El verdadero debate electoral aterriza en X, donde los españoles hablan sin tapujos y los políticos se ruborizan
Twitter -ahora X- siempre ha dado de qué hablar. Los conocidos tweets se han incrustado con facilidad en los telediarios y a nadie le extraña, puesto que somos una sociedad poderosa a través de las redes sociales.
Cada vez que exploramos las tendencias, vemos que al menos la mitad de los temas expuestos son sobre política, mayoritariamente polémicas. Seamos realistas, nos mueve el salseo a todos. Si no, que se lo digan a Albert Rivera y su adoquín.
No todo es risa en X. Se ha catalogado como una de las redes más tóxicas del panorama internacional. Cualquiera puede comentar lo que desee, aunque, por suerte o por desgracia, las reglas de Elon Musk son cada vez más duras.
Los usuarios debaten sobre cuestiones de interés público, en su mayoría preocupantes o frutos de la incertidumbre. Un elevado porcentaje lanza una querella contra las medidas implantadas por las diferentes instituciones, ya que nunca estamos todos contentos, y otros exponen ideas que llevarían a cabo si tuvieran poder.
En resumen, la gente expone el descontento con la política. Muchos de los twitteros se dejan influenciar con facilidad, porque piensan que todo lo que se publica en dicha red social es totalmente cierto, pero la vida tiende muchas trampas. Las fake news vuelan a todas horas, sobre todo las relacionadas con el gobierno. Por ello, el navegante necesita hacer uso de la conciencia crítica.
Boom social
Las polémicas son habituales en X, pero aún más cuando los periodistas se implican en ellas. Algunos se mojan y le dan un giro dramático a la historia. Eso no quita que sean conscientes del aluvión de críticas que puede lloverles por expresar su opinión en una sociedad libre y democrática; podría incluso beneficiarles. La verdad es subjetiva. Al fin y al cabo, siempre se ha dicho que el periodista sabe a quién preguntar, pero aún más a quién no cuestionar.
Algunos memes están cebados por la figura del comunicador, pero todavía más con las imágenes de los diputados del Estado. ¿Quién no ha visto la famosa fotografía de Feijóo en un barco con su amigo el presunto narcotraficante? Estos chistes, guste o no, influyen en la opinión pública y en el voto en las elecciones. Sin imagen las figuras públicas no son nada.
Un caso muy reconocido es el de Pedro Sánchez. Cada vez que el presidente del Gobierno da un paso, sus seguidores retwittean alguna de las mil frases que tiene perdidas por su red social. La gente se ve reflejada en sus publicaciones cotidianas y este factor es decisivo en sus estrategias de comunicación.
Ser malos! Buenas noches colegas
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) November 19, 2010
En contraste, el gabinete de comunicación de Vox tal vez necesite un empujón. Casi nadie conoce sus propuestas. Todos miran en la misma dirección: son machistas y racistas, entre otros insultos. La comunicación es un arma de doble filo; es capaz de alzar un partido y hundir en la miseria a otro, como es el caso del último.
Los partidos de izquierda están bastante actualizados. Hace poco, en el primer congreso de ministros de la nueva legislatura, Sumar hizo público un vídeo corto en TikTok en el que se observa cómo los ministros de la potencia están dispuestos a ejercer sus tareas al son de una de las últimas canciones virales del momento. En menos de quince segundos ganaron en simpatía.
Estas cuestiones refuerzan tanto la imagen, que los individuos logran que su palabra tenga más fuerza e intención que la de la oposición. Modernizar el Congreso de los Diputados es una tarea que se toman muy en serio.
@sumar_oficial ¡A trabajar!
Los principios de Ciudadanos fueron determinantes en la importancia de la imagen del político. Albert Rivera se ganó el corazón de mucha gente después de robarse su atención con un cartel representativo en el que él mismo salía desnudo.
Sin duda, Rivera se ha llevado mil y una carcajadas del panorama político español. No hace falta un máster en política para saber quién es. Muchos recordarán los debates de investidura, que se hacían amenos con sus intervenciones estrella. Una noche enseña en prime time un adoquín y otra despliega un pergamino que parece no tener fin de lo largo que es.
No nos podemos olvidar de la relevancia que obtuvo con los rumores -que llegaron a las portadas de la prensa rosa- de su relación con la cantante Malú. Se mezclaron dos mundos muy diferentes entre sí, incluso tuvieron una hija. A pesar de ello, Rivera se marchó de Cs y rompió su relación. Todos los españoles estuvieron pendientes de estos acontecimientos, independientemente de cuál fuera su afinidad política.
La prensa rosa sigue en pie con Rivera, aún les da de comer. Hace unas semanas volvieron a salir portadas en las que se le veía con otras mujeres. X estaba que ardía con él, tanto para bien como para mal.
X no pasa desapercibido por las distintas trayectorias políticas. Puede calificarse como un instrumento útil capaz de penetrar en la opinión pública hasta el punto de arbitrar la tendencia al voto en España.
El uso inteligente de las redes sociales puede generar simpatía e incitar a la colaboración de los users en la política, alejándola de los prejuicios vinculados al aburrimiento y desinterés.
