lo que no me gustaba sabiendo que había la posibilidad de estar en otro lado, pero tenía miedo de ir sola.

Las primeras veces que me atreví a hacer cosas sola fueron liberadoras. Ya no solo por el hecho de hacer lo que me apetecía, sino también por la satisfacción del logro. A mí un pensamiento que me ayuda mucho para ir a sitios o hacer cosas nuevas, sola, es la idea de que nada me ata ahí, y si no me siento a gusto o cómoda no tengo por qué volver, porque encima nadie me conoce.

Dime en qué gastas tu tiempo y te diré quién eres

El otro día estaba escuchando un podcast y hablaba del tiempo. Me quedé reflexionando porque decían que vamos con automatismos, pero al final la vida es el tiempo. De qué sirve limpiar tanto, o trabajar muchas horas para ganar más dinero del que necesitas, cuando luego no vas a tener tiempo libre para gastarlo.

Como invirtamos nuestro tiempo, es como vivimos nuestra vida. Hacer cosas sola es una manera de investigar otras formas de invertir tu tiempo. El tiempo es todo lo que tenemos. Cuanto más consciente somos de esto, mas aprovechamos cada momento y oportunidad.

Estar con gente a la que quieres, que te nutre y te llena, también es una inversión. Buscar huecos para tu familia y amigas, es necesario y sano. Entrar en el bucle de una rutina que no te deja ver a tu gente, no tiene sentido. Las familias no deberían de estar 6 años sin verse por falta de tiempo.

Un sistema que no nos deja tiempo para suplir nuestras necesidades, es un sistema podrido. Un sistema que nos impone necesidades falsas de consumo, es un sistema enfermo. Un sistema que se satisface con el falso mito de la superación personal, es un sistema que ahoga.

En conclusión, sé inteligente invirtiendo tu tiempo. Con los valores claros, renunciar a cosas que en realidad no son tan importantes (necesidades que nos imponen), cuesta menos. Cada vez que empieces a invertir el tiempo en lo que te apetece, te va a resultar mas fácil. La única manera para ir en contra de un sistema podrido, enfermo y que ahoga es tomándote tu tiempo para ti y tu gente.

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